"Que los jóvenes sepan lo que les pasó a muchos vecinos"
Por Camilo Carbonelli
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo llegó a trabajar en este libro?
Carlos Boragno: En primer lugar, porque soy de Matanza. Trabajé en nueve libros anteriores, de historia de La Matanza, antes de llegar a éste. Soy parte de esta historia. Tenía veintipico de años en el 76, viví todo. Vi cómo se llevaban amigos, familiares. Era una asignatura pendiente. Me puse a recabar información. No había otro libro similar sobre desaparecidos de Matanza. Le puse “Sueños superiores”, porque los que desaparecieron pagaron con sus vidas los sueños que tenían, que proyectaban un país mejor.
APU: ¿Cómo fue el proceso de la investigación?
CB: Un familiar me pasó los primeros archivos. Después trabajé con otras fuentes, con la CONADEP, con la secretaría de Derechos Humanos de Matanza. Traté de hablar con familiares de desaparecidos pero me salió muy mal, no sé por qué. Seguramente porque debe ser muy difícil recordar situaciones tan duras. Este libro no es un listado de desaparecidos. Busqué historias para contar. El libro es la primera parte de una trilogía. Este tomo refiere a San Justo y Ramos Mejía. Está el caso de los 16 desaparecidos de la empresa Mercedes Benz. El tomo II va a tratar sobre el rol de la Iglesia Católica en la dictadura, a nivel nacional. En el tomo III están todas las ciudades de Matanza que me faltan cubrir. Es un trabajo que prácticamente está hecho.
APU: ¿Por qué trabajaste este tema?
CB: El legado del libro es para los jóvenes. No quiero que lo lean tipos de 50 o 40 años. Quiero que lo lean adolescentes. Para que nunca más suceda lo que sucedió. Que los jóvenes de Matanza sepan lo que le pasó a vecinos suyos, tipos que vivían a una cuadra, en el barrio de enfrente. En muchos casos eran militantes, en otros tenían apellidos judíos, en otros porque estaban en alguna lista. Se llevaron familias enteras. Quiero que los chicos conozcan esas historias.
APU: Decía que no es un listado de desaparecidos, sino que hay detrás un trabajo de investigación. ¿Encontró historias que lo sorprendieron?
CB: Muchas cosas. Acá pasó que desaparecieron familias completas y en muchos casos no hay información concreta sobre esas desapariciones. Para cotejar esa información tenés que hablar con el familiar y muchas veces te pasa que el familiar no quiere hablar. Eso me sorprendió mucho. Creía que me iban a abrir las puertas. Pero hay mucha gente que sigue teniendo miedo, el miedo sigue estando presente después de tanto tiempo.
APU: En el próximo tomo va a trabajar sobre el rol de la Iglesia. ¿Por qué?
CB: Hay que dejarse de joder. El golpe fue militar, cívico y eclesiástico. No estoy inventando nada nuevo. Eso es historia. Ese tomo va a trabajar sobre la situación nacional. No pude encontrar información local, sobre el rol de la Iglesia en Matanza. Hay casos como el de Monseñor Aguer, que todavía sigue en La Plata después de haber hecho lo que hizo. Y hay muchas personas que lo señalaron.
APU: ¿El libro funciona como un homenaje a los desaparecidos de Matanza?
CB: Siempre está el homenaje. Los admiro. Para mi son héroes. Me interesaba salir de la foto para conocer sus historias. Es terrible todo lo que pasó. Tengo el caso Risso. Él era muy chico. Me cuentan que no podía decir en el Colegio que era hijo de desaparecido porque estaba presente el “algo habrán hecho”. Ese terrible crecer con eso. Me interesaba contar ese lado humano. Ésta es mi forma de homenajear a los desaparecidos.