Consolidando la trinchera del conocimiento crítico para la emancipación popular
El foro del pensamiento se constituye como un ámbito primordial para entretejer las variadas voces y miradas críticas que desde un heterogéneo y amplio arco confluimos en el campo nacional popular y latinoamericano. O, para ser mas precisas, tal como se ha ratificado en el Congreso, podemos mencionar como campo plurinacional, popular, y afro-indo-latinaomericano y caribeño. Sí, así de complejxs y diversxs somos lxs habitantes de esta maravillosa región que tanto supimos y sabemos aportar a las luchas por la defensa de la humanidad misma.
Desde luego el congreso fue tan amplio que no pudimos ver o absorber toda su multiplicidad de voces y sujetos, discusiones e intercambios que se llevaron a cabo en sus tantas mesas, talleres, paneles, simposios y muestras artísticas y culturales, pero pudimos nutrirnos de algunas de ellas con la convicción de que la variedad de sujetxs que conformamos el pueblo pensante y resiliente estuvo presente. El movimiento obrero y social organizado como uno de los pilares de la historia y el presente en nuestro país, con su enorme acumulación de experiencia de lucha, se hizo escuchar. Asimismo voces variadas nos trajeron la sabiduría ancestral de los pueblos originarios que han reactualizado nuestros anhelos revolucionarios en las últimas décadas con la filosofía del buen vivir y la plurinacionalidad.
También dignas representantes de los feminismos populares nos permitieron beber del movimiento que irrigó de vigor en estos años a todas las construcciones políticas, sindicales y sociales. Contamos de esa manera en el Congreso con tres de las expresiones mas importantes entre lxs sujetxs protagonistas de la construcción de un camino de soberanía e independencia en nuestro país y en la Patria Grande. Patria Grande que, una vez mas, hemos dejado en claro que es el único camino para la emanciparon de los pueblos de Nuestra América.
Hemos reflexionado con lo mejor de nuestrxs pensadores y pensadoras y protagonistas principales de la historia que han sintetizado siglos de lucha, al unísono con una práctica científica que entronizamos como herramienta al servicio de los pueblos y no del capital.
Hemos escuchado múltiples voces antiimperialistas y anticapitalistas con el conocimiento como el arma de la crítica necesaria para desandar esos caminos que nos oprimen. Diversidad de palabras que no han sido todas concordantes e incluso hemos percibido algunos prejuicios y maljuicios que se arrastran del pensamiento colonial y eurocentrista. Pero: ¿Qué mejor ámbito para rediscutir y deconstruir nuestras propias miradas y consolidar lo mejor de nuestras tradiciones críticas nutridas también del pensamiento critico universal?
El rol de los sujetos populares desde la memoria histórica
Desde nuestra mirada, que se posiciona desde un marxismo nacional, popular y nuestroamericano, siempre es muy enriquecedor intercambiar, debatir y aprender y no nos cansamos de seguir aprendiendo. Al contrario es asombroso lo que nos falta por indagar, investigar, problematizar, revisar, pero estamos segurxs que es a la luz de esta confluencia - con todos sus matices - desde el foro y con el congreso que estamos construyendo pasos gigantes en dirección a fortalecer el conocimiento crítico y potenciar el pensamiento nacional latinoamericano.
Además de aportar a conocer el rol de los sujetos populares en Nuestra América desde la memoria histórica insurgente y su protagonismos actuales, así como sus desafíos principales, también hubo instancias para dejar en claro cuáles y quiénes son los enemigos de los pueblos y las estrategias y tácticas que utilizan para desplegar sus macabros programas políticos con los que intentan perpetuar sus privilegios. Y decimos enemigos, con O, porque también esa armadura que sostiene a las relaciones capitalistas e imperialistas es el patriarcado.
Esos enemigos a los que tratamos de ponerles caras y nombres, tiempo y lugar, para enfrentarlos mejor, están comandados por los Estados Unidos aún mientras transitan su decadencia salvaje como centro del capitalismo en su fase imperialista. Una fase que continúa acelerando y profundizando las principales características que la fundaron como tal, y que se canaliza a través de múltiples ramificaciones militares, paramilitares, económicas, religiosas, científicas, oenegeistas, políticas y culturales que fueron analizadas en algunas mesas, paneles y talleres como, por ejemplo, el que se denominó: “Del viejo al nuevo Plan Cóndor: historia y actualidad de las doctrinas de intervención imperial”.
Asimismo se ha abordado en varias mesas el debate sobre las nuevas formas del capitalismo, los nuevos modos de producción y de organización del trabajo con los desafíos que trae la digitalización y la inteligencia artificial, aludiendo a la transición geopolítica cuya tónica está dada por la disputa en la que Estados Unidos arremete contra la potencia económica de la República Popular China.
