Libros: “45 poemas paleoperonistas”, de Aurora Venturini y Fermín Chávez
45 poemas paleoperonistas es un libro de poemas peronistas, compilados por Aurora Venturini y Fermín Chávez.
En tiempos aciagos la mística peronista se fortalece recuperando el sentimiento de origen. Cada 17 de octubre es único en su tiempo, pero con la reminiscencia intacta: sentido de unidad y de lucha.
Compañero significa compartir el pan, aplicado a un montón de otras cosas, por eso el peronismo también es generosidad. Hace poco un compañero, gran amigo de Aurora y de Fermín, me regaló un libro. Un hallazgo que nació en homenaje al 17 de octubre de 1945: 45 poemas Paleoperonistas, una selección de poemas compilados por Aurora Venturini y Fermín Chávez, editado por Pueblo Entero en el año 1997.
Una pareja militante del campo intelectual que se conoció en el ámbito de la Peña de Eva Perón y se reencontraron muchos años después.
Él, un historiador entrerriano, que vivía en Buenos Aires. Ella, una poeta y escritora platense, llegada de París. Él, un militante de Perón. Ella, una militante de Eva. Ambos peronistas de la primera hora que supieron transitar la resistencia y plasmar el movimiento con la herramienta de la palabra.
En tiempos aciagos la mística peronista se fortalece recuperando el sentimiento de origen. Cada 17 de octubre es único en su tiempo, pero con la reminiscencia intacta: sentido de unidad y de lucha.
En la introducción, Aurora Venturini explica el criterio de selección de los poemas y poetas, la difícil decisión de descartar algunos del vasto universo de producciones dedicadas al movimiento y a sus líderes:
Por qué 45 poemas paleoperonistas
“Año 1945 es de recuperación nacional, de ahí la inclusión de 45 poetas, dejando fuera de la antología una cantidad muy considerable que tendremos en cuenta llegada la ocasión de otra entrega lírica.
La primera antología, Evita, mester de amor, reunió 52 poemas atendiendo al año del fallecimiento de la señora, 1952.
La actual o segunda, impone la figura del conductor, el general Juan Domingo Perón, y la aparición del mismo en el balcón de la Casa Rosada, al recuperar su libertad y ser por siempre bandera del pueblo que lo aclamó durante largas jornadas.
El prefijo paleo proviene del griego palaiós, viejo, antiguo.
La calificación “paleoperonistas” requiere una explicación más detallada e induce a la pregunta: ¿Hubo un peronismo tan arcaico?
El paleoperonismo es la idea arraigada fenomenalmente cual piedra encastada en el esqueleto creyente-fundador, dado que comulgar el ideal significa compartir la naturaleza del mártir cristiano de las catacumbas, que también a su manera y medida-y temporalidad-elaboraron revoluciones sociales, culturales, éticas y de valoración integral que derrumban el imperio de lo falaz y despectivo y ubican al hombre como centro de cualquier forma de interés.
El paleolítico es la edad más arcaica de la piedra.
Los primeros peronistas, los históricos, experimentamos frente a una durísima realidad sin alma, la idéntica soledad que nuestro tata cro-magnon a la sombra del muro de su caverna”.
En esta antología Aurora Venturini y Fermín Chávez reunieron a : Martín Castro, Claudia Martínez Payva, Alberto Vacarezza, Alfonso Depascale, Eutiquio Aragonés, Lisardo Zía, Luis Gorosito Heredia, Arturo Jauretche, Arnold López Torres, Cátulo Castillo, Homero Manzi, Luis Ortiz Behety, María Alicia Domínguez, Juan Oscar Ponferrada, Rómulo Aranguren Uarte, Julia Prilutzky Farny, José Arévalo, Enrique Olmedo, Alberto Ponce de León, Miguel Tejada, Julio Héctor Meirama, José María Castiñeira de Dios, Enrique Da Rocha, Osvaldo Guglielmino, Jorge Melazza Muttoni, Juan Quebracho, Godofredo Funes, Aurora Venturini, Pedro Maglione Jaimes, Raúl Mario Rosarivo, Fiorangel del Giudice, Fermín Chávez, Cayetano Laneri, Estrella Cancino, Roberto Luna, Mario Rey, Luis Ricardo Furlan, Raúl Jassén, Alfredo Carlino, Leonardo Favio, Juan Carlos Distéfano, Carlos Armando Costanzo.
