"Pudimos demostrar nuestra inocencia"
Por Enrique de la Calle
El juicio oral tiene lugar en el Tribunal Criminal 5 de Morón. Los jueces deberán determinar si Luz Gómez y Diego Romero fueron responsables del asesinato de un hombre en 2011. Por esa causa estuvieron dos años presos. Para la defensa se trata de una causa armada. Los jóvenes fueron apoyados durante las audiencias por organismos de Derechos Humanos, diputados nacionales del Frente para la Victoria, Vanesa Orieta (hermana de Luciano Arruga), entre otros.
Tras los testimonios de los acusados y de los testigos, los magistrados pasaron a un cuarto intermedio. El martes será el turno para que el fiscal desarrolle la acusación. Para la defensa quedó suficientemente demostrado que Luz y Diego no participaron del robo que terminó con la muerte de Castillo. "Pudimos demostrar nuestra inocencia", describió Romero en diálogo con AGENCIA PACO URONDO. "Ahora hay que esperar que dice el fiscal y después la resolución de los jueces. Queremos que haya justicia para nosotros, que somos inocentes, y también para la familia del hombre asesinado. En todo este tiempo no se investigó a los verdaderos responsables".
Los asientos de la primera fila de la sala fueron ocupados por el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y Pablo Pimentel de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza (APDH). Al igual que las audiencias anteriores, la hermana de Luciano Arruga, Vanesa Orieta, también se acercó a brindarles su apoyo. Afuera de la sala otro grupo de militantes mantuvo una radio abierta durante toda la mañana.
"Nos arruinaron la vida"
“Quiero que se haga Justicia por mí, por Diego, por nuestras familias y por la persona fallecida”, dijo Luz después de declarar durante una hora. La sala, que estaba repleta, estalló en un aplauso. “Éramos dos trabajadores más. A mi me arruinaron la vida de un día para el otro. No podía creer lo que me estaba pasando. No pensé que por una mochila iba a estar en esta situación”, dijo. Luz debió criar a su primera hija mientras estuvo con prisión domiciliaria. Diego pasó un año en un penal.
“Quiero decirles, jueces y fiscal, nosotros somos víctimas”, expresó justamente Diego cuando le tocó hablar. “Me jodieron la vida en todos los sentidos: emocional, psicológico y económico. Es una vergüenza todo lo que hicieron con nosotros”.
También cuestionó el accionar de la fiscalía que llevó adelante la instrucción. “Nosotros hemos colaborado con la justicia desde un primer momento. La justicia no colaboró con nosotros. Sus colegas no hicieron su trabajo”, dijo mirando a los magistrados. “Les pido que lean el expediente. Ahí está todo para llegar a la verdad”.
El relato de Diego se centró en las irregularidades que se dieron durante la instrucción. “Antes de la rueda de reconocimiento, a mi me cortaron el pelo en una celda con una maquinita”, declaró. Diego tenía en ese entonces el cabello largo. Por su parte, el identikit del supuesto asesino mostraba a un hombre con barba candado y pelo corto. Diego fue "identificado" en la rueda de prensa.
La semana que viene debería terminar el calvario que vienen atravesando los dos jóvenes desde 2011. En el expediente hay pruebas suficientes que demuestran la inocencia de Diego y Luz. También, hay mucha información para conocer cómo funcionan muchas veces la justicia y la policía cuando se trata de los sectores populares.