“La guerra de Malvinas fue resignificada por los pueblos de nuestra América como una lucha anticolonial”
Por Santiago Asorey | Foto: Noelia Guevara
César Trejo, ex soldado combatiente en Malvinas, conversó con AGENCIA PACO URONDO y se refirió al 40 aniversario del conflicto bélico en el Atlántico Sur. "Las estrategias del poder blando británico en nuestro país vienen del fondo de nuestra Historia, y consisten en la cooptación de las élites políticas, académicas, mediáticas, empresarias, etc., con la finalidad de hacerlas jugar a favor de sus intereses", señaló el héroe de Malvinas.
APU: Para empezar, le quiero preguntar por la perspectiva histórica de los 40 años de Malvinas. El valor de la gesta histórica de los soldados en defensa de la soberanía territorial...
Cesar Trejo: La guerra de Malvinas, más allá de las elucubraciones que pudieron tener los jerarcas militares -que jamás pensaron la guerra, sino un evento que en su analfabetismo estratégico supusieron una "solución" por la vía mediadora norteamericana-, fue resignificada por el pueblo argentino y por el resto de los pueblos de Nuestra América, como una lucha anticolonial. Los soldados que participamos en ese acontecimiento histórico, lo hicimos como parte del pueblo argentino. Para encontrar el sentido de nuestra participación en esa gesta (y el sacrificio de quienes dejaron sus vidas en la misma), tuvimos que bucear en nuestra Historia, e interpretar que se trató de un eslabón de una larga cadena de sucesos históricos enmarcados en la permanente relación asimétrica entre el Reino de España y el Reino de Gran Bretaña, primero, y las Provincias Unidas del Sur- la Confederación - la República Argentina y Gran Bretaña, luego.
APU: Muchas veces la mención a la irracionalidad y el alcoholismo de Galtieri termina sacando el foco de la acción anti colonial de nuestros soldados. ¿Enmarca esto en una lectura desmalvinizadora?
C.T.: La referencia a la irracionalidad y el alcoholismo de Galtieri, fue el argumento recurrente de lo que constituye la piedra basal de la desmalvinización. Esto es, la estrategia británica de "culpabilizar a la víctima". La inteligencia y la diplomacia británicas justificaron la movilización más grande de una fuerza de tareas naval (después de la II Guerra Mundial) hacia el Atlántico Sur, y la inmediata instalación después del conflicto, de cuatro bases militares en el Atlántico Sur, argumentando que la responsabilidad de la escalada bélica le cupo a la dictadura cívico-militar argentina. Impusieron lo que se denomina la "hipótesis de las causas endógenas", que consiste en interpretar que la guerra de 1982 se debe al "manotazo de ahogado de un General borracho para perpetuarse en el poder". En cambio, entendemos que esa mirada obtura la comprensión de los acontecimientos, que siempre son pluri-causales, y que conviene atender a la "hipótesis de las causas exógenas", es decir, el marco geopolítico de la Guerra Fría, donde los EE.UU. y la OTAN venían planificando el establecimiento de esas bases militares en las Islas Malvinas.
APU: El mundo se enfrenta a un nuevo conflicto bélico, en el cual Estados Unidos interviene mediante presiones económicas sobre Rusia y ahora también con amenazas a China. Uno no puede dejar de leer el colonialismo británico al lado de su alianza con Estados Unidos…
C.T.: Las bases militares que se establecieron en la Isla Soledad, son administradas por Gran Bretaña, pero pertenecen a la OTAN. Resulta incongruente, por lo tanto, que la República Argentina permanezca como aliado extra-OTAN, estatus que se gestionó durante la presidencia menemista, pero que aún permanece, porque ningún gobierno posterior lo ha denunciado. Tan incongruente, como la actitud de parte de la oposición política argentina, que se alineó automáticamente con la potencia atlantista en la actual guerra en Europa.
APU: Usted ha mencionado en otras ocasiones el concepto de poder blando britanico. ¿Podría desarrollar esta idea?
