Un cafecito con Evita, una chocolatada para los pibes y pibas
Veo con beneplácito Santa Evita, de la serie “La cafetera ilustrada”, una nueva obra del compañero artista y militante cultural César Carrizo. En ella, se ve a Eva Duarte de Perón como una santa, como la abanderada de los humildes, la embajadora de los desposeídos y caídos del mundo, rodeada de un piberío con camisetas antiguas del Club Atlético San Martín de Tucumán.
Niños humildes de las barriadas norteñas siendo felices junto a esa mujer, la que lleva consigo el halo de dignidad y progreso. Aquella que les hace pensar en un futuro promisorio en el que se amplíen derechos para que quepan cada vez más personas, más niños bajo la protección del Estado.
¡Ay, Evita! Si vieras la obra te conmoverías como yo. Es un gran dibujo realizado de forma maestral con café colombiano "Juan Valdéz", y acuarela "Alba" rojo permanente 086, sobre una hoja Canson de 300 grs en un formato pequeño, muy al estilo de los tucumanos, de 42 x30 cms.
Si vieras Evita lo que ven nuestros ojos allí en esa esplendorosa pieza de arte que continúa el proceso comprometido de este artista que dibuja tus atributos rodeados de changuitos de un modo amoroso como el de ese estado de bienestar que los cobijó bajo el manto del primer peronismo. Ese que además de pelotas, muñecas, bicicletas, viajes a Mar del Plata o campeonatos deportivos y culturales infantiles organizados por tu fundación, generaba puestos de trabajo para madres y padres que necesitaban ver a sus hijos felices y empoderados como futuros profesionales y técnicos salidos de universidades públicas. ¡Ay, Evita! Imaginate lo que ven nuestros ojos cuando salen de su asombro al comprobar la potencia de la tierna imagen.
Ya el pintor Daniel Santoro nos tenía acostumbrados a obras de arte que enaltecen tu nombre por encima de los poderosos y oligarcas de siempre que oprimen a tu amado pueblo.
Otros tantos y tantas artistas te han homenajeado en poemas, obras de teatro o canciones, han hecho de tu memoria un baluarte que excede las fronteras de nuestro amado país.
Eso sí, Evita. Verte rodeada de niños humildes emociona hasta lo profundo a cualquiera de nosotrxs, intelectuales o no, porque dicha imagen sostiene en su seno una semiótica al servicio de la dignidad, de los que menos tienen, de los olvidados, los ninguneados, los últimos. Los discriminados a asistir al delicioso banquete de aquella runfla de imberbes que se creen dueños de las vidas de los demás y oprimen con salarios de hambre, paupérrimos, que no alcanzan para cubrir la canasta básica de alimentos o comprar los útiles escolares que necesitan los pibes y pibas de esta gran nación para ser los hombres y mujeres de bien que la patria aclama y reclama.
¡Ay, Evita! Si te vieras allí, estallarías de alegría desmesurada como si fuese un gol de media cancha de cualquier equipo del ascenso que solo quiere darle esperanza y alegría a los suyos, porque esa es también la magia del fútbol y el deporte que se cuela en el corazón del pueblo y atraviesa estadios con cánticos. Es tu nombre, Evita el que coreamos cuando decimos que donde hay una necesidad, nace un derecho o que volverás y serás millones.
Yo lo sé, César Carrizo lo sabe, Daniel Santoro también. Los artistas de buen corazón lo sabemos también porque cuando enunciamos tu nombre es todo alegría, es magia y virtudes por los aires.
Cuando un compañero o compañera se organiza con otrxs para darle una alegría a los pibes y pibas en cada barrio o cada villa, late una esperanza con sabor a caramelos, chocolatada, juegos, payasxs y cánticos con María Elena Walsh o Xuxa para recordarnos el valor que yace en cada niño, niña y adolescente que merece una vida digna, un futuro con domingos peronistas con el sol en lo alto. Así como los ideales.
Pueden ver más obras de César Carrizo y realizar pedidos en su cuenta de
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▶️ MAIL carrizocesar@gmail.com
También pueden
✅ Ver el Proyecto "La Cafetera Ilustrada", obras y costos en su galería