Leer a Perón: “El sectarismo es la tumba de la conducción”
Por Aldo Duzdevich *
Perón construyó el movimiento peronista desde cero. No había peronistas antes de 1943. Perón no heredó ninguna estructura partidaria preexistente. Pidió ocupar el Departamento Nacional de Trabajo. Desde allí comenzó su labor y su prédica con los trabajadores organizados, luego sumó a sectores políticos: el radicalismo irigoyenista, nacionalistas católicos, conservadores, anarquistas, socialistas y comunistas. Acercó también a dirigentes empresarios, intelectuales, y parte de la Iglesia Católica. Ese era un cóctel de hombres con diferentes historias e ideas, difícil de empujar en una misma dirección, pero lo pudo hacer.
En la película Actualización Política, de Pino Solanas (cuya desgrabación puede bajarse acá) Perón explica: “Ahora, dentro de la acción política que se desarrolla todos los días, vemos mucha gente que proviene de otros sectores políticos, que pueden ser del comunismo, o pueden ser del conservadorismo. Porque de todo hay en la huerta del Señor. Por aquí han pasado las más diversas tendencias, yo a todos les digo exactamente lo mismo: vean señores, cuando nosotros formamos el Justicialismo vinieron hombres conservadores como el doctor Remorino (era secretario de Julito Roca, así que imagínese, el riñón de la oligarquía) ¡Y fue un gran peronista!, un buen servidor y un gran peronista. Del otro lado vinieron sectores socialistas, como Bramuglia, como Borlenghi, como, en fin, un montón. Y también del comunismo. Y todos esos hombres han demostrado a lo largo de estos años, que han sido buenos peronistas, ¿por qué vamos a presuponer que un hombre que se incorpora hoy, en vez de haberlo hecho hace veinticinco años va a ser peor que esos que se incorporaron entonces?”.
Este estilo de conducción, Perón lo mantuvo toda su vida. Hay quienes casi despectivamente lo llamaron conducción pendular; pero en realidad fue conducción del conjunto. La habilidad de poder sumar particularidades y ponerlos a trabajar en beneficio del todo. Esta forma de conducir esta expresada de muchísimos textos y discursos de Perón.
El siguiente es parte de una charla con los diferentes grupos de Juventud Peronista el 8 de septiembre de 1973. Un texto indispensable para entender la etapa 73-76, que pueden bajar acá.
“Cada uno, dentro del movimiento, tiene una misión. La mía es la más ingrata de todas. Me tengo que tragar el sapo todos los días. Otros se lo tragan de cuando en cuando. En política todos tienen que tragar un poco el sapo, pero yo más, yo hago aquí de padre eterno. Bendigo orbe et urbi . ¿Por qué? Porque mi misión es esa. La misión mía es la de aglutinar al mayor número, porque la política tiene esa técnica, acumular la mayor cantidad de gente proclive o pensante hacia la finalidad y los objetivos que nosotros perseguimos.(... ) Yo estoy para llevarlos a todos, buenos y malos. Porque si quiero llevar solo los buenos voy a quedar con muy poquitos (risas), y en política con muy poquitos no se puede hacer mucho (…) Esta es mi misión, como digo es la más ingrata de todas, porque muchas veces llega un tipo que yo le daría una patada y le tengo que dar un abrazo. Pero la política es así, es un juego de ductilidad, tolerancia y paciencia. ¡Pero qué paciencia hay que tener! Y, si no, no hay que meterse en esta, ¿no? (risas)”
En una carta a los dirigentes del MRP Pancho Gaitan y Ricardo De Luca el 20 de septiembre de 1968 dice así: “La voz de orden que debe caracterizar este momento es que cada núcleo cumpla su cometido: los tremendistas con sus modalidades; los doctrinarios con las suyas; los ortodoxos con sus reticencias; los de la apertura extra partidaria con sus contactos; los merodeadores de los cuarteles con sus informaciones alegres, pero entre cada grupo establecer “pactos de no agresión” para no esterilizar los esfuerzos y, al que le tocará jugar decisivamente en el momento oportuno, sumarle el bagaje de los demás pero, en caso alguno atacar a un grupo porque no se identificara con la parcela de lo que hace el otro. (….) Mi experiencia me dice que en los 25 años que viene actuando el peronismo todos sus éxitos revolucionarios en el gobierno y en la oposición se han afirmado solamente en la unidad y solidaridad de todos los peronistas y sus organizaciones.”
