Rita Segato y la pollerita corta de Evo, por Yael Crivisqui
Por Yael Crivisqui
En este contexto tan terrible, como el que estamos viviendo en Latinoamérica se cumple esa regla que nos indica que es muy riesgoso validar a los y las llamados/as “intelectuales”, yo prefería cientistas sociales, sobre todo de la progresía porteña que analiza todo con un sesgo centrista insoportable, que entienden de alguna cuestión en particular como voz autorizada para analizar cualquier cosa; porque esta claro que analizar la coyuntura política no es lo de Rita. Tampoco se puede pasar de largo o minimizar su posición absolutamente irresponsable, porque cuando se trata de Golpes de Estado, de masacrar pueblos enteros, de coartar la libertad de expresión, no hay forma de hacer criticas desde la retórica academicista, cómoda en un sillón, y manejando un nivel de liviandad detestable.
Evo NO “cayó por su propio peso”, ganó las elecciones por una diferencia de 10 puntos y lo sacaron las Fuerzas Armadas. Y, justamente, como quienes causaron el Golpe fueron las fuerzas de seguridad, no hay una cuestión de “nuevos métodos”, lo que hay es un Golpe convencional.
Por otro lado, el Golpe nada tiene que ver con una cuestión de patriarcado, de hecho, quienes están resistiendo a la matanza perpetrada por las fuerzas son las cholas, y compañeras del MAS, ellas están poniendo el cuerpo por su pueblo, por la democracia. Y de hecho, también, quien se autoproclamó presidenta de Bolivia, de manera anticonstitucional, sin quorum y con una Asamblea vacía es una mujer. Tampoco es verdad que Evo haya dejado “vacío de poder”, cuando fue obligado a exiliarse para resguardar su vida, la de otros funcionarios de su gobierno y , sobre todo, la de la población boliviana en general. Además, en nombre de esa frase el Imperio ha hecho desastres en la Patria Grande. Por otro lado, la dictomía que platea entre aymara y sindicalismo, tiene un sesgo esencialista. Porque que Evo sea un dirigente sindical cocalero, no es excluyente de su origen y condición indígena.
Rita es la prueba cabal de que la progresía, o Corea del Pero, está cometiendo, en la actualidad, los mismos errores que cometieron en el 55 en Argentina muchos intelectuales. Es decir, estupidizar y tratar de “fanático” al otro, para parecer la voz moral autorizada para decir cualquier barbaridad, yendo en contra de los hechos fácticos contundentes que se están desencadenando. Una pose pueril y banal, totalmente alejada de la realidad.
Básicamente lo que hace Rita, es justificar el Golpe porque Evo andaba con la pollerita muy corta. Qué contradictorio, no? Cuando sos una pensadora del feminismo, usar los mismos recursos que usa el patriarcado para justificar lo injustificable.