“Tres centímetros de un frío infinito”: una obra sobre la tenista Mónica Seles

El 30 de abril de 1993, la tenista Mónica Seles, en ese entonces considerada número uno del mundo, fue apuñalada por la espalda, durante el descanso de un partido, por un fanático de Steffi Graf. Estaba sentada moviendo las piernas porque sentía frío y de repente esa sensación de frío subió hacia mi espalda, va a decir después. De ese frío, de ese hecho trágico que cambiaría la vida de la tenista para siempre, Ivana Schiaffino va a hacer una obra poderosa, Tres centímetros de un frío infinito, con la que va a ganar el Premio Estímulo a la Escritura “Todos los tiempos el tiempo”, PROA 2022. Interpretada por Danae Cisneros, y dirigida por Gabriela Ram, la obra capta la dimensión poética de ese partido en el que va a ocurrir la tragedia.

En el hall del Club Estrella de Maldonado, un televisor muestra el momento del ataque. No vemos cuando el cuchillo entra por su espalda, pero escuchamos su grito. Como en un loop, el ataque se produce una y otra vez. No se pueden sacar los ojos de la pantalla, y como efecto de esa acumulación, se produce una emoción extraña, una mezcla de morbo, horror y tristeza. Es bajo ese estado en el que uno entra a la sala, preguntándose en qué momento de ese último partido se va a situar la obra.  

La sala, en realidad un vestuario, es chica, entran muy pocas personas. Una luz azul, como de ensueño, ilumina todo el espacio. Hay humo y Mónica está en pleno partido. Depredadora ágil, ya tiene a su contrincante de rehén. Golpea y controla todo mientras camina por el borde filoso de su conciencia. Las suelas de sus zapatillas blancas suenan contra el suelo, y podemos imaginar la pelota dibujando su trayectoria en el aire. Ya sabe lo que se aproxima, que va a caer de esa gran altura, que va a golpear con fuerza contra el suelo rojo. No puede hacer nada, el destino es ineludible. Ella espera su caída y nos lo cuenta. Porque, así como maneja su raqueta, lo hace también con su lengua. Afilada y poética. Musical y narrativa. 

En la obra, Mónica es consciente de su excelencia, pero no de su soledad. Es la mejor, está en la cima, y puede derribar a su enemiga con un solo golpe. Un cuerpo disciplinado, que solo quiere ganar y ganar, que no deja que nada se le note, que cuando su deseo empieza a aparecer, lo aplasta como a un bicho. Porque Mónica tiene hambre, Mónica quiere llenar su panza de alcohol, bailar sobre un parlante, pero no va a ceder a ese deseo. Ningún pensamiento puede reflejarse en su mirada, sería como liberar el espacio que ella marca muy bien, que sabe dominar. Tiene todo bajo control –eso cree-, incluso la respiración. Para ganar, sabe que eso es vital.

Desde la grada, su papá la saluda. Detrás de una mujer como ella, siempre hay un padre monstruoso que instaura la ley. Pero Mónica sigue y sigue, porque ella es solo una chica que golpea con furia la pelota esperando que la tragedia suceda.

Ficha técnica

Texto: Ivana Schiaffino

Actuación: Danae Cisneros

Diseño de luces: Andrés Velásquez

Diseño de Vestuario y Arte: Nadia Sandrone

Diseño Sonoro: Pablo Bursztyn

Diseño de Movimiento: Romina Padoan

Asistencia de Dirección: Santiago D`Ambrosio

Fotografía: Zahira Rivero

Diseño Gráfico: Lara Guisolfi

Dirección: Gabriela Ram

Producción: Carola Parra

Coordinación general: Danae Cisneros

 La obra se puede ver todos los domingos de septiembre, octubre y noviembre a las 19.30 y a las 21 h en el Club Estrella de Maldonado. Entradas por Alternativa teatral.