“Diario de una agonía”, de Juan-Jacobo Bajarlía: los últimos años del autor de "Zama"

  • Imagen
    BAJARLIA
    Di Benedetto, Bajarlía y VIllafañe
INFORME DE UN DÍA

“Diario de una agonía”, de Juan-Jacobo Bajarlía: los últimos años del autor de "Zama"

14 Enero 2024

Antonio Di Benedetto: Diario de una agonía es un libro que intercala correspondencia, notas periodísticas, documentos y crónicas que relatan los últimos años del escritor argentino, Antonio Di Benedetto. 

La potencia está en la historia de vida pero sobre todo en quien la escribe, eso permite oficiar de intruso, asistir a un evento privado, entender ese vínculo entre escritores cargado de metáforas, citas y poesía que puede tener una conversación. Este libro te convoca a descubrir una intimidad que no tiene que ver con la confidencialidad de lo que se dice sino con la complicidad que sienten las personas que hablan. 

Juan Jacobo Bajarlía (Buenos Aires-1914)  “Jean-Jacques” como le decían sus amigos, fue un abogado criminalista, periodista y escritor argentino que formó parte de los primeros movimientos de vanguardia en Argentina, como el Movimiento de Arte Concreto-Invención que introdujo el dadaísmo en el país, junto a Gyula Kosice, Edgar Bayley, Carmelo Arden Quin y Tomás Maldonado. Dirigió la revista Contemporánea. Se especializó en ciencia ficción y terror, inclusive fue el primero en publicar poesía de este género con el libro Estereopoemas, en 1950 y la primera obra teatral con Los robots en 1955. 

Fue amigo muy cercano de Alejandra Pizarnik, Leopoldo Marechal y Antonio Di Benedetto.

En la década del 70 ejerció como abogado de sus amigos escritores perseguidos: “Si yo me voy, los compañeros que confiaron en mí para defenderlos, ¿Qué van a hacer?” dijo. 

Antonio Di Benedetto (Mendoza- 1922) es considerado uno de los mejores escritores de latinoamérica, reconocido tardíamente, perseguido y detenido por la dictadura militar de 1976 y exiliado. 

Autor de obras emblemáticas como Zama, El silenciero y Los suicidas. además dirgió el diario Los Andes, de Mendoza. Fue el primero en el país en aplicar el objetivismo en la narrativa.

 

Imagen
bajarlia

Respecto a Antonio Di Benedetto: Diario de una agonía, en una entrevista realizada por Carlos Abraham en el año 2004, Bajarlía cuenta: “Mi familia era muy íntima de la de Di Benedetto: cuando íbamos de vacaciones a Mendoza nos alojábamos en su casa. Cuando el Proceso lo encarceló, Victoria Ocampo, Jorge Luis Borges y otros escritores, entre los que me contaba, enviábamos cartas a los diarios solicitando su liberación. Pero no sabíamos dónde se encontraba. Un día, un hombre me trae un papelito muy sucio. Era una carta de Di Benedetto, dirigida a Vulcano Sabalía, uno de mis seudónimos. Lo que ocurrió fue lo siguiente: cuando en los presidios liberaban un preso político, lo desnudaban y revisaban para evitar que llevara información o correspondencia. Di Benedetto le pide a un recluso a punto de ser liberado que lleve una carta a un amigo abogado, de nombre Juan Jacobo Bajarlía. El recluso escondió la carta en su ano y pudo sortear la revisación. De esta manera, conseguí saber dónde estaba preso y pude ayudar a liberarlo. Se le permitió optar por el exilio y vivió varios años fuera del país. Pero era un hombre destruido. El largo encarcelamiento y las torturas lo habían hecho envejecer mucho”.

El libro de Bajarlía aborda distintos aspectos de la vida de Di Benedetto que proféticamente parecieran estar integrados en la dedicatoria de Zama (1956): “A las víctimas de la espera”.

Relata en varios formatos los últimos años de Di Benedetto desde la detención, posterior liberación y muerte, una etapa agónica cargada de derrotas, supervivencia y espera. 

Di Benedetto fue detenido en la madrugada del 24 de marzo de 1976, fue conducido al Liceo Militar de Mendoza, luego trasladado a la Unidad 9 de La Plata, lo liberaron en 1977, se exilió en España, volvió con la democracia pero nunca pudo recuperarse de ese periplo y de los golpes que había recibido en prisión,  falleció en el Hospital Italiano el 10 de octubre de 1986.  

Este libro comienza con un papel que le llega a Bajarlía: “ En el interior solo había un fragmento de papel de diario en el que, en letras diminutas escritas con birome , decía “Necesito abogado para optar salir del país”. y más abajo, Unidad 9. A. Era la letra de Antonio Di Benedetto. 

 


El libro de Bajarlía aborda distintos aspectos de la vida de Di Benedetto que proféticamente parecieran estar integrados en la dedicatoria de Zama (1956): “A las víctimas de la espera”.

La espera, el silencio y la soledad, tres significantes de muerte, signaron la vida y obra de Di Benedetto. Dice Graciela Maturo -Como los personajes de sus obras, que tienen mucho de premonitorias, Di Benedetto se vio envuelto en acusaciones, sufrió carcel y tortura. Un gobierno de facto que ha merecido la repulsa de los argentinos lo privó de su libertad, y luego de un largo periodo de padecimientos lo impulsó al exilio. resta decir que ese desierto fue asumido por Di Benedetto con el amargo sabor que tenía el destierro para los antiguos: el de un castigo y una mutilación”.

Bajarlía reúne una serie de textos en los que logra desarrollar su tesis: “Fue el protagonista absoluto de todos sus argumentos” de esta manera no solamente cuenta los hechos reales sino que analiza la obra y hace un paralelo con la vida del escritor. 

Confesiones, discusiones literarias, nombres propios, recomendaciones de trabajo, devoluciones de escritos entre ambos, sueños, conversaciones en Guerrín, críticas y hasta una breve autobiografía de Di Benedetto, constituyen este hallazgo que tardó en publicarse más de treinta años, editado recientemente  por Mil Botellas. , 

Antonio Di Benedetto: Diario de una agonía es un libro de finales, “ Di Benedetto murió muchas veces, tantas como las de los protagonistas de sus novelas “ dice Bajarlía, pero sobre todo es un libro de amistad. Ese vínculo capaz de trascender la muerte y perdurar en la palabra de aquel que recuerda.