CT: Las estrategias del poder blando británico en nuestro país vienen del fondo de nuestra Historia, y consisten en la cooptación de las élites políticas, académicas, mediáticas, empresarias, etc., con la finalidad de hacerlas jugar a favor de sus intereses. Los modos de seducción son múltiples: desde el otorgamiento de becas, los viajes al Reino Unido para mostrar los "encantos" de pertenecer a la cultura británica, la promesa de promociones personales a través de su influencia en círculos de poder sobre instituciones públicas y privadas vernáculas con conexiones internacionales, etc.
En cuanto a la cuestión Malvinas, estrictamente, ese poder blando apuntó fundamentalmente a diluir las responsabilidades de Gran Bretaña en la guerra de 1982, cristalizando el "sentido común" que se debió exclusivamente a una "aventura irresponsable" de la dictadura argentina; se propuso y logró en amplios sectores de las élites argentinas, a encubrir sus avances en materia colonial en el Atlántico Sur, y avanzar en la agenda de sus intereses económicos sobre los recursos estratégicos en el continente argentino suramericano (minería, energía, alimentos, finanzas, puertos, etc.), borrándolos del debate de las agendas políticas de todos los sectores con representación político-institucional. En cuanto a las operaciones, podemos citar la promoción de denuncias sobre violaciones de derechos humanos por parte de militares argentinos en perjuicios de sus subordinados, para obstaculizar las investigaciones sobre los crímenes de guerra cometidos por sus tropas y sus comandantes políticos (hundimiento del Crucero A.R.A. "Gral. Belgrano", por ejemplo). La promoción de las pericias forenses sobre los soldados argentinos sepultados en el Cementerio de Darwin (Isla Soledad), para a) bajarle el precio al alto valor simbólico adquirido por el logro de los familiares de los caídos al construir el Monumento; sustituir la voz de los familiares de los caídos por actores "controlables" o directamente subordinados a ellos; apuntar al objetivo de largo plazo de trasladar los restos de los soldados argentinos desde las Islas hacia el continente; utilizar el argumento humanitario para encubrir sus avances obtenidos con el Pacto Foradori-Duncan, durante el gobierno macrista.
Otra de la operaciones en curso (enunciadas por la propia Embajadora Kirsty Hayes), es la concreción de reuniones entre veteranos de guerra argentinos y británicos, publicitados como "encuentros de reconciliación", como si el conflicto se tratara de una cuestión del pasado, obviando la realidad que el Reino Unido sostiene cuatro bases militares en la Isla Soledad, amenazando militarmente a nuestro país y a toda la región suramericana, depreda nuestros recursos ictícolas con el otorgamiento de licencias de pesca ilegales a terceros países, se prepara para la explotación hidrocarburífera off shore, y se niega sistemáticamente a entablar negociaciones para el traspaso de la Soberanía, tal como lo prescriben las Resoluciones AGNU N° 1514 (XV) y 2065 (XX).
APU ¿Qué acciones debería seguir Argentina en esta disputa por recuperar la soberanía territorial?
C.T.: Las estrategias que nuestro país puede desarrollar en el marco del Derecho Internacional, son: denunciar todos los acuerdos lesivos para el cumplimiento de la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional; encarecer los costos de la ocupación; afectar los intereses que los británicos tienen en el continente argentino-suramericano; bregar por realizar esas acciones, en conjunto con los países suramericanos; cumplir con el Artículo 92, inciso b de la Ley 26.206, enseñando en todos los niveles educativos y de manera transversal, la causa de recuperación de los territorios ocupados en el Atlántico Sur.
C.T.: El Movimiento Obrero, en plena desmalvinización y abandono de los ex soldados combatientes en Malvinas a su suerte, fueron las organizaciones que brindaron respaldo, sea en los pocos trabajos que se consiguieron, sea apoyando con logística las movilizaciones que organizamos (afiches, micros, lugares). Mientras que pensadores nacionales como Jorge Abelardo Ramos brindaron sostén enfrentando la desmalvinización política y cultural, y dando sentido a la experiencia historica que habíamos vivido.