Lohana Berkins: "Estamos fundando la 'matria peronista'"
LPU: Aparentemente entre hoy y mañana el Senado daría la media sanción que falta, a la ley de identidad de género que se sancionó en Diputados el año pasado ¿Contanos un poco cómo es y qué tiene de novedoso?
LB: La verdad es que la ley es superadora a todas las leyes que hay en otros países. Primero, la ley no exige bajo ningún punto de vista ningún cambio físico para obtener la ley. Las mujeres saben cómo hay que pagar con el cuerpo para obtener un derecho. La ley en ese sentido no establece ningún requisito físico ni someterse a ninguna operación, simplemente con la voluntad consentida de la compañera o compañero que se presente en algún registro civil del país, va a poder acogerse al beneficio de la ley.
Otra cuestión de la ley es la gratuidad, en otros países generalmente hay que hacer un montón de trámites, hay que pagar, y acá va a costar lo mismo que cambiar el DNI, en cualquier registro civil del país y a su vez la ley contempla también, que quien lo desee puede someterse a cirugías totales o parciales, ese es otro artículo. Para alguien su aspecto físico, trabajar su imagen corporal puede ser bastante importante, pero insistimos en que no es un requisito, es una ley que no está anclada en la patología, esto quiere decir que no tenemos que asumir ninguna condición de enferma, nada de estas cuestiones. Después, el tema de los menos y las menos de edad que van a poder presentarse y hacer un trámite en el registro civil como reserva para el cambio de su nombre, en caso de que alguna madre o padre se negara a que el niño o niña se someta a esa situación, hay una figura que está bastante olvidada, que se llama el abogado del niño, que el Estado u organizaciones podrán proveer al niño o niña un abogado para que asista en esta demanda. Hemos tratado de que sea una ley general, contemplativa de todas las realidades que hay y puedan existir, no nos hemos enfrascado en definiciones, ni cosas muy taxativas para que la ley no termine siendo obstructiva para cualquier realidad que aparezca.
LPU: ¿Esta es una ley que una vez sancionada las provincias tienen que cumplir? Sobre todo por el tema de los recursos ¿Cómo tienen pensado el día después?
LB: Si, creemos que el cumplimiento y monitoreo de la aplicación de la ley va a ser la parte más dura, esto va a ser una ley nacional, aprobada, promulgada por el Poder Ejecutivo, no es una ley que se debería implementar en todo el país. Lo que tenemos es la aparición de resortes fundamentalistas religiosos, que quieren convertir el pecado en un crimen. El cumplimiento de la ley va a ser algo muy fuerte, primero en nuestra propia comunidad, que ya estamos trabajando, informando en qué consiste la ley, cual es el alcance, cuales son las condiciones. Todo esto con organizaciones feministas de mujeres del campo popular y después en los propios registros, por ejemplo, yo que soy de Salta, Urtubey se negó a acatar la orden de la corte, en este fallo del aborto no punible, imagínense esta ley. Pensamos que no van a hacer una cruzada en contra de esto pero pueden presentarse algunos problemas, con lo cual nosotros estamos tratando de que esto no ocurra, que se aplique la ley sin problema después de que sea reglamentada.
LPU: ¿Qué sería el concepto de género auto percibido?
LB: Primero, hay que entender que todos y todas tenemos género, no solo las travestis. Cuando una nace con una genitalidad y se construye o se autoconstruye en otra identidad, esto ya lo dijo Simon de Bu, “mujer no se nace sino que se hace”, o sea que la biología no es un destino, porque naces como un pene no tenes que morir como un hombre, además con las implicancias que tiene sobre todo en sociedad machistas, el ser hombre o ser mujer, acá no es lo mismo ser Juana que Juan.
En la cuestión auto percibida se dan dos cosas, una es quienes asumimos una identidad travesti y otra, también se habla mucho en la apariencia de género. En estas sociedades que tienden a regular la “binariedad” varón-mujer, y a marcar bien a fuego esto, es como cuestión de estándar. Hay muchas personas que rompen con esos moldes o estereotipos, pongámoslo claro, si en el movimiento piquetero aparece uno, que se espera que sea macho y ruda, y no es ni travesti, ni gay ni nada, pero quiere construir su apariencia masculina desde otro lado, cuestionando la “masculinidad” impuesto por una sociedad. Esa es la cuestión de la apariencia de género y la cuestión auto percibida es cuando una se percibe a sí mismo, sino nosotras caemos en la trampa de que para ser travesti tenemos que tener unas tetas enormes como Moria Casan, tenes que ser platinada, andar en tacos de 30 centímetros, entonces hay una cosas más fuerte que es, cómo uno se auto percibe, como un cree que es, como uno es en realidad. Si nosotras hubiésemos dicho que la ley se llame, en vez de ley de identidad de género, ley de travestis….¿Qué sería una travesti? Entonces hay que ir ampliando, avanzando, profundizando en las construcciones de identidades.
Me pasa que yo a pesar de no ser una travesti tan grande, las niñas travestis de ahora se construyen de otra manera. Cuando era joven, el modelo femenino imperante era Moria Casan, y hoy las niñas travestis se construyen con la Lopilato, es decir, otros modelos de mujeres. Esa es la cuestión de la auto percepción, cómo uno cree, cómo uno siente, porque no solo está implicado el cuerpo, sino tenemos que someternos a cirugías clandestinas por creer que cómo nos ven los demás define cómo somos, y no es así.
LPU: ¿Cómo crees que va a impactar esto en la unidad básica, en el local, en la militancia más peronista de base?
LB: Creo que se está fundando la “Matria Peronista”. Cristina es la presidenta y ya Eva Perón decía que donde hay una necesidad hay un derecho. Eva fue una figura absolutamente disruptiva en esa sociedad, vivía con un hombre con el que no se había casado, el concubinato acá era un pecado absoluto.
Hay que seguir avanzando en estas cosas, entender que nosotros no somos un agregado de nada, las que vivimos en los barrios, en el campo popular, somos eso también, podemos ser putos, peronistas, travas, y ser del campo popular. Hay que volver a discutir la ciudadanía y la democracia entendiendo que la gente puede creer en lo que quiera pero no admitir a los fundamentalismos religiosos que por cuestiones morales nos quieren quitar el derecho.
Hay que volver a plantear la construcción de la política incluyéndonos a todos y todas, no ser el agregado de nada, no como me dijo una vez un dirigente de izquierda cuando yo planteaba estas cosas: “Lohana, eso divide al sujeto”... Yo en ese momento no supe que contestarle, pasaron muchos años, lo encontré y le dije: “Sabés que, ser de esta ideología y ser trava enaltece al sujeto”. Es eso: ser peronista, trava, del campo popular, enaltece al sujeto, enriquece.
La ley la tiene que festejar toda la sociedad porque es un avance para todos. Que niños y niñas puedan dialogar con nuestras sexualidades, si son atravesadas por estas cuestiones. Además, las travestis somos las hermanitas más pobres del movimiento lésbico porque venimos de los pueblos, somos barro. Hay que pensar cómo empezamos a incluirnos, como una parte del entramado del campo popular y que cuando nos atacan o niegan nuestros derechos, nos atacan a todos y todas.