Waco: El apocalipsis estadounidense televisado en tiempo real
A fines de marzo Netflix estrenó en nuestro país Waco: American Apocalypse (Waco, el apocalipsis americano), una miniserie sobre el asedio de Waco, un conflicto en Estados Unidos que involucró al FBI, al ATF y a los miembros de la secta religiosa davidiana de la rama liderada por David Koresh. La propuesta resulta en una reconstrucción histórica que pone en debate la portación de armas.
Esta no es la primera experiencia del director Tiller Russel con este género. Ya había hecho otros intentos con The seven five en 2014, Operation Odessa en 2018, y Silk Road y El acosador nocturno en 2021. Sin embargo, esta vez, dio en la tecla. La nueva miniserie de Netflix se centra en los 51 días que duró el asedio de Waco.La serie documental de tres capítulos recapitula, a base de material de archivo y testimonios, lo que sucedió entre el 28 de febrero y el 19 de abril de 1993 en el complejo del culto en Monte Carmelo. El desenlace de estos hechos no fue sólo la muerte de cuatro agentes federales y 82 davidianos de la rama, de los cuales 28 eran niñas y niños, sino que fue el preludio del atentado de Oklahoma City que sucedió tan sólo dos años después.
Waco: American Apocalypse no relata la génesis de la secta o de su líder. Por el contrario, Russell decide centrar su narrativa en el trágico final televisado que millones experimentaron en tiempo real. A partir de los testimonios de ex miembros del culto, como Kathy Schroeder, Heather Jones y David Thibodeau, y de agentes de la ATF y del FBI, como Bob Ricks y Gary Noesner, somos parte de la reconstrucción de lo que sucedió en Texas treinta años atrás con el debate sobre el derecho a portar armas y los límites constitucionales de la libertad religiosa a cuestas.
Lo que sucedió en Waco se explica en base a un sinfín de errores: una secta religiosa que auguraba la llegada del apocalipsis en un enfrentamiento con el gobierno que sucedería en la puerta de su casa; los abusos sexuales y el cúmulo de armas de fuego ilegales que guardaban en un distrito como Texas, donde eso era moneda corriente; un operativo mal ejecutado desde su comienzo; y una larga fila de etcéteras que atraviesan toda la serie.
La última miniserie de Netflix no es sólo un buen documental sobre uno de los hechos que conmociono la historia estadounidense del último siglo sino un debate actual sobre problemáticas que aún persisten y son más actuales que nunca.