¿Por qué es tan difícil organizar los feminismos populares en el Frente de Todos/as?

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    Encuentro Nacional de San Luis
    Foto: Juli Ortiz
FEMINISMO POPULAR

¿Por qué es tan difícil organizar los feminismos populares en el Frente de Todos/as?

13 Octubre 2022

Hace ya unos cuantos años que los feminismos del campo nacional y popular han ido ocupando un espacio relevante en los Encuentros, hasta el 2019 "Nacional de Mujeres" y en esta 35 edición "Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, intersexuales y no Binaries" realizado en la ciudad de San Luis.

Estos 35 años no solo acumulan el paso del tiempo sino debates, formación, discusiones, aprendizaje, tensiones, acuerdos básicos, entre otros. Son años de ponerle cabeza, corazón y cuerpo dentro de las propias organizaciones para hacer oír la voz y tomar la palabra.

Los Encuentros dejaron de ser entonces esa experiencia a la que algunas compañeras accedían por su cuenta para transformarse en un acontecimiento político para cada organización, sindicato, centro cultural o barrial. Estos empezaron a decidir cómo y de qué manera se iban a hacer presentes en ese evento y a hacer valer esa decisión en su propio espacio.

Fue así cómo los feminismos populares llegaron a disputar con otras líneas del feminismo cada lugar, cada taller, cada cuadra de la marcha y hasta cada ovación para decidir la próxima sede. Desde hace algunos años, además, la "Plaza de Cristina" se constituyó en un lugar concreto y simbólico de apoyo a la conducción indiscutida de Cristina Fernández de Kirchner y, por supuesto, al reclamo por la libertad de Milagro Sala.

Quienes participamos sabemos -como se ha dicho desde hace 35 años- que los talleres son "el corazón" del Encuentro. Pero también lo es la marcha del domingo. Una de las actividades más importantes donde confluyen todas las agrupaciones, de todos los signos políticos, lo que le da una potencia política incomparable.

En la ciudad sede, sus habitantes (generalmente entre el temor a la "marea verde" operado desde los medios locales y la curiosidad) asisten con asombro a ver esas columnas interminables de personas diversas y coloridas, de todas las edades, que ocupan decenas de cuadras y que marchan al son de sus bombos y sus consignas, exigiendo a la vez que celebrando poder desplegar en las calles toda la fuerza de la lucha. Su deslumbramiento es genuino: quizá nunca hayan visto semejante movilización y, seguro, nunca en su ciudad.

Por otro lado, para quienes asisten a los Encuentros, con las dificultades económicas y logísticas que implica el acontecimiento, genera que muches decidan que si no pueden estar los tres días, la cita obligada es ir a la marcha.

A la marcha, nadie falta

La pregunta que surge ahora es ¿Qué pasó en San Luis? ¿Qué pasó este 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y no Binaries?

¿Qué pasó con el Frente de Todxs en la marcha? Quisiéramos saberlo.

El trayecto de la marcha, que obviamente lo define la Comisión Organizadora, se había informado con mucha antelación en las redes y en la aplicación del Encuentro. Sin embargo, esa tarde circuló entre las organizaciones compañeras un mapa que agregaba un tramo de recorrido diferente para el Frente de Todxs y un punto de encuentro con el resto de la marcha, para culminar en el punto final preestablecido, todas juntas. La justificación iba en torno a evitar pasar por edificios que corrieran riesgo de ser vandalizados como la gobernación o instituciones religiosas.

Quienes no pueden llegar a tiempo al punto de inicio y partida, intentan como siempre, sumarse a lo largo de la columna del Frente de Todxs. Las que militan en alguna organización, en su propia columna y las que no, se suman acompañando en cualquier sitio. Eso nunca es un problema: las flameadoras con el rostro de Cristina y el "nos conduce una mujer" te lleva cantando a cualquier tramo de la marcha.

Pero lo que pasó este año no se vivió nunca. No había un grupito perdido en el medio de la ciudad de San Luis. Durante las casi 5 horas que duró la movilización oficial de la comisión organizadora, en las calles aledañas se veían compañeras (muchas, decenas, tal vez más aun) de todas las organizaciones políticas y de muchos sindicatos del campo nacional y popular buscando el recorrido del Frente de Todxs. Las compañeras daban vueltas por la ciudad a la búsqueda de sus columnas, corriendo ante la señal de que podía estar "pasando allá, a dos cuadras". La saturación de señales no permitía que las referentas respondieran. Las informaciones eran confusas.

Había pequeñas columnas de sindicatos compañeros dispersos y cuando se consultaba, tampoco sabían dónde estaba, hacía donde iba la marcha, ni de dónde venía. Tampoco sabían qué hacer: en una esquina se podía ver que una parte de sindicatos que marchaban sin rumbo, se dividían en distintas direcciones: unos siguieron, otros doblaron a la izquierda, otros a la derecha.

¿Qué marcha vio la gente en el centro de la ciudad? La marcha compacta de todas las agrupaciones políticas y sectores sindicales de la izquierda trotskista.

Muchas compañeras del campo nacional y popular, suponiendo que (como sucede en todos los Encuentros) a continuación venía el Frente de Todxs, se quedaron en las esquinas. Esperando y esperando la columna que no pasó nunca. Tampoco pasó por el supuesto "otro recorrido" que señalaba el mapa tardío. Seguramente habrán marchado, por algún rincón de la ciudad pero muchísimas nunca supieron ni supimos por dónde.

Se vieron compañeras cansadas, otras perdidas, angustiadas. De muchos relatos surgía lo que ya sabemos: se participa cómo se puede. Con extraordinario esfuerzo se viaja interminables horas, generalmente, no en las mejores condiciones; se banca dormir en el piso; se bancan el frío y el calor o ambos. No todas llegan a tiempo para el acto de apertura, muchas ni siquiera alcanzan a participar en algún taller. Y muchas más no pueden quedarse en el acto de cierre.

Pero … ¿perderse la marcha?

Sin embargo, pasadas las horas empieza la interminable publicación de las fotos. En los perfiles de las redes sociales de las organizaciones del Frente de Todxs y de las propias dirigentas, las fotos muestran presencia contundente, banderas en alto, fuerza y organización. Pero la desorganización no se puede fotografiar y existió.

Se puede negar, claro, como negamos habitualmente nuestros propios errores y limitaciones. Pero también se puede reconocer. Y leer como un indicador más de lo que sucede en el Frente de Todxs y no sólo en los feminismos.

Si nosotras, en vez de reconocer lo que se falla para tratar de superarlo, vamos a taparlo con fotos en las redes (que sólo vemos y seguimos entre propias), con declamaciones sobre la solidaridad y la sororidad, que después no se concretan en la práctica. Y si usamos más los codos que las manos entre nosotras, es porque no aprendimos nada.

Tendríamos que ir al Encuentro, de verdad. Lo que se necesita en el Frente de Todxs y en el campo nacional y popular es que las compañeras y diversidades, que formamos parte de las organizaciones, podamos ir en condiciones dignas al Encuentro; participar de los talleres y caminar en las calles encolumnadas como lo hacemos en nuestras localidades.

Lo que se necesita, ni más ni menos, y lo que le falta al Frente de Todxs, en todos los niveles es: sostener en la acción lo que pensamos y declamamos.

* Por decisión de la autora, el artículo incluye lenguaje inclusivo.