No todo fue pandemia: qué pasó en 2020 con los juicios por delitos de lesa humanidad
Por Paula Viafora*
2020 fue un año para el olvido. Pandemia. Desastre económico. Argentina no escapó a la realidad mundial. Como un barco que navega por aguas turbulentas en medio de una tormenta despiadada, ignoramos cómo será el futuro, vivimos un día a día, acompañados por una cifra temida de infectados que se informa hacia el atardecer, justo al caer la noche y sentir que la desesperanza se acrecienta cada vez más.
En este contexto, sin precedentes, con una realidad adversa, en un año en que la mayoría tuvo otras preocupaciones, reales, sin duda, también debemos destacar y visibilizar una labor de suma importancia que se llevó a cabo en ámbitos tribunalicio. Argentinos que, conscientes de lo importante que significa estar escribiendo la historia de los sucesos más aberrantes ocurridos en nuestro país, hicieron una entrega enorme.
Me refiero a la continuidad de los Juicios por Delitos de Lesa Humanidad, cometidos durante la última dictadura cívico militar. Más allá de la natural voluntad de conocer la verdad y traer una justicia reparadora, un reconocimiento, un salvataje al olvido, en este año en particular, el valor de los juicios se multiplica. tanto en el plano real como el simbólico. Cada persona involucrada, jueces, secretario, fiscales, abogados, testigos, empleados judiciales, empleados del servicio penitenciario que debieron crear un sitio para que los imputados sigan las audiencias, con dificultades técnicas, pocos recursos, conecciones que fallaban..pero nada de esto impidió el propósito. Hubiera sido más fácil posponer las audiencias para más adelante confiando en que pronto todo volvería a la normalidad, pero no. Se decidió valientemente la continuidad.
Al contar con más tiempo en mi casa debido al trabajo domiciliario, tome el hábito de seguir las audiencias por la mañana mientras trabajaba. En cada una de ellas, ya sea en Ciudad de Buenos Aires, Amba, o cualquier sitio del interior, vi como común denominador muchas ganas de concretarlas. Ante problemas de audio o conexión se esperaba con paciencia, sin apurar a quien no entendía la tecnología, jueces que con el mejor tono pedagógico explicaban a testigos estrategias para mejorar la conexión. Teniendo en cuenta detalles jurídicos y procesales fundamentales, como por ejemplo, detener la audiencia ante la falla de conexion del imputado para no violar el derecho de defensa, o cosas impensadas para la solemnidad de una audiencia judicial, cotidianas y simples, como interrupciones por un timbre que suena y hay que responder o el perro de la casa que irrumpe con sus ladridos. Y podría dar más ejemplos. Nunca un gesto de cansancio, nunca una demostración de impaciencia. Siempre la mejor disposición, el mejor uso posible de la tecnología cuando deban exhibirse planos o fotografías.
A la fecha hay catorce juicios en curso. Se llevaron adelante infinidad de audiencias, hay juicios en todas las etapas:
Iniciados en 2020: Esma V /CABA), Subzona 1.4 , La Pampa, por delitos de Lesa Humanidad cometidos en Neuquén el 1976, contra 16 acusados;
Recibiendo testimoniales: Triple A, Bahía Blanca, Malacalza “Vuelos de la Muerte” San Martín Pcia de Buenos Aires;
Etapa de alegatos: Contraofensiva Montonera y La Perla Córdoba;
Con sentencia dictada: CNU 2 Mar del Plata (Subzona 15), Orletti V, Megacausa 14 (Tucuman), Saint Amant /Rosario), Brigada de San Justo, etc en total se dictaron 13 sentencias en 2020;
Sentencia de Casación: confirmación de condena a Echecoltaz y otros represores del “Circuito Camps”;
Uno de los más importantes y conmovedores es el que se está desarrollando en el TOF ( Tribunal Oral Federal N°2) de San Martín, una causa conocida como “Vuelos de la Muerte”. Están declarando como testigos ex soldados conscriptos, quienes transitaron su Servicio militar en el predio de Campo de Mayo. Algunas de esas declaraciones llevaron al tribunal a tomar medidas muy importantes: se realizó una inspección ocular por parte del tribunal, fiscales, abogados y testigos. Los resultados fueron elocuentes. Se encontraron algunos aviones en estado de abandono, que presumiblemente se utilizaron para los vuelos en los que se arrojaba al Rio de la Plata o al Mar Argentino, a detenidos victimad del terrorismo de Estado previamente adormecidos por una inyeccion. Inmediatamente el Fiscal General Marcelo Garcia Berro ordenó: “Sr. Jefe del Estado Mayor General del Ejército, General de Brigada Agustín Humberto Cejas, que adopte los recaudos necesarios para que no se modifique el estado actual ni la situación jurídica de los aviones: Twin Otter matrícula AE-106 y Fiat G-222 matrículas AE-260, AE261 y AE-262”. Al Ministerio de Defensa se le requirió “que obtenga del Ejército Argentino y remita al tribunal, en forma urgente” el historial de vuelo y mantenimiento”.
A pedido del abogado querellante, Pablo Llonto, se realizará a cargo del Equipo Argentino de Antropología Forense “la excavación del triángulo de pasto que se forma en la intersección de la cabecera norte de la pista de despegue y aterrizaje con la de corretaje de aeródromo en la búsqueda de las ampollas que el testigo Escobar Fernández dijo haber observado en ese sector”. Con la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación como querellante, se comenzaron a investigar posibles vuelos de la muerte en la zona de Villa Paranacito, en el Delta de Entre Ríos. Según el testimonio de pobladores, en los años de la dictadura, era común ver helicópteros arrojando cadáveres que serían de detenidos desaparecidos.
Volviendo al predio de Campo de Mayo (5000 hectáreas de territorio militar que albergaron 4 centros clandestinos de detención), el 18 de enero, en una labor conjunta de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Abuelas de Plaza de Mayo y la jueza federal de San Martín Alicia Vence, y a cargo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), comenzaron los trabajos de relevamiento aéreo sobre la zona, cuyo objetivo es, mediante un escaneo láser, determinar anomalías bajo la superficie que pudieran indicar que allí hubo enterramiento de detenidos del centro clandestino. Esta teoría fue abonada por testigos y por Juan Carlos Scarpati, quien logró fugarse y pudo brindar su testimonio.
Según un relevamiento de CELS ( Centro de Estudios Legales y Sociales) en la actualidad hay 70 investigaciones judiciales por delitos de lesa humanidad finalizadas en los juzgados de instrucción a la espera de elevación a juicio oral. Muchos particulares, ex víctimas y familiares realizan sus propias investigaciones y las aportan. Tanto la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación como la Subsecretaria de Derechos Humanos de la Pcia de Buenos Aires han lanzado campañas durante 2020 para aportar material documental, fotográfico o testimonial que pueda estar en manos de particulares para acercarlos a las investigaciones y a la vez, abrirlos a la consulta pública.
Sin duda, todas las acciones mencionadas son de suma importancia. Este año se cumplirán 38 años de la conclusión de la dictadura 76-83 y seguimos desentrañando sus consecuencias. Aún hay heridas por cerrar y muchas preguntas por responder. Pero estamos en camino. Somos responsables ante futuras generaciones de dejar plasmada la verdad real, cruda, atroz...pero la verdad, teniendo una meta eterna que se resume en dos palabras, que ya no son originales pero que siguen expresando el anhelo de la mayoría: Nunca Más.
* La autora es abogada especialista en Derechos Humanos. El artículo se publicará en la revista Kaya en febrero de este año.