Circuito Camps: convierten la comisaría 5° en Espacio para la Memoria

Por Rocío Cereijo

Fue declarada “Espacio para la memoria y promoción de los derechos humanos” la Comisaría Quinta de La Plata, uno de los centros clandestinos de detención que conformaron el “Circuito Camps”
En un acto donde primó la tensión por las manifestaciones del colectivo Asamblea Vecinal Parque Castelli, se declaró “Espacio para la memoria y promoción de los derechos humanos” a la ex Comisaría Quinta, uno de los centros clandestinos de detención (CCD) más cruentos de la última dictadura cívico militar.

La jornada contó con la presencia del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli; el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda; el provincial, Guido Carlotto; la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; y el nieto restituido Leonardo Fossati, entre otras personalidades relacionadas a la lucha por los derechos humanos. Si bien estaba previsto que comenzara para las once de la mañana, los discursos se retrasaron por la intervención de vecinos del barrio que resultaron víctimas de la inundación platense del 2 de abril de 2013.

“Hemos dejado inaugurado un sitio de memoria donde existió el horror. Hoy va a ser un lugar lleno de alegría, de verdad, de justicia y de memoria”, destacó el secretario de derechos humanos de la provincia Guido “Kibo” Carlotto quien, una vez más y a diferencia de su hermano Remo, se apegó a Scioli para las próximas elecciones presidenciales. En esta línea, destacó la “decisión política” del gobernador de resignificar este espacio, aunque evitó mencionar que se trató de un pedido expreso del Tribunal Oral en lo Criminal Federal n°1 de La Plata  (TOCF n° 1) a fines de 2012.

Asimismo, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, dijo que se trataba de un sueño cumplido “duro, pero necesario” para no perder la memoria, a través de la señalización de los espacios por donde pasaron las víctimas de la dictadura. Con respecto al funcionamiento del CCD como maternidad clandestina dijo: “Al entrar a esa cocina donde nacían esos pequeños, me pareció escuchar los gritos de sus mamás, la desesperación de pensar qué pasaría con esos niños y los llantos de esos bebés que, felizmente, las abuelas estamos encontrando de a poco”.

El Secretario de derechos humanos de la Nación, Martín Fresneda, celebró el nombramiento de la comisaría como un nuevo espacio para la reflexión y la promoción de los derechos humanos. Además, repudió al genocida Ramón Camps y recordó a una víctima fatal previa a la última dictadura cívico militar: “La antesala fue en 1971, cuando asesinaron vilmente a Osvaldo Fernández, un odontólogo que pasaba por este lugar”.

A lo largo del acto, el colectivo Asamblea Vecinal Parque Castelli se manifestó contra el gobernador y el concejal Gabriel Bruera allí presentes, exigiendo justicia por los desaparecidos de la inundación que, según afirman, serían “muchos más de los 89 que aparecen en el listado oficial”. En esta línea, los vecinos afirmaron no estar en desacuerdo con las políticas que reivindican la memoria, la verdad y la justicia en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado; sin embargo, dicen estar “cansados de ser silenciados” e ignorados por Scioli y el intendente platense, Pablo Bruera.

El circuito represivo de Ramón Camps y Miguel Etchecolatz

La Comisaría Quinta formaba parte del circuito represivo denominado “Camps”, en alusión al genocida Ramón Camps, quien estaba a cargo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires desde 1976 y murió impune en 1994. En diciembre de 2012, en la sentencia del juicio que condenó a 23 represores, el TOCF n° 1, presidido por Carlos Rozanski, había solicitado que el lugar dejara de funcionar como un destacamento policial y fuese destinado a la creación de un espacio para la memoria.

Se calcula que por la Comisaría Quinta pasaron más de 300 personas y nacieron, al menos, dos bebés en cautiverio: Leonardo Fossati y Ana Libertad Baratti de la Cuadra, restituidos en 2005 y 2014, respectivamente. Otros de los niños que fueron vistos en el lugar fueron José Sabino, de dos años, y María Eugenia Gatica Caracoche, de un año; ambos fueron vistos en el lugar y luego apropiados. El de Mónica Graciela Santucho, cuyo cuerpo fue recuperado en 2009, resulta uno de los casos más atroces por tratarse de una adolescente de tan sólo 14 años, que fue brutalmente torturada, abusada y asesinada.
Durante el terrorismo de Estado, esta comisaría ubicada en una de las diagonales más transitadas de la ciudad, siguió funcionando como una dependencia policial, mientras que en el espacio trasero había víctimas detenidas clandestinamente, que eran torturadas psíquica y físicamente; muchas de ellas continúan desaparecidas.

Podrá accederse al nuevo espacio para la memoria y promoción de los derechos humanos por el mismo portón donde ingresaban por la fuerza a los detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico militar. Si bien muchas de las instalaciones fueron refaccionadas, todavía pueden percibirse la dimensión de los espacios, la falta de iluminación, la humedad, entre otros componentes de un lugar que siguió albergando a presos hasta apenas algunos años atrás.