Diego Cubelli: “El silencio es parte fundamental de cualquier expresión artística”

  • Imagen
    Cubelli
CUESTIONARIO

Diego Cubelli: “El silencio es parte fundamental de cualquier expresión artística”

29 Enero 2023

Diego Cubelli nació en Montevideo en 1990, es poeta y bandoneonista. Publicó: Reino del apóstata, (LoQueVendrá, 2014); Trabajo para el silencio, (Yaugurú, 2015), La razón del deslumbre, (Itabira, 2020) y Rasga lo blando, (Yaugurú, 2021). Fue editor de las revistas y editoriales de poesía LoQueVendrá (2011-2016) y Sitio de poesía (2017-2019). Integra el equipo coordinador del ciclo “Martes poéticos” y forma parte del programa radial de difusión cultural del Equipo Praxis, “Reconocer en radio”. Desde 2020 lleva adelante el proyecto “Tango Comunidad”. En la actualidad es Presidente de la Casa de los Escritores del Uruguay. Agencia Paco Urondo conversó con él sobre literatura en general y sus libros, en particular.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuál fue el primer libro que leíste completo y sin obligación de hacerlo?

Diego Cubelli: Gaucho tierra, de Montiel Ballesteros.
APU: ¿Los libros se leen hasta el final o se abandonan? (Si abandonaste alguno, ¿cuál fue y cuál es la anécdota que valga la pena?)

D.C.: No hay moldes. Se leen hasta el final o se abandonan. Se consultan, se lee por partes, se avanza o se vuelve siempre al mismo fragmento.

APU: Los libros, ¿se compran, se regalan, se prestan, se pierden, se devuelven, se venden, se roban?

D.C.: Todo. En mi caso trato de evitar el préstamo y la devolución. Los libros prestados los doy por regalados y espero lo mismo de quién me presta sus libros.

APU: ¿Cuáles son tus libros preferidos de la literatura argentina?

D.C.: Los que se me ocurren ahora: La ley, tu ley, de Juana Bignozzi; Cantos a Berenice, de Olga Orozco; Otoño imperdonable, de María Elena Walsh; De piedad vine a sentir, de Irene Gruss, Tener lo que se tiene, de Diana Bellessi; En el aura del sauce, de Juan L. Ortiz.

Imagen
tapa rasga lo blando

APU: ¿Cuáles son tus libros preferidos de la literatura universal?

D.C.: Los primeros que aparecen: Trilce, de César Vallejo; Poeta en Nueva York, de García Lorca; Desolación de la quimera, de Luis Cernuda; Poemas de la consumación, de Vicente Aleixandre.

APU: ¿Hay algún personaje de la literatura con el que te sentís identificado?

D.C.: No particularmente.

APU: Así de arrebato, ¿qué final te viene a la memoria?

D.C.: El final de “Bienvenido, Bob”, de Onetti: “Y él acepta; protesta siempre para que yo redoble mis promesas, pero termina por decir que sí, acaba por muequear una sonrisa creyendo que algún día habrá de regresar al mundo de las horas de Bob y queda en paz en medio de sus treinta años, moviéndose sin disgusto ni tropiezo entre los cadáveres pavorosos de las antiguas ambiciones, las formas repulsivas de los sueños que se fueron gastando bajo la presión distraída y constante de tantos miles de pies inevitables.”

APU: ¿Cuándo comenzó tu gusto por la escritura?

D.C.: En la adolescencia. Como necesidad de expresión y diálogo con los diferentes campos artísticos.

APU: ¿Tenés alguna rutina al escribir?

D.C.: La rutina, creo, se basa en generar un espacio propicio para la escritura. No me caracterizo por lo aluvional sino por establecer proyectos escriturales, entonces, una vez establecido el proyecto-libro, la rutina es poner el cuerpo y la cabeza en esa búsqueda. Se puede estar haciendo otras cosas pero en ese período de escritura, todo está puesto ahí.

APU: ¿Y objetos fetiches que te sean vitales al momento de escribir?

D.C.: Los libros y discos que tengo alrededor. Escuchar música. Una foto de Gardel y una de Troilo. Un grabado de Leonilda González que siempre tengo a la vista. Escribir en computadora y corregir pasando a mano, o al revés.

APU: ¿Lenguaje inclusivo en la escritura sí o no?

