Alerta roja: nace una franquicia, pero ¿a qué costo?
Por Diego Moneta
El mercado de las plataformas de streaming suma cada vez más y más grandes jugadores. De Disney a Amazon Prime, pasando por HBO Max, todas entraron en América Latina para competirle a Netflix. Por su parte, dicha empresa continúa con el desafío de renovar sus producciones insignia, tratando de generar nuevas franquicias, un anhelo difícil de alcanzar con la mayoría de las películas que se comprometió a subir semanalmente este año.
Desde Misión de rescate y La vieja guardia, hasta llegar a Zona de riesgo, ninguna convenció a la gran productora, a partir de la combinación de las críticas y visualizaciones recibidas, para ser una de las caras de Netflix. Eso parece haber cambiado con el estreno de Alerta roja (Red notice, en inglés), comedia de acción protagonizada por Dwayne Johnson, Gal Gadot y Ryan Reynolds.
Tras un limitado paso por los cines, la película dirigida por Rawson Marshall Thurber llegó a la plataforma el 12 de noviembre. Es la tercera colaboración entre Johnson y Thurber después de Central Intelligence y Skyscraper. El nombre hace referencias a las alertas globales emitidas por Interpol para capturar personas. John Hartley (Johnson) es el mejor rastreador de la fuerza y deberá trabajar con la inspectora Urvashi Das (Ritu Arya) para atrapar a un ladrón y estafador de objetos artísticos, Nolan Booth (Reynolds), y a la criminal más relevante del mundo, Sarah Black (Gadot), también conocida como “El Alfil”.
Alerta roja comienza narrando la historia de tres huevos dorados, localizados en distintos puntos del planeta. De un escenario opulento a otro, los protagonistas girarán en torno a ellos. Por eso transcurre en distintos lugares alrededor del mundo, aunque mayormente se filmó en Atlanta durante la pandemia. La estética de la persecución y el engaño no es muy distinta a lo que podemos ver en las sagas de La momia o de Rápido y furioso.
Está claro que el trío convoca fácilmente a la audiencia y se trasladan con naturalidad a la pantalla. Reynolds y Johnson, que trabajaron juntos en Mente implacable, retoman características de papeles que ya han hecho, aunque en ciertos puntos las bromas entre ambos resulten sobrantes. El primero con su humor ácido al estilo Deadpool y el segundo en ese trillado perfil de fortachón por momentos amigable. Por su parte, tras su paso por Rápido y furioso a la par de Johnson, Gadot vuelve a demostrar su capacidad interpretativa.
La historia se vuelve extensa, ya que no son sólo viajes por cada huevo sino idas y vueltas, paisajes y prisiones al estilo “policías y ladrones”, perdiendo peso a nivel argumental. Los giros, por momentos fundamentados, terminan siendo muchas veces predecibles. A ello se suma que el papel de Ritu Arya no es aprovechado en su totalidad. Es una película de acción para entretener y lo logra, pero no sabe reconocer su alcance y sus límites.
Alerta roja es la inversión más grande que Netflix ha hecho por una película original. Tal apuesta sólo podría enmarcarse en el nacimiento, esta vez definitivo, de la franquicia que tanto buscó. ¿El resultado? Si bien no dio detalles oficiales, el trío actoral difundió por redes sociales que consiguió el mejor debut para un estreno original de la plataforma.
La posibilidad de una secuela es certera y el esquema aventurero podría repetirse. La fórmula cinematográfica actual sigue dando resultados: un elenco famoso y querido por la audiencia, una buena inversión y promoción a nivel mundial aseguran el éxito en la industria del entretenimiento. Alerta roja, una especie de homenaje al género de las grandes estrellas y las escenas de acción, podría repetirse y darle a Netflix eso que tanto anhela.