Julio Leiva: "Estamos hechos de historias, está en nosotros descubrirlas y contarlas"
El periodista Julio Leiva dialogó con APU en VIVO (lunes a viernes a las 19 horas en YouTube, Twitter y Facebook). En la charla expresó su mirada sobre su programa de entrevistas “Caja Negra” y su experiencia como periodista y productor.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Te identificás como periodista?
Julio Leiva: Soy productor también, pero esencialmente me considero periodista. Las dos partes conviven: el periodista y el productor.
APU: Vos estudiaste en Éter. ¿Fue la primera carrera que hiciste o ya habías estudiado previamente?
JL: Ya había hecho en el Círculo de Periodistas la carrera de periodismo primero y en Éter hice producción. En periodismo lo que descubrí fue que lo que más me gustaba era la radio. Ahí estudié la carrera de Productor Integral porque me interesaba conocer las herramientas para la radio.
APU: ¿Hacia dónde te llevaba el rubro de periodista y que tenías ganas de contar?
JL. Siempre en mis formatos estuvo como base contar historias. Lo hice con entrevistas, con documentales, con secciones. Estamos hechos de historias. Está en nosotros descubrirlas y contarlas, de alguna manera te hacen ver que detrás de cada vida hay una gran historia. Mi principal riqueza de eso es llevarme algo para mi vida personal.
APU: ¿Algunas entrevistas te terminan cambiando la visión sobre ciertas cosas?
JL: Totalmente, de alguna manera todos estamos entrevistando en la vida. Estamos charlando con gente todo el tiempo. Una charla con tu padre, con un amigo, con tu pareja te hacen ver distinto ciertas cosas. Yo tengo la suerte de charlas con gente muy capaz y muy rica en las entrevistas. Entonces siempre me llevo algo; en el caso de gente que tiene que ver con la filosofía de la vida y otras veces de charlar con nuevas generaciones y entender por qué las cosas funcionan de una determinada manera. Gracias a ese intercambio me doy cuenta que debo replantearme cosas y aprendo.
APU: ¿Qué descubriste en los documentales que realizaste sobre el Indio Solari?
JL: Creo que básicamente dos cosas. Con el primero, que fue “Piedra que late”, que era un show del Indio y cubrimos a la gente que fue a verlo. Después hicimos “Tsunami “que es una mirada desde el artista, desde adentro con la gente y cómo se vive un show. En el caso del primero lo primero que pude encontrar fue tratar de explicar el misterio de por qué sucedía aquello. Lo mejor que encontré es que justamente no encontré nada... Buscar la respuesta a un misterio y comprobar que no hay respuesta es una de las cosas más mágicas que puede pasar.
APU: ¿Y en el documental “Tsunami” que percibiste?
JL: En el caso de “Tsunami lo que si encontré es poder ver el fenómeno desde el lado de adentro. De que son humanos los que producen ese espectáculo y tratan de llevar a cabo un show y su arte. Los problemas terrenales que tiene un artista para poder resolver ese misterio de manera presencial. En el primero fui a buscar algo racional y encontré algo misteriosos y en el segundo fui a buscar algo misterioso y me encontré con algo racional. Creo que son dos caras de una moneda que hacen que ambos funcionen. Es un fenómeno artístico y popular inédito. Muchas veces nos enamoramos de lo que no entendemos. El misterio por develar nos tiene enamorados. De alguna manera el Indio atrapa porque él juega ese doble rol de la luz y la oscuridad todo el tiempo.
APU: En el ámbito musical hay un gran reconocimiento al Indio Solari pero sin embargo en el aspecto literario todavía no hay una postura de reconocerlo como un poeta.
JL: Ese reconocimiento va a ir sucediendo y también hay que tener en claro que en esos claustros de la elite literaria fue hecho por gente que tenía la llave de decir “vos entrás a este paraíso” y estaba más en manos de gente que curtía mas el tango o la música clásica. Ahora a esos lugares de legitimación están llegando los que escuchaban el rock. El Indio tuvo una intervención en la biblioteca Nacional. Lo fascinante de esa figura es que no sé si hay ser humano que tenga tantas letras tatuadas en las pieles o tantas letras en paredes o en banderas. Debe ser de los poetas más reproducidos, que no tiene que ver solo con gente que canta sus canciones sino que sus canciones están escritas en otros formatos también.
APU: La poesía del indio es de cuerpo, de adentro.
JL: Para mi tiene algo muy interesante y es que es un intelectual, pero que llega a la calle. Lo escucha el joven del barrio más humilde y el del barrio más sofisticado. Sabe combinar palabras estilizadas pero también algunas propias del lunfardo callejero. Esa ambigüedad te acerca y te aleja a la vez. Eso también lo hace seductor.
Caja negra
APU: ¿Tu antiguo programa “La máquina de escribir voces” dejó una impronta en tu actual proyecto “Caja Negra”?
JL: “La Máquina de escribir voces” solo fueron doce capítulos, nada más. Caja Negra justamente tuvo constancia y un ir haciendo y construyendo camino que lo hace un producto más sólido y más completo. Nosotros lo pensamos como algo que deja registro de época y está dejando testimonio de quiénes fueron influyentes en estos años. Caja Negra se fijó una agenda nueva; la Máquina estaba más en los consagrados. Caja Negra tomó muchos riesgos en el sentido de que entrevisto a gente que no estaba en el radar de los medios. Algunos consagrados y otros que terminaron explotando después.
