Distribución del ingreso: la participación de los trabajadores cayó 6,5 puntos desde fines de 2015
La participación de los trabajadores en el ingreso cayó 6,5 puntos desde 2016 respecto a la participación de las empresas, según reveló un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sobre la distribución del ingreso en Argentina, elaborado en base a datos del INDEC. La mayor parte de esta caída— 4,5 puntos— se dió entre entre el primer semestre de 2016 y el primer semestre de 2019, mientras que los otros dos puntos restantes se dieron entre 2019 y 2022.
Por otro lado, la participación del capital— las empresas— creció 5 puntos a partir del 2016, aunque los periodos de mayor crecimiento se invierten en relación a los de mayor caída por parte de los trabajadores. Entre 2016 y 2019 la participación creció sólo 1,2 puntos, mientras que en el periodo 2019-2022 creció 3,8 puntos. Por lo que si bien la caída de la participación de los trabajadores en los ingresos se dió mayormente en el macrismo, el crecimiento de la participación del capital se dió durante el gobierno de Alberto Fernández.
En cuánto a la participación asalariada en los ingresos— excluyendo al sector público— en el primer semestre de 2016 era de 42,2% contra 47,1% del capital, una brecha de 4,9 puntos porcentuales. Al primer semestre de 2019, la brecha se había ampliado a 10,6 puntos porcentuales (48,3% el capital contra 37,7% los trabajadores). Y al primer semestre de 2022 la brecha volvió a ampliarse para llegar a los 16,4 puntos porcentuales (52,1% contra 35,7%). Aun así, resulta más favorable a los trabajadores que en el primer semestre de 2021, cuando llegó a ser de 17,8 puntos.
Si se incluye al sector público, la brecha comenzaba siendo favorable a los trabajadores en 2016 (51,3% contra 39,7% del capital), pero los términos se invirtieron en el primer semestre de 2021 tras reducirse paulatinamente en los años previos. Al cabo del segundo semestre de 2022, la brecha resultaba favorable al capital en 0,6 puntos (45% contra 44,4% de los trabajadores).
"Es decir, el 83% de la mejora en la productividad laboral de estos últimos 3 años se lo quedaron las empresas". "Esto significa una transferencia de ingresos desde los trabajadores hacia los empresarios que se suma a la pérdida por un mayor incremento de precios que de salarios", concluyó el informe.