Esa transición geopolítica que, como todas las anteriores, supone crueldad y derramamiento de sangre y que hoy tiene su escenario más doloroso en la guerra entablada por la OTAN con la Federación de Rusia en Ucrania, pero que también derrama dolor a cada instante en todos los rincones contra todos los pueblos del mundo, y en nuestra región intenta, una vez más, disciplinarnos con el insuflaje de zombis políticos que reviven pedazos de fascismos anquilosados en las páginas muertas de la historia. Al cierre de este dossier estamos viviendo una fuerte dosis de odio represor de las derechas en nuestra provincia de Jujuy que pretenden consolidar un modelo extractivo-exportador basado en la usurpación de la tierra de las comunidades y el hambre de todo el pueblo. Pero también es ahí donde vemos, una vez mas, la enorme capacidad y creatividad en la resistencia y lucha de nuestros pueblos.
Es en Jujuy y es en toda Nuestra América que las luchas populares vuelven a abrir las grandes alamedas, por las que van llegando gobiernos que nos incluyen y que vuelven a ocupar la mayor parte del territorio en nuestra hermosa tierra afro-indo-latinoamericana y caribeña. Vamos reconquistando posiciones de gobierno que nos permiten relanzar las plataformas de unidad e integración, sacando a las derechas conservadoras y retrogradas de los manejos estatales hegemónicos, tejiendo laboriosamente otro rumbo desde abajo y desde arriba, buscando nuestro lugar en esta transición geopolítica posthegemónica, como bien explicaba Atilio Boron en el panel: “Transición Geopolítica y Defensa Regional”. Tarea que no será fácil, como nunca lo fue. Desandar los caminos trazados por la doctrina Monroe -que en este 2023 cumple 200 años-, dejar de ser el patio trasero para ser honrados habitantes y anfitriones de nuestra propia, digna y gran casa de la Patria Grande, nos llevará todavía mucha pelea.
Ciclo progresista y fantasmas neofacistas
Necesitamos que Argentina tenga un rol central como lo ha tenido en cada momento álgido de la historia nuestroamericana, desde las comunidades que resistieron la invasión europea, pasando por las heroínas y héroes que comandaron a los pueblos contra los viejos imperios coloniales, las construcciones nacionales y populares que se pararon contra la oligárquica cipaya aliada a los monopolios extranjeros, los proyectos revolucionarios, hasta lxs que en este siglo XXI supimos sincronizadamente beber en las resistencias populares para diputar poder y constituirnos en gobiernos que forjaron un ciclo progresista que ahora retoma su vigor. De eso conversamos en el simposio organizado por la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad: “Segundo turno. El resurgimiento del ciclo progresista en América latina y el Caribe”. Hemos considerado también que los fantasmas neofascistas que pululan son propios de la polarización que emerge de una contrarrevolucion que reacciona contra todos los heterogéneos y diversos procesos emancipatorios que atraviesan nuestros territorios en las últimas décadas.
Dicha polarización acrecentada por las burbujas creadas por las nuevas formas de la comunicación capilarizadas, pero todavía controladas por las usinas de poder de los centros capitalistas, nos pone el desafío de generar y ampliar los canales por donde diversificar y potenciar las verdades de los pueblos.
Han quedado en claro temas estratégicos que los gobiernos nacionales y populares y nuestras universidades comprometidas con la mejor tradición político-académica han sabido poner en el centro: el reclamo por la soberanía de las Malvinas y las islas del Atlántico Sur, nuestro mar y territorio hoy usurpado por la OTAN. Han convertido a nuestras islas en un portaviones de la OTAN, y en el Congreso ha quedado claro, nuevamente, la centralidad que ello tiene para cualquier proyecto emancipador regional, que incluye la disputa por los bienes y recursos naturales.
En fin, estos y otros tantos temas se han abordado, pero lo mejor que hemos comenzado a construir es la confluencia de grupos y espacios preocupados por lo mismo, a veces con matices, con muchas más coincidencias que divergencias, comprometidxs con los procesos de emancipación. Colectivos que muchas veces actuamos separados, o superpuestos, como un gran archipiélago de voces que ahora hemos podido encontrarnos y reconocernos mejor. Se trata de profundizar en ese sentido para lograr complementarnos y potenciarnos para cimentar este sinuoso, hermoso y desafiante camino de fortalecer la trinchera del conocimiento en la batalla que damos desde el pensamiento nacional latinoamericano. Recogiendo inmensas y hondas raíces, levantando poderosos frutos de hermanadas ramas y sembrando futuro es que vamos ahora hacia el II Congreso: desde nuestra América para toda la humanidad.
*Coordinadora del capítulo Argentina de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad y profesora en UNDAV y UNPAZ.