D.C.: Si. Todo lo que sea necesario para incluir. Para ser libres.

APU: ¿Cuál es tu opinión sobre las presentaciones de libros y los ciclos de lecturas?

D.C.: Pienso que ambas instancias son muy importantes para que circulen las obras. Para conocer nuevas voces, fomentar instancias de encuentro.

“El silencio habla por ausencia de sonido y en el papel habita casi espectral entre versos. Entre esa ausencia y el sonido habla el silencio”.

APU: ¿Cómo se lleva tu literatura con el insomnio, con las noches, con los vicios?

D.C.: Con las noches, bien. Es el momento de escribir, de leer, de corregir. Con el insomnio, mal. Sobre todo en esas etapas de escritura. Con los vicios, un poco de ansiedad que se soluciona con chocolate y cosas dulces.

APU: ¿A quién relees periódicamente?

D.C.: Amanda Berenguer, Washington Benavides, Alfredo Fressia, Juana Bignozzi, Ulalume González de León, Ricardo Paseyro, Enrique Fierro, Cecilio Peña, Antonio Gamoneda, Juan Gelman, Nancy Bacelo, Circe Maia.

APU: ¿Qué tres autores argentinxs reeditarías?

D.C.: Julio Huasi, Leda Valladares, Homero Expósito.

APU: ¿Qué opinas de la literatura argentina de la última década?

D.C.: No tengo un conocimiento amplio como para emitir juicio al respecto.

APU: A calzón quitado, ¿lees a tus contemporánexs o solo lees las contratapas?

D.C.: Leo y releo. Trato de estar al tanto de la producción actual.

APU: ¿Qué estás leyendo actualmente?

D.C.: Poesía Mapuche, Mundos Superpuestos, de Iván Carrasco Muñoz, Ediciones de la Universidad Austral de Chile.

APU: Trabajo para el silencio (Yaugurú 2015) parece anclarse en la ausencia. ¿Qué le dice a Cubelli el silencio cuando le habla?

D.C.: El silencio es parte fundamental de cualquier expresión artística. En la música tiene su propia grafía, por ejemplo. En una pintura, una pincelada puede traducirse en un silencio. En poesía lo mismo. El silencio habla por ausencia de sonido y en el papel habita casi espectral entre versos. Entre esa ausencia y el sonido habla el silencio.

APU: Yendo a otro de tus títulos, La razón del deslumbre (Itabirá, 2020), entendemos que se trata de un objeto artesanal y hecho a mano por vos mismo. Contanos si hay una experiencia y relación de la palabra con lo visual y otros artes.

D.C.: Totalmente. El diálogo entre artes es fundamental. Hay una curiosidad y una búsqueda que fortalecen cualquier lenguaje propio. Creo que cualquier persona que desarrolla su discurso en el campo del arte debería conocer, por ejemplo, cómo se escribe un soneto o como se mezclan los colores. Cómo se emite la voz de alguien que canta o cómo se ensaya una obra de teatro. Todo eso independientemente de cuál es el campo específico en que nos desarrollemos. El dialogo multidisciplinario fortalece y ensancha nuestro propio discurso.

Imagen
tapa de trabajo para el silencio

APU: En Rasga lo blando, también de Yaugurú publicado en 2021, se profundiza en la búsqueda de lo poético. ¿Cómo definirías esa exploración?

D.C.: Es una exploración constante. Uno de los alimentos de la poesía es la propia poesía. El lenguaje, trabajar las luces y las sombras, la iluminación y desde donde queremos darle esa luz y qué es lo que queremos oscurecer. Ese “velo magistral que esconde todo”, al decir de la poeta Nancy Bacelo.

APU: ¿Qué es lo próximo de Cubelli que se viene para disfrute de los lectores?

D.C.: Hay un par de proyectos en desarrollo que no sé si llegaran a mostrarse. La escritura debe convivir con otros proyectos en el campo de la música y adyacencias   por lo tanto ese desarrollo lo dará el tiempo disponible y las posibilidades ciertas de llevarlos a buen fin.

APU: ¿La escritura puede aprenderse en un taller?

D.C.: Puede. Siempre que se tenga algo para decir y mucha curiosidad. No quedarse solo con el taller ni escuchar a quien lo imparte como si fuera misa. Hay que confrontar y leer. Siempre leer. Con taller o sin taller.