Este párrafo pertenece a una carta dirigida a John William Cooke, el 25 de agosto de 1964: “Sobre todas las cosas es necesario continuar manteniendo la unidad del Movimiento a toda costa. (…) Todos los peronistas deben apoyar lo existente (aunque sea de mala gana) porque lo mejor suele ser enemigo de lo bueno y, dentro de ello tratar por todos los medios de ir mejorando lo alcanzado. Ese es el camino de la perfectibilidad y por el único que puede llegarse al éxito.”
El sectarismo político
Los siguientes son párrafos del libro Conducción Política (que pueden bajar acá): “Esto es lo que podríamos llamar una de las deformaciones de la conducción política: el sectarismo. Con sectarismo no hay conducción. El sectarismo es el primer enemigo de la conducción, porque la conducción es de sentido universalista, es amplia, y donde hay sectarismo se muere porque la conducción no tiene suficiente oxígeno para poder vivir.”
“No se pueden conducir los elementos sectarios. ¿Por qué? Porque cuando llega el momento en que la conducción debe echar mano a un recurso extraordinario, el sectario dice: "No; ¡ésa es una herejía para el sectario!" Entonces, los métodos y los recursos de lucha se reducen a un sector tan pequeño que presentan una enorme debilidad frente a otros más hábiles que utilizan todos los recursos que la situación les ofrece para la conducción. Por eso el sectarismo es la tumba de la conducción en el campo político.” Pag 38
Hacer el 50% de lo uno quiere
“Para terminar, les diré cuál es la fórmula que la experiencia de tantos años de lucha y de trabajo me ha dicho que es la fundamental en la conducción y en el gobierno, dos artes bastante diferentes una de otra. La conducción es la lucha y el gobierno es construcción; pero en los dos prevalece esta misma regla, que ha de ser imperturbable, sobre todo cuando los hombres llegan a tener un gran poder y una gran autoridad.”
“Algunos creen que gobernar o conducir es hacer siempre lo que uno quiere. Grave error. En el gobierno, para que uno pueda hacer el cincuenta por ciento de lo que uno quiere, ha de permitir que los demás hagan el otro cincuenta por ciento de lo que ellos quieren. Hay que tener la habilidad para que el cincuenta por ciento que le toque a uno sea lo fundamental. Los que son siempre amigos de hacer su voluntad terminan por no hacerla en manera alguna. Ustedes han de haber visto esto entre los mismos compañeros. Hay algunos voluntariosos, que siempre quieren imponer su voluntad, que nunca transigen con los otros. Si trabajan en su circunscripción, todo ha de ser para ellos. Esos son peligrosos, nunca llegan lejos y se matan solos en el camino. No han sido capaces de desprenderse de ese cincuenta por ciento, e ignoran que en política, como en todo, “el que mucho abarca poco aprieta”. Pág 32
Conducir no es mandar
“Conducir, no es como muchos creen, mandar. Conducir es distinto a mandar. Mandar es obligar; conducir es persuadir, y al hombre siempre es mejor persuadirlo que obligarlo. La conducción debe ejercer sobre todas las fuerzas -sin violencia- su acción persuasiva, que es lo que trato de hacer yo. Es decir, que el que conduce el conjunto debe ser una suerte de Padre Eterno que bendice "urbi et orbe", e influenciar a todos para que esa bendición los alcance en forma de encaminarlos hacia el objetivo y desviarlos de los objetivos sospechosos, que sostienen intereses parciales. Porque en política, sobre todo en el ambiente dirigente, es donde están todos los problemas; en la masa no hay ningún problema. Es que entre los dirigentes sucede que a menudo cada uno de ellos lleva un gallito bajo el brazo, y defiende sus intereses y los intereses de su gallito.”
“Jamás en la conducción política hay que obligar a nadie. Hay que persuadir a todo el que se pueda para que hagan las cosas sin forzar los acontecimientos; es decir, cuando yo quería que se hiciera una cosa, ya me ocupaba de que un tercero lo tomara y me viniera a consultar a mí: "¿Se puede hacer esto?". (…) En política no hay nada directo, no hay nada violento, no hay nada que llegue a forzar la voluntad de los hombres, sino a promover esa voluntad, concebirla y lanzarla.” Párrafos de la película Actualización Política.
Nada más que agregar. Textos de Perón que seguramente nos han de servir para discernir la situación actual y proyectar un futuro.
* Autor de Salvados por Francisco y La Lealtad- Los montoneros que se quedaron con Perón.