Fulguraciones (Fermín Chávez)
Nacemos bajo la Cruz del Sur.
De sus cinco migas tan sólo vemos cuatro.
Eso es todo lo que poseemos.
Las gotitas de los grillos cantores no se ven.
Los jóvenes cadáveres no escuchan las sirenas.
Todos lo demás fluye como en Plotino.
El fierro es ceniza y se deshace.
El Viejo hizo un guiño en la pantalla
de la TV y se fue.
El invierno era lluvioso y nos mojamos.
No lo esperamos más al Viejo.
Nacemos bajo la Cruz del Sur.
Sólo nos queda ese orgullo.
Los grillos fulguran en gotitas.
También nosotros somos fulguración del Uno.
Silva de angustia por mi General (extracto) de Aurora Venturini
Somos los peronistas, compañero
somos los mismos
de un enero a otro enero.
Cuando nos bautizaron, compañero,
aceptamos la cumbre y los abismos,
palomas, sierpes y hasta cancerbero.
Así fue, así será, che compañero,
nos triza el cretinismo
de algún aventurero.
Pero cuando la marcha canta, compañero,
un chaparrón de cielo nos derrama,
impregna y nos define derrotero.
Y nos vamos andando
con o sin asidero
sin perdernos de vista, compañero.
Arrasados, quemados,
hundidos y faenados, compañero,
no fuimos derrotados.
El nombre de Perón es quien nos cubre
en la definición del mes de octubre.
Y por los socavones del misterio
ya nuestro pueblo entero
es heráldica en todo el hemisferio.
Había una mujer, era una hermana.
Todavía está aquí, la presentimos.
Eva Perón cuya presencia emana
Donde debimos ir, adonde fuimos;
cometimos errores
también nos confundimos.
Aun vendrán sitios peores.
Si la luz de la Evita perseguimos
seremos peronistas triunfadores.
De un enero a otro enero
por la gloria de cristo, compañero.
A Perón (Rómulo Aranguren Uarte)
Héroe que llegaste hasta la gloria
tras un vaivén de turbia marejada,
con un solo ideal por trayectoria
y una hueste leal, Descamisada.
Tuviste a los humildes por vanguardia
y fuiste siempre el hombre, el elegido,
y cubría, Perón, tu retaguardia,
la legión que formaba el oprimido.
Y hoy, cuando cumplida tu conquista
la era de paz, justicialista,
sonríe la esperanza de mañana.
Canta un himno de amor la patria entera,
la que tú nos forjaste, verdadera,
más justa, pura, noble y soberana.
Estoy orgulloso de mi General (Leonardo Favio)
Cantando voy los caminos
porque es mi destino
cantar y cantar;
soy amigo del amigo
y a los enemigos
yo no les doy paz.
Soy dueño de mi destino,
de todos mis sueños
y mi libertad.
Me siento hermano del viento
y si un niño llora
me pongo a llorar.
Me enamoré del silencio
y en el largo rato
me suelo quedar.
Muchos dicen que estoy loco
y yo no me enojo
porque eso es verdad:
loco de amor a la gente,
de amor a la vida
y a la libertad.
Tengo el amor de quien amo,
qué más a la vida
le puedo pedir.
Amo el amor de los niños
y si veo un preso
me siento morir.
Amo la vida y el canto,
me gusta gritarlo
porque es mi verdad.
Soy soldado de mi pueblo
y estoy orgulloso
de mi general.
Tener este libro en mis manos es producto de una cadena maravillosa: un regalo, que a su vez fue regalado por personas muy valiosas. En fin, una entrega que solo ocurre en este movimiento revolucionario del amor y que se manifiesta en la verdad número seis: “Para un peronista no hay nada mejor que otra peronista”.