House of the Dragon: ¿Una Targaryen al poder?
La nota contiene spoilers
El que todavía piense que House of the Dragon (La casa del dragón en español) no le llega ni a los talones a su antecesora, probablemente sea mejor que no lea esta nota. Hace unos años atrás, una Targaryen volvía a Kings Landing con el objetivo de recuperar el trono de hierro, aunque ya sabemos que eso no terminó del todo bien. Pero, si algo dejó Game of Thrones fue un universo con miles de años de historia, del que apenas conocimos una parte durante sus ocho temporadas. Sobre esta premisa, el pasado domingo despedimos la primera temporada de House of the Dragon que tiene a los antepasados de nuestra “Rompedora de Cadenas” como principales protagonistas.
200 años antes de los eventos de Game of Thrones, el lugar que ocupaban los Targaryen en el mapa de poder de Westeros era totalmente distinto. Una vez finalizada la guerra de la conquista, la Casa Targaryen gobernó los siete reinos, una realidad que se enfrentará a uno de sus mayores obstáculos con la guerra conocida como la Danza de Dragones. Esta primera temporada toma como eje de partida el reinado de Viserys I (Paddy Considine) y el problema en torno a su sucesión. Para esta etapa de la historia, parecía imposible siquiera soñar con una Khaleesi en el trono de hierro, por eso, la decisión del rey de nombrar a su primogénita Rhaenyra (Emma D'Arcy) como su sucesora desató uno de los mayores conflictos en la historia de Westeros.
Antes de caer en comparaciones, deberíamos analizar esta temporada al calor de la primera entrega de Game of Thrones. Ese extenso preludio que culminó con el asesinato de Ned Stark, el patriarca de Winterfell, tiene un ritmo bastante diferente del que fue adquiriendo el resto de la serie— aunque muchos no lo recuerden—. Pero, con House of the Dragon los productores no se permitieron ese tempo más pausado que suelen tener las introducciones y lograron, con algunas licencias necesarias, dinamizar esta nueva época.
Esta primera entrega cumplió el casillero completo de cualquier buena iniciación. Conocimos de cerca el reinado de Viserys y la época que le tocó gobernar, el tumultuoso vínculo entre su esposa Alicent (Olivia Cooke) y su hija Rhaenyra y las alianzas que se tejieron para coronar a la próxima sucesora o sucesor al trono. Ya sabemos que lo que nos espera no es una batalla cualquiera sino la más importante después la caída de la antigua Valyria. Un enfrentamiento que promete estar a la altura de la Batalla de Winterfell y que estará comandada por dragones.
Varios años después de que la fantasía medieval creada por George R.R. Martin desembarcara en HBO, House of the Dragon nos ofrece una travesía a la altura de su antecesora, vigente y moldeada a la época. Un debate absolutamente actual como el rol de las mujeres en la política y el poder, pero con la participación especial de fuego y dragones. ¿Qué más podríamos pedir?