Madame Curie: hacer historia en un entorno machista
Por Marina Jiménez Conde
Madame Curie es el nuevo estreno de Netflix basado en la vida de Maria Skłodowska, mejor conocida como Marie Curie, primera científica en ganar un premio Nobel y primera en hacerlo en dos especialidades distintas por su trabajo sobre la radioactividad y el descubrimiento del radio y el polonio. La película muestra los obstáculos a los que se tuvo que enfrentar Curie, en una sociedad conservadora y machista, mientras se exploran los avances y los riesgos que la ciencia posibilita con cada nuevo descubrimiento.
Un dato llamativo es que Madame Curie fue producida por Amazon pero es Netflix quien se quedó con la trasmisión del contenido en Argentina. Los 110 minutos de duración del film resultan un tanto comprimidos para dar cuenta de la vida de Marie Curie. No es que no se lleguen a tocar temas importantes de su biografía, sino que no se le otorga demasiada profundidad a ninguno. En ese sentido, un formato de serie podría haber funcionado mejor.
Sin embargo, hay una mirada feminista de la directora, Marjane Satrapi, que está presente en el ninguneo y el descrédito con que el campo científico trata a Marie. Esto invita a pensar qué hubiera pasado si ella no se hubiera topado con Pierre Curie, con quien se casó, de quién toma el apellido y con quién terminó compartiendo la investigación que los llevó a obtener el primer premio Nobel. Eso es lo mismo que preguntar: ¿Cuántas Maria Skłodowska se habrán perdido en el camino?
El vínculo entre Marie y Pierre Curie es el eje más sólido que tiene la historia, e incluso se llega a mostrar cierta tensión en la pareja producto del poco reconocimiento que obtenía Marie en comparación a su marido. Quizás lo más disruptivo son las escenas con saltos temporales que rompen la linealidad del relato para mostrar los avances y peligros que trajo aparejado el uso de la radioactividad en la humanidad: desde los rayos X y la radioterapia para tratar el cáncer hasta la bomba atómica en Hiroshima y el desastre nuclear en Chernobyl.
No por nada el título del film en inglés es Radioactive (Radioactivo). Allí se expresa mejor la intención de generar una reflexión alrededor de la ciencia y la carga que puede llegar a significar para los y las científicas que, en algunos casos, llegan a hacer descubrimientos que cambian el curso de la historia sin llegar a saberlo.
En definitiva, Madame Curie acierta más por aquello que da a lugar a reflexionar que por lo que concretamente llega a contar. No es poco si el resultado es replantearse el papel de la ciencia o el rol de la mujer en la sociedad. Sin embargo, y pese a que no sea culpa de Rosamund Pike, que hace un buen trabajo en el papel protagónico, queda la sensación de que todavía no se termina de conocer a María Skłodowska.