El abogado de Lincoln: el bestseller judicial llega a Netflix
Por Diego Moneta
Si bien los rankings en las plataformas de streaming son tan fugaces como cuestionables, si les creemos entonces podemos pensar que el pasado 13 de mayo se estrenó uno de los grandes pesos pesados del mes: El abogado de Lincoln.
Basada en la saga homónima de bestsellers judiciales escrita por Michael Connelly. La primera temporada toma como referencia a El veredicto, el segundo libro de dicha serie, y su llegada a Netflix es sintomática de cambios que se vienen dando en la industria de la lectura atravesada por la del entretenimiento y de la tecnología.
El primer aspecto a destacar es que, si ya les suena conocida, es porque una primera adaptación cinematográfica en forma de película se estrenó en 2011 bajo el nombre de El inocente, con la actuación estelar de Michael Mcconaughey. En este caso, sigue la historia del abogado Mickey Haller (Manuel García-Rulfo), que dirige su propio buffet desde el asiento trasero de su auto— un Lincoln Town— mientras busca hallar nuevos equilibrios en su vida, quizás más alejados de la profesión si es posible. Ese toque sobre ruedas le permite diferenciarse de abundantes producciones como Better Call Saul y un largo etcétera.
A lo largo de diez episodios, de casi una hora de duración, el director David E. Kelley sostiene el estilo y la marca que ya le vimos en Big Little Lies o en la reciente Anatomía de un escándalo. Haller atiende a clientes que no pueden costear otro tipo de letrados, pero la serie se centra en tres aristas: su colega Jerry Vincent ha sido asesinado; le surge un caso con la joven Izzy Letts (Jazz Raycole); y se ocupará de la defensa de Travis Elliott (Christoper Gorham), acusado de matar a su esposa y su amante, para lo que recluta a su ex mujer, Lorna (Becki Newton) y al investigador Cisco (Angus Sampson).
El nombre de nuestro protagonista también podrá sonar conocido por otra particularidad. En los libros, Mick es hermanastro del detective Harry Bosch, con serie propia en Amazon Prime Video y hasta un reciente spin off, Bosch: Legacy. Lo que motiva a Haller es definir si sigue siendo tan buen abogado como antes, incluso bajo una posible amenaza. Sin embargo, su rol muchas veces se ve descolocado por la gran cantidad de personajes secundarios, al punto de que la ciudad de Los Ángeles también se vuelve uno de ellos.
Ni la serie ni los libros están técnicamente basados en una historia real. Sin embargo, Conelly pasó una década como reportero policial y volcó muchos de aquellos relatos en sus narraciones. De hecho, el personaje de Haller nace realmente por un abogado que efectivamente trabajaba en su auto. La llegada de un escritor reconocido a nivel mundial, que se volvió más popular gracias a la película citada al inicio, es sintomática de cambios de época, en especial la serialización de historias basadas en un personaje se ha dado en la televisión. Ya no vuelven al cine. En parte, por la mayor cantidad de horas para desarrollarlo, pero también porque es el sitio donde los espectadores deciden verlos.