¿Quién mató a mi hermano?: la historia sobre la desaparición forzada y asesinato de Luciano Arruga
Por Manuela Bares Peralta
La desaparición forzada: una imagen que nos devuelve a la ronda de madres y abuelas, pero también a las marchas que inundaron las calles en 2017. Una cuenta pendiente que se repite con casos como el de Miguel Bru, Jorge Julio López y Facundo Astudillo Castro. Luciano Arruga es parte de esa herida que todavía nos duele. Es el recordatorio de cómo la violencia institucional continúa arraigada en las instituciones políticas, judiciales y policiales, y de cómo esa violencia aumenta según tu ropa, color y clase.
Luciano Arruga desapareció el 31 de enero de 2009 tras ser detenido por la Policía Bonaerense. Meses antes había sido demorado, amenazado y torturado en un destacamento de Lomas del Mirador, por negarse a robar para dicha fuerza de seguridad. Luciano permaneció desaparecido hasta el 17 de octubre de 2014, cuando su cuerpo fue identificado en el Cementerio de la Chacarita, tras haber sido enterrado como NN a los pocos días de su desaparición.
Diez años después, Ana Fraile y Lucas Scavino estrenaron la película documental ¿Quién mató a mi hermano?, donde narran la búsqueda de verdad y justicia de los familiares y amigos de Luciano. La voz principal es Vanesa, su hermana mayor. En ella la narración se corporiza, ella es el punto de partida para contar este dolor. Agencia Paco Urondo dialogó con Ana sobre el proceso que recorrieron como realizadores para contar la desaparición y asesinato de Luciano Arruga.
“Este recorrido tuvo muchas etapas: comenzó en 2011, cuando estábamos preparando un proyecto para una serie documental sobre los derechos de los jóvenes. Uno de los capítulos giraba en torno al derecho a la circulación y contamos el caso de Luciano” comienza Ana, y sigue: “A fines de 2013 estábamos preparando un proyecto para contar una experiencia de transformación cultural. Con Lucas elegimos contar la historia de la transformación del ex destacamento de Lomas del Mirador, donde había sido torturado Luciano por policías anteriormente y posiblemente antes de su desaparición”. Los realizadores relatan en el documental cómo se convirtió “un espacio de muerte, tortura y desaparición en uno de memoria, social y cultural”. Por entonces, conocieron a Vanesa por primera vez y acordaron que la película se iba a filmar de todas formas.
Vanesa les permitió contar su búsqueda, ponerle imágenes y sonido. Esta película se construyó al calor de las circunstancias y a las temporalidades de su búsqueda. Comenzó llamándose “¿Dónde está mi hermano?” para convertirse en “¿Quién mató a mi hermano?”. Cuando comenzaron este proyecto, Luciano continuaba desaparecido. Cuando encontraron su cuerpo, el film se convirtió en una forma más de nombrarlo, de buscar a los responsables políticos y materiales, en una herramienta más para visibilizar el pedido de justicia.
Para Ana, el proceso fue “como un tejido, con pasos lentos pero contundentes, con mucho respeto por los tiempos, necesidades y ganas de la familia”. La confianza construida les permitió acercarse: “Fueron muchas veces, de intentos, de charlas y visitas. Compartieron su archivo audiovisual, que nos permitió conocerlos a ellos y a su recorrido”. “Estrenar en 2021 en Canal Encuentro y poder utilizarla para promover el pedido de verdad y justicia en la causa es parte del proceso”, agrega.
La película se esfuerza por trazar un recorrido preciso, de entrelazar el proceso judicial con las acciones que fueron materializando los amigos y familiares para mantener el foco de atención en la causa de Luciano. Es un trabajo colectivo, una memoria emotiva de la que Luciano fue el germen. Es la cuenta pendiente de nuestra democracia.
Por último, Ana reflexionó sobre la relación entre el estado de la causa y la realización que llevaron a cabo: “La impunidad y encubrimiento permite que esta causa siga abierta. A la película no le afectó porque los familiares y amigos siguen adelante y lo que hicimos fue representar ese movimiento, sus estrategias para llevar adelante un proceso muy doloroso y de mucha lucha”.