La semana feminista
Por Carolina Balderrama *
Sabíamos que iniciábamos días de lucha popular docente, de los sectores sindicales trabajadores para marchar y mostrar el descontento con las políticas neoliberales y regresivas y la concreción del Paro Internacional de Mujeres, hecho histórico que convocó a más de 50 países en el mundo y que en Argentina más de 200 organizaciones feministas, movimientos sociales, sindicales, político partidarios venían construyendo de manera asamblearia para garantizar la mayor diversidad y puntos de acuerdos, desde hace meses.
La noche del lunes en casa festejando la llegada del cumpleaños de mi hija, y con varias amigas para un acampe de vigilia, cerca de la una y media de la mañana escucho un mensaje de texto, dudando tome el teléfono, y lo leí. Y cuando lo ves, no puedes ignorar, dos segundos para pensar en tu contexto, en las pibas en casa y en las pibas en la comisaría; en la madrugada del día siguiente para ir a trabajar; y en las pibas en la comisaría.
La reacción fue rápida, lúcida, colaborativa. Comenzar a llamar a todas las abogados y abogadas amigues Hasta que la que respondió a esas horas, estaba con sus hijxs, y las que les tenemos a cargo sabemos que muchas veces estas situaciones de salir de raje se complican. La logística es fundamental, otros dos segundos pensando y subí a mi hija y sus amigas y nos fuimos a buscar a la abogada, las adolescentes nos hicieron el aguante para cuidar a lxs niñxs y nos mandamos para la comisaría. Empezamos a encontrarnos las que venimos construyendo este feminismo popular, de todos los sectores, amigas militantes que nos encontramos en las redes y nos ponemos cara y cuerpo en la calle.
Volvimos cerca del amanecer, a trabajar casi directo, a la fiscalía después, y en la puerta ya parecía que estábamos en un pre encuentro de mujeres, cubriendo periodísticamente, cantando, intercambiando información, definiendo instancias de nuevos encuentros para pensar en el contexto en el que todas estas situaciones están comenzando a pasar.
Llegamos finalmente al #8M, algunas teníamos actividades sindicales previas a la marcha, hechos inéditos y con mucha adhesión, muchas no llegamos a la Plaza de Mayo, ya que de tanta cantidad de mujeres, costo llegar. Cerca de la ocho de la noche, la plaza despejándose tranquila, algunas personas en la Catedral, no muchas y no grandes situaciones, por supuesto, el recorte que realizaron los medios hegemónicos fue brutal.
Dos horas después, y descansando y compartiendo y felices por la jornada de lucha, el paro internacional, la huelga de mujeres, y bailando en medio de la lluvia, nos enteramos que nuevamente amigas, compañeras estaban siendo detenidas. Salimos de raje, de raje así como se sale cuando la urgencia es más rápida que los pies.
En la comisaría éramos muchxs llegando, cada unx comenzó a activar en el rol que sabe necesario, las comunicadoras difundiendo, usando las redes, vitalizando los videos de la represión policial; las abogadas a lo suyo; las activistas armando el listado; alguna funcionaria que aportó su presencia y acompañamiento activo, les compañeras feministas activando también, en fin estamos nosotras las del movimiento de mujeres una vez más poniendo el cuerpo y la rabia organizada.
Cómo te la contaron luego, uniendo algún incidente en la catedral, provocado por un provaticano, descontextualizando una situación que pasó dos horas antes, y criminalizando y armando causas a las veinte personas, mujeres lesbianas y bisexuales y varones que estaban en situaciones pos marcha, comiendo, caminando, bailando, filmando.
Noches de comisarías por la ciudad, noches de largos abrazos, noches de defensa de nuestro territorios cuerpo, los que están en disputa.
La marea violeta, la ola feminista, el periodismo feminista popular, la organización de nosotras, sujetas políticas, es imparable. Como dice el canto, poder popular, estamos juntas y nos ven, abajo el patriarcado, se va a caer, arriba el feminismo, ya estamos venciendo, nosotras nos tenemos. Somos un montón, no tenemos miedo y estamos por todos lados.
* Periodista feminista. Docente UNDAV. RedPAR.