APU: ¿Por qué crees que se da ese éxito de Caja Negra, un producto que dura una hora y media en un mundo de consumo de segundos?
JL: La hipótesis que teníamos en el año 2018 y finalmente estrenamos en 2019 era que si vos ves una película de una hora y media por qué no verías una entrevista de una hora, o una maratón de series en un día porque no verías una entrevista. Siempre pensando en personas más digitales que es donde nos movemos nosotros. Nuestra apuesta estética era poner todo negro, oscuro y que esté centrado en la intimidad de los personajes. Ahí está la magia para mí. Ambientar el lugar para que eso suceda. Nuestra hipótesis funcionó y abrió otros caminos para quienes hacían entrevistas. Mi anhelo es ir a Caja Negra dentro de cinco años y decir “mirá como ése llegó a tal lugar” y lo habíamos entrevistado en ese momento. La idea de Caja Negra es esa: lo del avión, lo que queda grabado.
Vidas personales
APU: ¿Cómo se contraponen esas dos ideas de no aceptar la frustración pero tampoco querer hacer lo seguro?
JL: Hoy se ve una cuestión generacional que tiene ciertos rituales, mandatos, y formas impuestas que tenía nuestra generación. Por ejemplo, el derecho de piso. Nosotros éramos bastante sumisos en ese sentido, esta generación tiene muy claro de estar donde quiere. Pero esa cosa del éxito y las urgencias plantea una necesidad de querer cumplir con ese mandato del éxito temprano que genera muchos problemas de salud mental. El éxito no es para todos, es solo para una parte. Quienes no lo logran lo sufren mucho. Los trabajos y los deseos requieren de una construcción. Y eso requiere paciencia. El tiempo juega mucho, lo que hoy es importante mañana puede no serlo. Lo que hoy no nos importa tal vez mañana ya no lo sea.
APU: ¿Si tuvieras que lograr un equilibrio entre las antiguas generaciones y las actuales como lo harías?
JL: Creo que justamente estas dos cosas que te decía. A la generación anterior, como la mía , a esa cosa del derecho de piso la cambiaría. Primero tenes que sacrificarte para después obtener y en ese sacrificio debés demostrar para hacerte merecedor ya sea en la vida o en el trabajo. Eso cambiaría en ese rompecabezas. Y a las nuevas generaciones le pondría esto de la paciencia. Estamos en tiempo de celulares y si algo no te entretiene todo el tiempo no sirve y la vida no es eso. Justamente la vida no es entretenida todo el tiempo y el tema es hacerla divertida lo más que se pueda. Para eso hay que tener paciencia, para que eso suceda.
APU: ¿Qué actividades te gustan hacer para dispersarte en tus ratos libres?
JL: Me gusta mirar cosas básicamente; alguna película o algún podcast que me guste. Antes lo encontraba más en la lectura, ahora me está costando bastante sentarme a leer. Pero a la hora de desconectar trato de buscar cosas que no tengan que ver con mi trabajo. Después me gustaría jugar más al futbol y ahí encuentro un lugar de placer, ir a la cancha me gusta. Me gusta mucho visitar a la familia, a los amigos. Hoy con los tiempos que tengo se me complica un poco más pero trato de hacerme ese lugar.
APU: ¿Si pudieras entrevistar a Homero Simpson que le preguntarías?
JL: Yo creo que con Homero sería muy graciosa esa escena. Homero es muy nuestro también en un punto, los Simpson son como Los Rolling Stones. Están en Argentina, me parece que son personajes que nos atraviesan y las preguntas serían más de eso: escenas de la vida. En algún momento quiero hacer eso, entrevistar a algún personaje de ficción. Estamos muy cerca de hacerlo, en algún momento lo vamos a lograr.
APU: Si pensaras en el Julio Leiva de hace diez años: ¿Qué se preguntarías?
JL: Yo hace veinte años que laburo de esto y estuve unos primeros diez años de productor y otros diez un poco más al frente como periodista. Tomando algunos riesgos que tenían más que ver con lo digital o con la imagen. Hace diez años había ganado el premio de mejor producción de la década en radio. Me lo habían dado los colegas y entonces me dije: ¿Y ahora qué hago? Yo quería ser productor y me dieron esto, gente que respeto y admiro, creo que no puedo dar más nada. Entonces me dije ahora tengo que saltar al vacío otra vez y un poco la pregunta era: ¿Podré? ¿Podré hacer esto nuevo, me saldrá? Fui a hacer un documental sobre la banda más importante de la Argentina y lo pude hacer. Después me dije quiero entrevistar a toda la gente que la está rompiendo, que significa algo en la cultura de nuestro país. También lo pude hacer. Ahora estoy llegando al próximo ciclo de los próximos diez años. Ahora el desafío es tratar de ser yo mismo lo más que pueda. Hacer lo que me divierta y me de placer. Aquello que me mantenga la llama encendida. Tal vez, el balance fue que salté al vacío y me fue bien. Ya tengo la experiencia de que salté y no estuvo bueno, me volví en el camino y no me crucifiqué por eso. Pero si saltaste y valió la pena quédate a pasarla bien un rato, lo más que puedas y de la mejor manera posible.