El ciclo RED de cine argentino se despide con dos estrenos gratuitos
Ante las pobres condiciones de exhibición con las que cuenta el cine argentino, el Colectivo de cineastas creó la RED de cine argentino, un ciclo de proyecciones que durante 2019 intentó llegar a más público en un circuito alternativo. El ciclo concluye el sábado 23 y domingo 24 con dos preestrenos con entrada gratuita: La herida y el cuchillo (notas para una película sobre García Wehbi), de Miguel Zeballos, y El malestar, un film colectivo que está en proceso, y que muestra las luchas y los conflictos sociales vividos en el país, incluyendo las masivas movilizaciones por la Ley del Aborto Legal. Federico Pozzi y Miguel Zeballos, miembros del Colectivo, conversaron con Agencia Paco Urondo.
Agencia Paco Urondo: ¿Por qué hacer un film colectivo como El malestar? ¿Con qué película se encontrará el público?
Federico Pozzi: La película colectiva es uno de los primeros proyectos que tuvo el colectivo en su fundación, allá por julio de 2016.
La propuesta es replicar la horizontalidad del colectivo y a su asamblea general como máxima autoridad, en una comisión de pares donde las decisiones estéticas y políticas son producto de la discusión, el debate y el consenso. Trabajamos a partir de cortos que funcionaban como unidades de sentido individuales para luego desarmarlos y hacerlos dialogar entre sí en función de un relato y una mirada colectiva.
El público se va a encontrar con una autoría colectiva, con todas las complejidades que el consenso y el diálogo pueden traer, en un relato único. Es un fresco y un collage, un solo y una orquesta, una nota y un acorde.
Y es también un trabajo en proceso que, quizás, se terminará en una película pero que no por eso interrumpirá el proceso de creación conjunta que empezamos en el colectivo.
APU: ¿Qué balance pueden hacer de este 2019 desde el Colectivo de Cineastas? ¿Qué perspectiva ven de cara a la nueva etapa que comienza el 10 de diciembre?
F. P.: Muy malo. Si bien es muy bienvenida la terminación del gobierno de Cambiemos, fue el año en que más fuerte sentimos las políticas de ajuste que venimos denunciando desde antes de la salida del plan de fomento en enero de 2017. El corriente es un año de completa desidia para nuestro sector por parte de las autoridades del INCAA, por parte del ex ministro de cultura (degradado a secretario), subiendo hasta la jefatura de gabinete y presidencia, que no nombraron al consejo asesor vaciando de gobierno legítimo al instituto, dejando sin comités a proyectos que se apilan en escritorios sin que nadie los evalúe y sobre todo permitiendo un presidencialismo inédito en la historia del INCAA. Y terminando su gobierno con una de las crisis de distribución de cine más grandes de las que se tengan memoria.
A partir del 10 de diciembre, esperamos nuevas autoridades que entiendan la emergencia en la que se encuentra el sector y la urgencia que hay por reactivar la producción. Que el plan de fomento vigente es dañino y tiene que ser reemplazado por el propuesto por las entidades que estamos nucleadas en la Mesa de Directorxs, que venimos trabajando hace años en un plan integral que permitiría el desarrollo de la actividad. Y finalmente, que las nuevas autoridades entiendan que conocemos al sector porque vivimos de esto, y que si no nos escuchan, nos verán nuevamente en el mismo lugar en donde estuvimos los últimos 4 años, en la lucha en la calle.
APU: Miguel, ¿qué es lo que te atrajo de García Wehbi, y qué aspectos de su trabajo te resultaron más fascinantes y poco conocidos? ¿Pensás que la película puede acercar su trabajo a nuevos públicos no habituados a ir al teatro?
Miguel Zeballos: Los textos y la manera apabullante de llevar esos textos a la escena, básicamente esa combinación, fue la que me entusiasmó en Hécuba, la primera obra que vi de García Wehbi en el año 2011. Desde ese momento empecé a pensar el proyecto sin demasiadas ideas previas; lo único que le dije a Emilio fue que registraría el proceso creativo de cada uno de sus trabajos y que no tenía pensado hacer entrevistas. De alguna manera, algo de los dispositivos que él construye intentaría trasladarlo a la película. Después se sumaron una serie de escenas de ficción que aparecen como separadores o puentes, y esta intromisión es interesante porque para algunos esas escenas pasan desapercibidas y se pliegan al trabajo de Emilio mientras que otros las perciben como cortes abruptos en el ya fragmentado relato.
García Wehbi habla de interdisciplinariedad, de palimpsestos –mezcla de géneros, formatos y texturas–, habla de mapas que trazan un diálogo incómodo con el presente; creo que esos son los aspectos en general que me llaman la atención y los que hicieron que estuviera cinco años registrando su trabajo.
La segunda parte de la pregunta es más difícil, ya que me parece imposible pensar qué le puede pasar a alguien que no está habituado al teatro, como también me resulta difícil pensar en el espectador que sí tiene esa información. En este sentido, la película abre una puerta para entrar en ese mundo y, al mismo tiempo, se niega a sí misma como una obra cerrada, de ahí que el subtítulo diga que son Notas.
Más información
https://www.colectivodecineastas.com/
www.instagram.com/colectivocine
https://www.facebook.com/colectivocine/