La Noche de los Lápices que se vivió en Santa Fe
Por Daniel Dussex
En el marco de las actividades por el mes de la Memoria, en el Centro Cultural Provincial “Francisco Paco Urondo” de Santa Fe se presentó el libro "UESOS, La Memoria Dibujada", una edición de autor del dibujante Raúl Viso.
Podemos decir sin equivocarnos, que "UESOS…" es algo más que un libro. En sus páginas se hallan las ilustraciones de Raúl Viso, pero también las voces de quienes dan testimonio de esa otra "noche de los lápices" que también se vivió en Santa Fe.
El título del libro es porque quienes fueron protagonistas de estos hechos eran integrantes de la UES, Unión de Estudiantes Secundarios.
Lleva el prólogo de la ex ministra de Innovación y Cultura de la provincia de Santa Fe, María de los Ángeles "Chiqui" González, quien señala: "Si algunas obras de arte pueden considerarse revolucionarias, entre ellas está la de Raúl Viso, porque su devenir no es lo análogo y lo sustitutivo. Muy por el contrario, se consagra como revelación y dice 'otra cosa' que, a veces, las palabras callan".
El libro abre con una poesía escrita por Daniel Rafalovich en su exilio interno: "Dirían que teníamos los ojos gastados de consumir caminos para buscar otros… Pero eso sí: les pediría que no olviden que nunca supimos que estábamos despiertos". Y esa primera página también abre las puertas de testimonios que todavía faltaban ser contados: Froilán, Milagros, Víctor y el propio Raúl.
Raúl Viso dice que esta edición de autor, totalmente financiada por él, es un homenaje a quienes siguen estando presentes en nuestra memoria. La parte central del libro transita por la declaración gráfica, la misma que el autor hizo el día 25 de abril de 2019 en el marco de los Juicios por delitos de Lesa Humanidad en el Tribunal Oral de Santa Fe. Están los dibujos que se proyectaron en la sala, con los cuales describe la detención ilegal que vivió y padeció.
Los rostros de sus verdugos dibujados en esas cuevas del horror, sus picanas y capuchas. El grito desesperado de un compañero identificándose para que le avisaran a su familia que lo estaban torturando… y el disparo final.
Hace unos años, Raúl Viso sufrió un ACV y no sólo tuvo que aprender a dibujar con la mano izquierda, sino también a reeducar su voz. El momento de la declaración en el juicio que se llevó a cabo contra los responsables de este horror podría haberle generado una tensión mayor, es por eso que lo autorizaron a declarar proyectando su testimonio con material visual dibujado por él a través de un Power Point. Esa declaración gráfica forma parte central del libro.
Los otros testimonios que también se presentan son los de Víctor Astesiano, Milagros Almirón y Froilán Aguirre (sobrino del poeta Urondo) quienes dan cuenta de esa militancia en tiempos en que los centros de estudiantes estaban prohibidos y se luchaba por el medio boleto estudiantil, pero donde también cabía la utopía de soñar con una sociedad más justa.
La contracara de esa lucha estudiantil, de la que también dan cuenta esos testimonios, son los secuestros, detenciones ilegales y desapariciones que se vivieron en Santa Fe, porque como decíamos "La noche de los lápices" no solo ocurrió en La Plata, hubo muchas noches de los lápices en todo el país. En nuestra ciudad las botas militares entraron en los establecimientos escolares, en ocasiones sin pedir permiso y en otras con la complicidad de quienes avalaban ese entramado del terror.
No importaba que fueran menores de edad, para la picana no había acepción de personas.
La sicóloga Silvina Carmona que integra el Equipo de Salud del Programa Provincial de Protección y Acompañamiento a Testigos y Querellantes en los Juicios contra el Terrorismo de Estado y que acompañó a Raúl, también brinda su punto de vista en el libro: "Nombrar los estudiantes secundarios de aquella época implica traer esos hilos de la memoria que hoy se tejen con nuevas formas y nombres".
El equipo que trabajó en la realización de este libro que se presentó el lunes 21 de marzo en el Centro Cultural Provincial "Francisco Paco Urondo", se completó con los nombres de Luciana Viso, Marianela Alegre, Claudio Cherep y José Nagahama. Fue una cita con la memoria dibujada y contada con firmes trazos, convicciones e ideales.