Haroldo Conti: “Escribo para rescatarme”

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    Haroldo
    Ilustración: Gato Nieva
NUEVO ANIVERSARIO

Haroldo Conti: “Escribo para rescatarme”

26 Mayo 2024

 

El aniversario del nacimiento del escritor Haroldo Conti es siempre una fecha de homenaje y reflexión, ya que cada año lo imaginamos en el presente que nos va tocando, con sus principios, su forma de vida, sus elecciones y, por supuesto, desde la vigencia de su obra. Como cuentan repetidamente las crónicas, nació en Chacabuco, Provincia de Buenos Aires el 25 de mayo de 1925. Allí conoció la vida de campo que con tanta nostalgia y belleza que reflejó luego en sus relatos. Estudió en el Colegio Don Bosco de Ramos Mejía, fue maestro en una escuela primaria de Gral. Pirán y en 1944 ingresó en el Seminario Metropolitano Conciliar de Villa Devoto. Como diría en alguna entrevista “vivió muchas vidas” a través de sus novelas, periodista, piloto de avión, seminarista, navegante, nadador de aguas abiertas, guionista de cine y docente.

Militó en el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) y en el FAS (Frente Antiimperialista por el Socialismo). Estudio en la Universidad la carrera de Letras. En 1955 se casó con Dora Campos, madre de sus hijos mayores, Alejandra y Marcelo.

Su primer viaje a Cuba en 1972 como jurado de la Casa de las Américas, implicó un quiebre en su vida y un cambio en su forma de pensar ya que encuentra un modelo político que es el que deseaba para su país, y naturalmente apoya la revolución. A partir de allí comienza una militancia orgánica dentro del PRT, cambia sus lecturas habituales por textos de Lenin, Estrella Roja y El Guerrillero, expresa su apoyo a Agustin Tosco, se reúne con Walsh. Al comienzo de la dictadura sabe que corre peligro. Rechaza un viaje a Ecuador para no dejar sola a Marta, la segunda esposa de Haroldo, embarazada de su hijo menor. Marcelo Conti recuerda así aquellos días previos al secuestro: “Yo tenía 16 años. Unos días antes llegué a su casa de Villa Crespo y las ventanas estaban cerradas. Estaba en reunión con sus compañeros. Cuando me vio me dijo: “andate”.

El 4 de mayo de 1976, al regresar con Marta del cine, un civil armado les abrió la puerta. Su amigo que había quedado a cargo del pequeño Ernesto estaba desmayado en el piso. Otros cinco hombres buscaban entre sus cosas. Después de someterlos a un terrible interrogatorio se llevaron a Haroldo. Marta suplico que la dejaran despedirse de él. Tenía los ojos vendados, pero al tocarle el rostro y darse cuenta que él no, supo que no volvería a verlo. Tenía 50 años. Algún testigo aseguró que paso por la ESMA aunque se cree que fue seguramente en El Vesubio, centro clandestino en el que permaneció y, según testigos, donde murió. Hasta el día de hoy se encuentra desaparecido

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Originales de Conti

La obra de Conti: La Historia de uno mismo

Conti encontró otro lugar que lo inspiraba tanto como Chacabuco y lo hizo suyo. Era el Delta. En una pequeña casita de las islas (que hoy es museo) comenzó a construir un barco y, así sin saberlo, su oficio de escritor “me fui metiendo muy adentro de un determinado mundo, fui conociendo la gente de la costa, los isleños, la gente de barcos. Y con toda naturalidad, mientras construía ese barco, surgió Sudeste. Así empezó todo". Su primera novela, aquella que quizás más ha trascendido. Se mezcla entre los personajes y paisajes de la obra y como su protagonista, se siente dominado por la naturaleza.

Luego llegará en En Vida, que junto con Alrededor de la jaula y Como un León, demuestra conocer y comprender muy bien la ciudad de Buenos Aires, su mística y secretos, dejando notar una aparente preferencia por algunos lugares, como el bajo o la costanera. “Yo vengo del cine, hago cine; como novelista me importa mucho precisar imágenes, formas, colores, sonidos, músicas”. Describe deliciosamente sus costumbres e imágenes con cierto tono de nostalgia a través de personajes que sufren y extrañan otros tiempos. Uno de ellos “Oreste”, de En vida, sea quizás su propio reflejo en algunos aspectos. Sobre él dijo: “Oreste termina por hacer su elección y eso está dicho explícitamente en el último párrafo. Hay en el protagonista una revolución interior, un cambio de actitud vital. Es el problema moral por excelencia: el de la libertad. Y es que la revolución empieza en el individuo, no se impone por decreto”... “También yo me siento vivo en alguno de esos personajes, Oreste, por ejemplo”.

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Museo Haroldo Conti

Su pueblo natal fue un faro de inspiración que lo remontaba a su infancia. “Hablar de Chacabuco es hablar de mi infancia”, de sus seres queridos a los cuales decidió sumarlos como personajes de sus cuentos para transformarlos en inmortales. “Acabo de dedicar un cuento a mi tía Haydée, que representa mucho para mí; y pongo ‘A mi tía Haydée para que nunca se muera’. Sé que ese cuento, de alguna manera, en alguna biblioteca va a sobrevivir y que de acá a cien años alguien va a abrir ese libro y ella va a estar viva, porque ahí en ese cuento la dejé viva para siempre”. Es entonces cuando “Chacabuco se vuelve fantasmal” y se lo adivina desde “La Balada del álamo carolina”, “Las doce a Bragado”, “Los novios”, “Mi madre andaba en la luz”, “Perfumada noche” y otros.

En el prólogo del último libro Mascaró, el cazador americano, se despide del protagonista y, quizás proféticamente, de él mismo: “Mascaró sigue vivo. Y me demanda nuevos caminos. Siento, eso sí, la breve tristeza de despedirme de él para que comience a compartir su camino con otras gentes. Aquí estamos, pues, a un costado de ese camino diciendo los adioses y estrechando su firme mano. Pero yo sé que volverá. Yo sé que volverá. Yo sé que volverás, compadre. Por eso te digo hasta siempre. No te olvides de mí ni de mi compañera, los que tanto te amamos. Volvé pronto para que podamos seguir viviendo y amando, oscuro jinete, dulce cazador de hombres. Mascaró, alias Joselito Bembé, alias la Vida”.

Marcelo y Alejandra Conti, hijos de Haroldo, reunieron la documentación producida por su papá más aquellos documentos que la familia había generado y recopilado a partir del secuestro del escritor. En el año 2005 acercaron esa documentación, en ocho carpetas, a la Comisión por la Memoria de la provincia de Buenos Aires (CPM) para su digitalización y disponibilidad para el acceso público.

A noventa y nueve años de su nacimiento, Haroldo Conti afirma su vigencia No solamente para quienes lo descubren a partir de su obra, sino para quienes lo reconocen como un hombre constante y decidido en sus luchas, buscando su sendero entre los caminos de la vida, poniendo la libertad y los ideales por delante de todo. Sin importar los peligros ni los riesgos. Junto a él, Oreste ya era inmortal.