Persecución en la nieve: un thriller de baja temperatura
Por Francisco Pedroza
La película Persecución en la nieve fue estrenada en mayo del 2020. Pese a sus malas críticas, hace poco Netflix decidió incorporarla a su plataforma y no tardó en posicionarse entre las más vistas. Es otra prueba más de cómo la gran N roja revive films que parecían quedar en el olvido y los vuelve exitosos, más allá de la forma que utiliza para computar visualizaciones.
Con el reconocido Tom Berenger como protagonista, la película narra la historia de Jim Reed, veterano de guerra y ex alcohólico al que la vida le ha jugado malas pasadas. Durante su caza aficionada en los bosques nevados al norte de Maine, ocurre un accidente y el destino lo cruza con el cadáver de una mujer que llevaba un bolso lleno de dinero. Como es de esperar, tiene sus propios dueños, lo que da paso a la persecución a la que hace referencia el nombre del largometraje.
Persecución en la nieve es, tal vez, una historia ya vista en la gran pantalla. Contiene locaciones que, si bien cuentan con una gran belleza estética, no brindan ninguna novedad. Aun así, cumple con lo que promete y entretiene casi a lo largo de toda su duración, con momentos donde se vuelve más lenta pero llegando a lograr tensión cuando es necesario.
Berenger se convierte por momentos en cazador y por momentos en presa. La única herramienta con la que cuenta para sobrevivir en los gélidos bosques de Maine es su entrenamiento militar de alto nivel. Más allá de sus problemas y perturbación mental, el argumento y la motivación de la historia ya han sido vistos varias veces en la industria del cine. Por eso, la clave es que estén desarrollados de manera correcta.
Lo cierto es que, si bien no es una obra maestra, nos va a entretener a lo largo de su duración y eso siempre es un punto a favor. En esa hora y media los momentos en que la narración pierde ritmo y se vuelve un poco lenta son los menos. Al mismo tiempo, el arranque de la trama, con la presentación de los personajes y del contexto, también resulta problemática por la inclusión de escenas que no contribuyen en nada sino que están de puro relleno.
Con sus aciertos y sus defectos, Persecución en la nieve tiene lo necesario para mantenernos en el sillón. No llega a aburrir y tiene elementos interesantes. La intriga por ver cómo se soluciona la trama se mantiene. Los paisajes son una base sólida y las actuaciones acompañan. A fin de cuentas, cumple lo que promete sin muchas ambiciones.