“El aire del mundo”: autobiografía de Rodrigo Manigot
Rodrigo Manigot, músico, cantante de Ella es tan cargosa y escritor, acaba de publicar una novela autobiográfica, El aire del mundo, editado por La Crujía. El libro se presentó este año en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Escribir a partir de lo vivido es en lo que se basa la nueva novela de Manigot, su literatura se nutre de su propia vida, nos muestra la época de su infancia, sus vacaciones en familia, la relación con su padre, la enfermedad y la muerte, sus primeros amores, las peleas entre hermanos, la música y el fútbol. Un libro con una prosa limpia, fluida e introspectiva. Rodrigo Manigot dialogó con AGENCIA PACO URONDO sobre su obra.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué es lo que te llevó a escribir la novela?
Rodrigo Manigot: Pertenezco a un colectivo de escritores que escribimos ficción toda la vida y en algún momento la ficción sola no nos alcanzaba y apretamos la palanquita, pasamos a escribir textos que se denomina autoficción, donde tiene más que ver con la vida propia.
APU: ¿Por qué escribir desde la infancia?
R.M.: Es un libro que habla de una etapa de mi vida, de pibe uno ya toma conciencia de que ese mundo ocioso en el que está metido es muy frágil, que ese mundo perfecto está hecho de un material muy sensible. Es el rescate de esa sensación que de chico me quedó marcada. Es un mundo que uno trata de conservar pero que dura hasta donde tenga que durar.
Desde hace tiempo venía trabajando con esa idea de usar un poco la mirada de pibe inocente y la mirada adulta. Me gusta esa mirada.
APU: ¿Cómo fue ese proceso a la hora de escribir?
R.M.: Para mí fue un momento de narrador de verdad, no quiero ser la parodia del artista trágico, yo en este libro no puedo mentir. En el 2013 me encontraba en el peor momento de mi vida, estaba seguro que cuando cumpliera la edad de mi viejo, 48 años, me iba a morir, esa era la realidad, lo que se llama la crisis de mediana edad totalmente enloquecida y no veía nada. En algún punto me gusta decir que escribir este libro me salvó, escribir sobre esos tiempos poderosos tan fuertes y dolorosos fue empezar a entender, ordenar lo que me había pasado, lo que pasó en mi casa.
En el 2017 el libro estaba listo y me tuve que animar a sacar mi intimidad, además para la gente que me rodea. En mi historia he sido muy cuidadoso en muchísimas cosas, en eso me han acompañado mucho mis editores Flor Monfort y Matías Bauso en tratar de que lo doloroso quede en otro ámbito, donde la literatura sea literatura y lo terapéutico en terapéutico.
"Desde hace tiempo venía trabajando con esa idea de usar un poco la mirada de pibe inocente y la mirada adulta"
APU: Está de moda la narración confesional, me hizo recordar al primer tomo de Mi lucha: la muerte del padre, de Karl Ove Knausgard.
R.M.: En el 2014 yo estaba con mi carrera y en plena crisis, empecé a salir cuando me encontraba de viaje con Micaela, lo estaba leyendo, esas lecturas fueron fundamentales para mi vida, entendía que lo que me estaba pasando también le pasó a alguien en otra parte. Hay una enorme literatura que está construida en relatos biográficos, de autoficción, me gusta mucho la literatura que está fundida en la vida.
APU: ¿La novela es un homenaje a tu papá?
R.M.: Sí, por supuesto, fue una persona muy querida y una pérdida muy grande. Al escribir sobre mi padre me convertí en padre. A mí me permitió salir de la crisis que estaba metido y salir del lugar del hijo, por eso el género autobiográfico tiene esa potencia.
APU: ¿Hay una segunda parte?
R.M.: Yo creo que hay una inversión, El aire del mundo sería la primera parte y el primer libro que publiqué, Donde no van las melodías, puede funcionar como la segunda parte, están cruzados. Tengo otros escritos trabajados pero estoy viendo, porque la autobiografía es muy costosa, es hermosísimo pero también hay que animarse a sacarla. Ahora estoy disfrutando mucho de las revoluciones preciosas que me dejó este libro y luego veré para dónde voy.