Aportes para la lucha contra el hambre
Por Pablo Ariel Pais*
Terminar con el hambre no se hace de un dia para otro , ni con una sola herramienta, hay un conjunto de acciones y decisiones, porque el hambre no tiene una sola causa, son múltiples. Hay una realidad particular, propia de cada comunidad, diria de cada familia, acabar con el hambre no se hace de la misma manera en Hurlingham que en Corrientes, no se hace de la misma manera en un barrio que tiene agua, centro de salud que el que no lo tiene, no es lo mismo una familia urbana, que rural, o una familia numerosa o una abuela sola…
Por eso es fundamental, diría imprescindible, el trabajo que se hace desde los municipios. Por conocimiento, por cercania a cada familia, cada barrio y por que además para acabar con el hambre, definitivamente, como propone Alberto y Daniel, para que no sea un paliativo, una dádiva, una ayuda caritativa, lo primero que hay que hacer es escuchar, es acercarse y aprender la realidad de cada familia, no se debe imponer nuestra forma de ver o nuestras creencias sobre cómo paliar el hambre, ni a las comunidades, ni a los municipios, ni a cada familia, tenemos que generar condiciones para que cada uno se desarrolle por su propio esfuerzo. No va haber un plan contra el hambre, tiene que haber miles de planes contra el hambre , los propios y concretos de cada comunidad, por supuesto con el impulso y el apoyo de recursos y decisiones nacionales, pero cada flia y cada comunidad sabe que es lo mejor para sí mismos, cuáles son sus prioridades, en qué y dónde conviene poner el esfuerzo. Se viene haciendo mucho desde la comunidad y los municipios para amortiguar las crisis social, sino fuera por el esfuerzo de los intendentes, de los dirigentes sociales, de la solidaridad del pueblo, la crisis sería tremendamente peor. Tenemos la oportunidad de encauzar toda la generosidad y vocación solidaria de nuestras comunidades con el impulso de un presidente que quiere de hacer de esta ètica un contrato con la ciudadanía y una política de estado. Como pide Alberto: si seguimos haciendo lo mismo vamos a obtener los mismos resultados, tenemos que pensar y hacer distinto para obtener resultados distintos.
Las personas y las comunidades no son pobres o sufren hambre porque quieren o por que no son capaces de salir de la pobreza, sino por que hay un sistema injusto, porque se han tomado decisiones q no los tuvieron en cuenta, o peor, porque se quiso extraer la riqueza que ellos generan. En muchas localidades se promoviò una canasta popular, acordada con pequeños comercios locales, que permite un ahorro a las familias de más del 30% sobre las familias que consumen en hipermercados. Cómo dice el economista y compañero Augusto Costa: Todo precio es politico! Hay que construir y movilizar una fuerza política amplia y social, con acuerdos que no avalen ningún abuso ni privilegio. No hay interés más importante que la alimentación de los argentinos.
El rol del conocimiento, ¿por que los jóvenes que no son pobres tienen mejores trabajos, porque son mejores, o màs inteligentes? ¡No! Entre otras cosas, porque tuvieron formación universitaria. Lo vemos en muchas ciudades , donde se instalaron nuevas Universidades Nacionales y los pibes y pibas de familias humildes que estudian acceden a mejores trabajos. Las empresas de la ciudad mejoran su productividad, la gestiòn municipal se hace más innovadora, las escuelas mejoran su calidad educativa, todos recibimos los beneficios del conocimiento y la formación que se genera en la universidad. Hoy el conocimiento es poder y las decisiones de cómo se distribuye también generan más o menos riqueza y crecimiento. Para luchar contra el hambre tenemos que asociarnos con los que generan conocimiento, para no hacer cosas porque sì o por voluntarismo. Para evaluar y poder aprender para mejorar.
La cuestión de género: ¿alguien cree todavía que las mujeres tienen peores salarios a igual tarea, o están obligadas a postergarse por la crianza o el cuidado de familiares porque es “tarea de mujeres” o siempre fue así? o por que vivimos en una cultura patriarcal y machista que todavía las excluye del poder en la casa y en la comunidad. Para acabar con el hambre las mujeres tienen que ser más protagonistas, participar de las decisiones. En la economía social, que ayuda a sobrevivir y desarrollarse a millones de flias de nuestro país, las mujeres son las más involucradas, las que lideran las cooperativas, las emprendedoras, las ferias, los clubes de trueque, la agricultura fliar.
Para la economía formal, los pobres son un riesgo, o están en la ilegalidad, “en negro”, condenado a las personas mas humildes a no acceder al crèdito o al ahorro. En vez de ayudar al progreso, de brindar seguridad económica, de incluir … el sistema financiero y el mercado de trabajo excluye. Tenemos que dar vuelta la taba! El riesgo para la sociedad es el libre mercado, las financieras y los usureros, la banca pública y los municipios deben avanzar en un sistema que se ponga al servicio de lo más humildes para generar trabajo y consumo. Las experiencias de crédito y microcrédito, el desendeudamiento de las familias, y la formalización de los trabajadores es una tarea que necesita de estado y municipios muy presentes para acompañar y para regular.
¡El hambre es político! No falta comida, lo que hay que hacer es que todos y todas puedan acceder a ella. El hambre es resultado de malas decisiones, o de decisiones que favorecen sòlo algunos. Es imprescindible convocar y hacer parte a todos y todas las personas de bien de nuestras comunidades, para que ayuden a tomar las decisiones necesarias para terminar con el hambre, como punto de partida para una sociedad más igualitaria.
El pueblo argentino ya tomò una decisión, que gobierne el peronismo para defender los intereses de las mayorìas. Y cada familia, cada comunidad, cada municipio toma sus decisiones y sabe lo que quiere, la responsabilidad de los dirigentes es escuchar, hacer partícipes a todos y todas y decidir por las mayorías, y como peronistas, sobre todo, por los más humildes.
* Comunicador. Integrante de la Asociación Civil Ideas Plurales. Fue Director de Juventud, Concejal y Secretario de Desarrollo Económico Local, Formación, Empleo y Juventud de la Municipalidad de San Fernando y Coordinador Nacional del Plan Conectar Igualdad en el Ministerio de Educación de la Nación.