Perón, la historia militar y la conducción de las mujeres
Por Natalia Daiana García*. Ilustración: La batalla de las Termópilas, Mort Cinder, escrita por Hector Germán Oesterheld y dibujada por Alberto Breccia.
Juan Perón elaboró en Escuela Superior de Guerra del Ejército Argentino, sus primeros escritos. Entre ellos se encuentran contribuciones gráficas de un libro alemán de ejercicios para soldados, capítulos para un manual destinados a suboficiales y artículos en un periódico militar en 1928, dedicados a las campañas de Independencia del Libertador San Martín.
Luego como profesor de historia militar, publicó El frente Oriental de la Guerra de 1914 en 1932; Apuntes de Historia Militar y un estudio sobre la guerra ruso-japonesa en 1934. Los apuntes para su curso tuvieron una repercusión positiva en el ámbito castrense y el Círculo Militar las reeditó en 1934 a través de su Biblioteca del Oficial. Luego continuaría produciendo artículos sobre las distintas campañas de San Martín y la guerra franco-prusiana de 1870.
Al adentrarse uno en las páginas de los Apuntes hay palabras que no dejan de llamar la atención. Táctica, estrategia y organización son conceptos que serán retomados por Perón en sus clases de conducción política. Los apuntes son un estudio sistemático de la historia militar tanto a nivel teórico como empírico. La guerra no puede ser comprendida a partir de la propia experiencia, a comienza el primer capítulo, pues “es difícil poderla cosechar, cuesta cara y llega tarde”.
La historia militar para Perón no es historia de la mera técnica, comprende lo material, lo físico y lo intelectual. Estudiar los hechos, los conductores, los ejércitos los medios y los contextos resulta esencial para comprender el fenómeno. Ya sea la conducción militar como política se distinguen dos tipos de acciones. La estrategia que abarca la totalidad y la táctica que abarca las partes. La estrategia busca dominar a los adversarios desde el conjunto, mientras que la táctica domina lo local y parcial. La organización, tanto en la guerra como en la política, debe ser eficiente y eficaz, simple, objetiva y estable.
Los casos que Juan Perón cita en Apuntes militares van desde Grecia y Roma hasta la América de San Martín. Es llamativo la ausencia de mujeres en el texto. Sin embargo, en Conducción Política nosotras no estamos ausentes: “uno de las grandes fuerzas de la mujer, en la conducción, es que ellas utilizan los pequeños medios, que son tan poderosos, cosa que nosotros no porque somos hombres. ¡Ellas aprovechan eso, y hay que ver que fuerza que tienen! Ese ha de ser sin duda un factor de fuerza que nos trae la mujer a la política, un factor de extraordinaria fuerza”. Más allá de los contextos temporales, el peronismo demuestra ser un movimiento ya no de integración sino de generación de ciudadanía, más allá de las diferencias de género, de etnia o de religión.
Es innegable el rol de la mujer en la historia militar argentina. Desde los años 60 la mujer se incorpora en el ejército profesional. Pero desde la generala Juana Azurduy, las veteranas enfermeras e instrumentistas quirúrgicas de la Guerra de Malvinas hasta la última generación de soldados. La mujer tiene un rol en la historia y defensa nacional. Quizá todavía haga falta darle más visibilidad a las historias particulares de las mujeres que participaron en la defensa de lo nacional.
* Investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Integrante del Equipo de Investigación del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.