Tango en tiempo presente
Por Agencia Paco Urondo
Lautaro Mazza nació en La Plata, tiene 26 años y desde que escuchó a Gardel quiso ser cantor. Con un recorrido asombroso para su edad, juega en las grandes ligas: es el cantor de la Orquestad del Tango de Buenos Aires y fue el último vocalista del sexteto del mítico bandoneonista Raúl Garello. Trabaja sin prisa pero sin pausa y es por eso que recién después de mucho pensarlo decidió debutar con un disco solista. “Siendo” es la síntesis de estos años de carrera –que ya son más de 10- : un disco de tangos clásicos (más “Distancia” de Alejandro Dolina) con un tratamiento en los arreglos que rescata lo mejor de la tradición de la época de oro del tango. Lautaro Mazza tiene una voz cristalina, es afinadísimo –si cabe el aumentativo- y lleva el tempo de los cantores de orquesta: sin ralentar los versos, ajustado, con un fraseo exacto. Es un intérprete que sintetiza la escuela de los grandes cantores sin haber tenido ni remotamente la posibilidad de cruzarse con aquellos maestros. En su caso las herramientas que lo llevan a comprender tan bien el linaje del cantor de tangos clásico son el estudio, la búsqueda de los materiales, la escucha atenta y su trabajo con maestros como Cuacci, Garello, Marconi, entre otros.
El disco fue presentado ya en la Sala Argentina del Centro Cultural Kirchner y este domingo a las 21 vuelve al escenario de Café Vinilo, donde serán de la partida el pianista y arreglador del material, Oscar De Elía y la cantante Inés Cuello, una de las voces más destacadas de su generación.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuándo y por qué decidiste que era momento de grabar tu primer disco?
Cuando comencé a cantar en Buenos Aires (nací y viví mucho tiempo en La Plata) algunos medios de difusión o sitios culturales comenzaron a pedirme material discográfico. Tenía 18 años y, si bien la idea de grabar comenzó a instalarse en mis planes, consideraba que no era el momento y que debía consolidar algunos conceptos y aprehender otros. En el año 2016 ya estaba trabajando como cantor de la Orquesta del Tango de Buenos Aires y con el Sexteto de Raúl Garello y en ese momento decidí grabar el disco. Esos años de experiencia fueron necesarios para empezar a pensar en dejar un testimonio, porque sentí que aquellos conceptos estéticos ya estaban claros para mí.
APU: ¿Cómo fue el proceso de producción del material, quienes te acompañaron?
LM: En ese entonces elegí como director musical de "Siendo" al Maestro Oscar De Elía, quien supo entender mis requerimientos con respecto al acompañamiento musical que necesitaba. Le confié los arreglos y la elección de los músicos (la mayoría de ellos integrantes de la Orquesta Nacional de Música Argentina "Juan de Dios Filiberto"). En paralelo fui eligiendo el repertorio. Fue una ardua tarea que me llevó dos años. Cada una de las obras tiene una razón para integrar el disco. Por otro lado, quise incluir a aquellas personas que, además de despertar en mí una gran admiración, han sido pilares de mi carrera profesional: fue una gran alegría que Néstor Marconi, Juan Carlos Cuacci, el Sexteto de Raúl Garello y Ariel Pirotti hayan aceptado la invitación de inmediato.
APU: Sos muy joven y a la vez tenés una carrera prolífica ¿cuándo comenzaste a dedicarte a cantar tango?
LM: Si es que es así como decís, creo que la juventud es sólo un accidente. Un accidente que pone a disposición una gran energía, perseverancia y, por qué no, pertinacia. Y cuando eso va acompañado de mucho trabajo y estudio posiblemente uno vaya alcanzando ciertos territorios que, por supuesto, han sido enfáticamente anhelados. A los 12 años comencé a cantar en forma totalmente inconsciente y precaria pero tuve la suerte de seguir algunos consejos que me llevaron a buscar un adiestramiento más formal y de inmediato comencé a estudiar. Los 2 años iniciales estudié con Omar Bolívar en la Casa del Tango de la Ciudad de La Plata. A los trece años ya cantaba en público y a los catorce en forma profesional. Luego decidí profundizar el camino con quién es hoy mi maestro de canto: Mario Bracco. Con él estudio desde hace 12 años ininterrumpidos.
APU: ¿Cómo fue conocer y luego trabajar con Raúl Garello?
LM: Conocerlo fue una de las experiencias más significativas de mi vida. Desde que comencé a cantar leía su nombre en la gráfica de los discos de Goyeneche y, al escucharlo, era inevitable sentir una gran admiración por él. Admiración vestida de una distancia inapelable. Por eso conocerlo a Raúl fue tan impactante y, por supuesto, el día que levanté el teléfono y del otro lado escuché su voz convocándome a cantar con su agrupación toqué el cielo con las manos. De pibe escuchaba al Polaco cantar "Viva el Tango!" con su orquesta y años después ésa fue la canción que nos vio juntos a Garello y a mí en un escenario. Por supuesto que esa obra es el epílogo del disco donde le brindo un homenaje junto a su sexteto.
APU: Cantás además con la Orquesta del Tango de Bs As, ¿cómo es el trabajo cotidiano con una formación de esa envergadura?
LM: Es transitar constantemente el cumplimiento de un viejo sueño teñido de cotidianeidad. A pesar de que ya llevo 5 años junto a la orquesta, todos los días siento una profunda alegría pero, además, una gran responsabilidad. Eso es lo lindo: rendir examen en cada presentación y no dejar de sentir nunca esa adrenalina que genera cumplir un sueño.
APU: ¿Cuáles con tus proyectos luego de la presentación del disco?
LM: Quisiera poder llevar "Siendo" a distintos públicos y acercarles otra mirada del género. Una mirada que últimamente es poco frecuentada y que tiene que ver con una tradición que, a veces, pareciera olvidada. Aprovechando la contemporaneidad de las temáticas que recorre mi repertorio me gustaría, a través del canto y retomando algunos valores artísticos, acercar el género a los jóvenes. Por suerte compruebo a diario que es posible y que la gente de mi edad, por ejemplo, no es indiferente.
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