Historia del peronismo: a 72 años del primer Congreso Nacional de Filosofía
Por Rafael Restaino
El Primer Congreso Nacional de Filosofía se llevó a cabo en la ciudad de Mendoza (Universidad Nacional de Cuyo) entre los días 30 de marzo y 9 de abril de 1949. El último día, en su sesión de clausura, realizada en el Teatro Independencia, el entonces presidente argentino Juan Domingo Perón realizó un decisivo aporte intelectual, que se conocerá bajo el título "La Comunidad Organizada".
Los participantes
El Congreso contó con el reconocimiento intelectual y el apoyo económico del Poder Ejecutivo, tal como se desprende del decreto del 20 de abril de 1948. Contó con la presencia e intervención de numerosas personalidades internacionales de la filosofía occidental: Nicola Abbagnano, Gaston Berger, Otto Friedrich Bollnow, Eugen Fink, Hans-Georg Gadamer, Ernesto Grassi, Ludwig Landgrebe, Karl Löwith, Rodolfo Mondolfo, Ugo Spirito, Wilhem Szilasi, Thure Von Uexküll, José Vasconcelos, entre otros.
También enviaron ponencias Maurice Blondel, Benedetto Croce, Galvano Della Volpe, Nicolai Hartmann, Jean Hyppolite, Karl Jaspers, Gabriel Marcel, Julián Marías, Bertrand Russell, etc. Por parte de los expositores argentinos se destacaron: Carlos Astrada, Hernán Benítez Octavio Derisi, Nimio de Anquín, Carlos Cossio, Luis Juan Guerrero, Ismael Quiles y Ángel Vassallo.
Fueron cincuenta y tres los filósofos extranjeros los que estuvieron presentes (73 si se considera a los intelectuales que mandaron textos), cuya importancia hicieron que la República Argentina fuera un auténtico centro de convocatoria del pensamiento filosófico mundial.
La adhesión de Martín Heidegger
El acto inaugural del Congreso se realizó en la tarde del 30 de marzo de 1949 en el Teatro Independencia. En esa oportunidad se leyó el discurso de Coriolano Alberini. En representación de los filósofos europeos, habló el francés Gastón Berger; Francisco Miró Quesada lo hizo por parte de los miembros hispanoamericanos. Se leyeron además diferentes adhesiones internacionales provenientes de ministerios, de Universidades, de Institutos, Centros de Estudios. Entre ellas se encuentra la del pensador alemán Martín Heidegger en la cual califica a la Argentina como un país “abierto y magnánimo”.
Los que conocían el entramado discursivo de este filósofo, su ontología, valoraron en su real dimensión la designación de “abierto” que era la forma de designar “la verdad”, el desocultamiento. Es decir, para el filósofo alemán, Argentina era un lugar donde estaba la verdad.
La comunidad Organizada
En su carácter de Primer Mandatario, Perón tuvo a su cargo, el 9 de abril de 1949, del cierre del Congreso. Fue una conferencia descollante que se convertiría en una de las bases doctrinarias del movimiento justicialista: La Comunidad Organizada.
Según consta en una de las actas, Perón inició su conferencia diciendo: “Alejandro, el más grande General. Tuvo por maestro a Aristóteles. Siempre he pensado entonces que mi oficio tenía algo que ver con la filosofía”. Continuó diciendo: “No tendría jamás la pretensión de hacer filosofía pura, frente a los maestros del mundo en tal disciplina científica. Pero, cuanto he de decir, se encuentra en la República en plena realización”.
Perón demostró en su total dimensión su papel de estratega comprometido en la búsqueda de un destino común, tal como lo dice al finalizar su notable disertación: “Nuestra comunidad tenderá a ser de hombres y no de bestias. Nuestra disciplina tiende a ser de conocimientos, busca ser cultura. Nuestra libertad, coexistencia de las libertades que procede de una ética para la que el bien general se halla siempre vivo, presente, indeclinable”.
El pueblo Argentino sabía que el que estaba hablando no sólo “decía” con precisión su ideario, sino que también “hacía” para cambiarle la cara y el espíritu a la Argentina real.