Se presenta “Tango Feliz”, el nuevo disco de Gabriel Rivano

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    Gabriel Rivano
ESTRENO MUSICAL

Se presenta “Tango Feliz”, el nuevo disco de Gabriel Rivano

02 Julio 2023

El bandoneonista y compositor presenta nuevo disco, Tango Feliz, junto a su quinteto y músicos invitados, el miércoles 26 de julio a las 20 hs, en Bebop Club (Uriarte 1658, Palermo) y conversó con AGENCIA PACO URONDO sobre esta obra que une la tradición del tango con elementos rítmicos y armónicos novedosos. En este trabajo participaron notables músicos como Abel Rogantini (piano), Diego Suárez (flauta), Fernando Galimany (contrabajo), Leandro Savelón (batería y percusión), Minino Garay (percusión), Leonardo Ferreyra (violín), Fabrizio Zanella (violín) Santi Castellani (trombón), Pato Villarejo (cello), Eduardo Avena (percusión) y Diego Martínez (bajo), entre otros.

Gabriel Rivano nació en 1958 en Buenos Aires, en el barrio de Almagro. Descendiente de una familia de músicos, es nieto de Adolfo Pérez Pocholo, bandoneonista y compositor de la guardia vieja del tango, de quien heredó el bandoneón con el que su abuelo tocó con Firpo, Canaro, Gardel y grabó discos 78 con su orquesta típica.

Entre 1979 y 1988 estudió bandoneón con Daniel Binelli, Rodolfo Daluisio, Alejandro Barletta y Rodolfo Mederos. Desde 1981 ha integrado numerosos grupos de tango y ha tocado junto a artistas de distintos géneros, como Orquesta típica de Roberto Pansera -acompañando a los cantores Alberto Podestá y Roberto Rufino, entre otros -, Hermeto Pascoal, Cuarteto Cedrón, Gustavo Beytelmann, Jaime Torres y Antonio Agri.

Ha realizado conciertos ininterrumpidamente desde 1981 hasta la actualidad, como solista y con diferentes proyectos, en prestigiosos auditorios de numerosos países de América, Europa, Oceanía y Asia. Tocó en cinco oportunidades en el Teatro Colón con distintos ensambles.

En el año 2007 ganó el primer premio en el concurso internacional de composición "30 años de vida venciendo a la muerte", organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Asociación Madres de Plaza de Mayo por su Concierto para bandoneón y orquesta". La obra fue interpretada por el compositor junto a la Orquesta Juan de Dios Filiberto, dirigida por el Maestro "Popi" Spatocco.

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Agencia Paco Urondo: Luego de un extenso recorrido de grabaciones, conciertos, giras y colaboraciones con grandes artistas, llegás a tu disco número 14 ¿Ves a Tango Feliz como resultado de todo ese camino? 

Gabriel Rivano: Todos los discos que hice los viví como sueños logrados de plasmar mi visión de la música en distintas temáticas, y cada uno tuvo su proceso diferente. Por ejemplo, el primero, Gabriel Rivano, fue imaginado en las 5 giras que hice con el Cuarteto Cedrón y sus distintos proyectos, entre junio de 1989 y junio de 1990. En algunas noches de insomnio en París, fui imaginando/deseando con qué instrumentos y músicos grabaría cada tema. Así fue que aproveché para grabar con los músicos con los que tocaba en Francia con Cedrón, como Luis Rigou o Antonio Agri, que vio cómo estudiaba orquestación en el Pompidou y me alentó para grabar con su cuarteto de cuerdas. El día anterior a la grabación se accidentó y no pudo grabar, pero sí lo hizo su hijo Pablo y José Bragato.

Mi  disco Tradición (1997) vino de un recorte de una nota sobre Stravinsky que hablaba sobre la tradición, no como reliquia del pasado sino como una posibilidad de recibir algo y volver a florecerlo. De esa frase me vino la idea de hacer un disco con música de mi abuelo - Adolfo Pérez Pocholo, bandoneonista y compositor, de quien heredé el bandoneón- . Durante varios años tuve ese recorte en la pared hasta que sentí que había llegado el momento de grabarlo.

Puedo decir que Tango Feliz es parte de ese camino, de mostrar mis distintos mundos y, seguramente, el resultado de mis experiencias anteriores. En este caso, hacía varios años que no grababa porque sentía que ya no había interés en los discos. Pero a raíz de motivos personales que me tenían un poco triste durante una gira por Brasil, me puse a pensar qué cosas realmente me hacían bien para salir de ese estado, y así surgió la idea de grabar cuando volviera a Argentina. El disco fluyó de una manera increíble y me dio una alegría enorme hacerlo. Grabé en un estudio excelente, a la vuelta de mi casa. Convoqué a muchos músicos increíbles y se pudo organizar todo, sin problema. Una amiga me había dicho una vez que mi música era muy rítmica y que debía usar batería. Quizás recordando ese consejo, usé batería por primera vez en un disco mío.

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Gabriel Rivano

APU: ¿Cuál fue el hilo que conectó a las composiciones de este disco?

G.R.: Son todas composiciones realizadas entre 2014 y 2022. Quizás, ese sea el hilo, y cierta vitalidad en las mismas que permitieron improvisaciones. Aparte de la instrumentación melódica, que en mi música en general ronda la flauta traversa, el bandoneón, el violín y el cello. En este disco reemplacé a la guitarra (instrumento que suelo usar) por el piano, que fue interpretado magistralmente por Abel Rogantini.

APU: Cada año, pasás largas temporadas tocando en Europa ¿Qué te devuelve su público? ¿Y qué te da Buenos Aires, ciudad donde elegís seguir viviendo?

G.R.: En Europa -en general, Alemania y Suiza- suelo hacer principalmente conciertos de bandoneón solo, algunos en dúo con diferentes músicos y, a veces, proyectos más grandes, como Buenos Aires Madrigal, del Ensamble La Chimera, que era un ensamble con laúd, tiorba, consort de violas da gamba, dos cantantes líricos y bandoneón. Entre 2002 y 2014 tocamos en grandes teatros de todo el mundo y grabamos un disco exitoso para Marecordings, un sello japonés. Hacíamos la llamada música antigua (Monteverdi, etc) combinada con tangos clásicos. Mi papel era un poco de puente, improvisando y uniendo mundos. El bandoneón y las violas da gamba (que tienen cuerdas de tripa) funden sus sonoridades muy bien.

En los conciertos de bandoneón solo toco tangos, desde los de la guardia vieja hasta mis obras más modernas, algún tema de Gismonti o Jobim, y algún tema mío de raíz folklórica. Siempre con absoluta libertad y la posibilidad de improvisar.

El público, allá, viene a mis conciertos con bastante apertura; no tiene un prejuicio de lo que va a sonar e inclusive, al no conocer las temáticas de los tangos instrumentales, los recibe como música más abstracta, sin tener una idea previa. Al mismo tiempo, suelen tener una educación musical bastante fuerte desde chicos (cantan en coros en la escuela y es muy común que toquen instrumentos clásicos), lo que hace que se valore mucho el tipo de música que yo hago, es un desafío para mí prepararme durante el año para cada gira. Me hace muy bien y el viaje en sí lo vivo como una aventura y no como un trabajo.

Buenos Aires me da la raíz emocional y la posibilidad de prepararme para el mundo. Además, puedo grabar y tocar mi música con músicos brillantes como los que me acompañarán el 26 de julio en la presentación de Tango Feliz.

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Tapa tango feliz