El arte urbano en Rosario según Mat C
Por Agustín Pisani
APU: ¿Cómo es tu vínculo con el graffiti/muralismo y por qué lo elegís como práctica artística?
Matías Caiazza: Mi vínculo con el graffiti viene desde bastante chico, desde los 11 años más o menos. Lo elijo como práctica por el hecho de que me permite expresarme libremente en cualquier espacio, en cualquier superficie, pero sobretodo sin límites.
Trabajar con aerosoles te permite laburar a gran escala, no hay límites a la hora de ver qué diseño vas a pintar y se puede improvisar. A su vez, todo el tiempo estás interactuando con otras personas. No directamente pero sí al estar pintando en la calle te encontrás con situaciones inesperadas y eso es algo de lo que más me llama la atención. Me encanta poder pintar en barrios, poder pintar en la ciudad. Poder pintar donde sea y valorar que es una práctica que está buena compartir con otra gente del palo.
Lo que más me llama la atención es que te podés ir a cualquier país del mundo y ya con el hecho de que pintes graffiti va a haber otro grafitero que va a entender tu manera de pensar. Por el simple hecho de pintar graffiti alguien te va a abrir las puertas de su casa o vas a tener un vínculo, por más que sea un desconocido.
APU: ¿Cómo está la movida de arte callejero en Rosario ahora y cómo era antes?
MC: El graffiti y el arte urbano en rosario ya está vigente desde hace un par de años, pero me da la sensación de que las personas arrancan a pintar, lo prueban y lo dejan al poco tiempo. Siento que acá no hay tanta constancia a comparación de ciudades como Buenos Aires, Córdoba o Mar del Plata. Lo que sucede en rosario es un poco raro. Los que pintan y se mantienen pintando por años son pocos. Yo creo que es algo que está en crecimiento y que todavía no llegó el momento de explotar del todo. Por suerte hay nuevos exponentes y pibes jóvenes que parece que están empezando a pintar y creo que van seguir haciéndolo siempre. Sin embargo, está un poco dormido el grafiti en la ciudad.
APU: ¿Quiénes llevaron adelante la movida antes y quiénes ahora, hay más o menos gente pintando?
MC: Creo que algunos exponentes que están pintando hoy en día y que llevaron el graffiti y el muralismo a otro nivel en Rosario pueden ser unos chicos que pintan letras que se llaman spc, pabl y rapa. Son chicos que están pintando graffitis más tradicional, más de la movida del hip hop y creo que son de los exponentes más fuertes que hay en esa rama. También hay otros grafiteros que vienen de un palo más ilustrativo como chun li o lacast que hace stensil, que son gente amiga y que veo que vienen activando hace un tiempo y no van a parar por el momento.
También hay otro grupo que está más en la movida del graffiti de letras y del hip hop que escriben pmk. No aparecen hace bastante pero ya se ven muchas persianas pintadas por ellos y eso está bueno. También destaco a Brez403 que es un compañero con el que ponemos panchos.
APU: ¿Cómo es el trato del estado y específicamente de la policía?
MC: El trato con la policía acá últimamente está un poco más complicado, antes por ahí había más diálogo. Quizás si estabas pintando en una casa o en un lugar abandonado la policía se acercaba y si veía que no estás haciendo daño a nadie y que no estás pintando nada que tenga que ver con algo futbolístico, hay más chance de que te dejen seguir pintando. Pero, por lo general, lo que hacen es sacarte la pintura, pedirte los datos. Yo, por suerte, nunca tuve problemas con la policía que hayan pasado a mayores. Me parece que es una ciudad donde hay muchas paredes que están buenas y que no hace falta llegar al límite del bardo con la policía. Igualmente se dan varios casos donde te quitan las pinturas o te quieren llevar.
APU: ¿Y los ciudadanos con las pintadas y los artistas qué vínculo tienden a tener?
MC: Con la gente pasa un poco lo mismo. Es como que todavía no entienden qué es lo que estás haciendo en las paredes. Se piensan siempre que estás pintando algo que tiene que ver con algún grupo militante o cuestiones futbolísticas, entonces al principio cuando empezás a marcar la pared dudan o no les gusta o te quieren sacar. Pero después cuando se dan cuenta que no estás haciendo nada que pueda afectarlos, que estás “decorando”, hay mejor trato.
Siempre depende del diálogo que tenga uno, pero más que nada en los barrios y en la periferia la gente es más copada. Se te acercan, te arriman cosas para comer, para tomar. A veces te facilitan material, escaleras, etc. En cambio en la ciudad la cosa es más complicada. Es como más distante la relación que hay entre el artista y la gente que vive por ahí o que pasa caminando.
APU: ¿Hay alguna red o grupo de artistas callejeros, tienen objetivos, se organizan de alguna manera o más bien la actividad es solitaria? ¿Hacen festivales, son autogestivos, municipales?
MC: Acá en Rosario no se hacen muchos festivales. Sí se hizo uno hace 3 años atrás que se llamó Suda arte urbano rosario, en el que trabajé con 2 colegas: chun li y lacast. Trajimos artistas de muchos lugares como Perú, México, Brasil, Alemania, Venezuela y estuvo muy bueno. El evento fue autogestionado, aunque conseguimos ayuda de varios sponsors que nos dieron una mano. La municipalidad aportó lo suyo también. Pero por lo general si se hace un evento así, es autogestionado y sinceramente la ciudad está un poco dormida con ese tema. Se le da bola a otras movidas artísticas. No se está explotando como se podría explotar en una ciudad tan grande el arte urbano.
APU: ¿La municipalidad los banca, los privados los contratan o simplemente copan paredes y sostienen la actividad financiándose desde otro lado?
MC: Hay gente que lo vive como un trabajo donde te contrata un privado ya sea para pintar un bar, pintar una habitación o un local de ropa quizá, donde si se le busca un fin comercial puede ser bastante rentable, pero es difícil. Hay gente que se dedica a eso. Después tenés otras personas que se dedican sólo a pintar de manera ilegal, todo autogestionado y simplemente salir a pintar de noche y pintar persianas, pintar paredes de casas, pintar trenes y si no, también tenés otro palo que es más de muralismo que es donde yo más me siento cómodo. Prefiero buscar paredes que quizás no sean públicas o espacios en plazas. Buscar paredes que estén destruidas y abandonadas y pintar tranquilo sin molestar a nadie, sin buscar bardo. Poder desarrollar algo que tenga un fin estético bastante elaborado. Encontrar un lugar donde poder estar tranquilo, donde se pueda pintar dos o tres días disfrutando el momento sin tener la adrenalina que te crea saber que estás haciendo algo que te va a traer problemas con la ley o con alguien.