Bolivia: los datos oficiales indican que Evo no podrá ir por su cuarto mandato
Por Sergio Lanzafame
Sin datos finales, los resultados parciales surgidos desde el Tribunal Electoral de Bolivia indican que el "No" a la reelección del presidente es un hecho. Computados el 72% de los sufragios del referendum que autoriza a modificar el artículo de la Constitución que permitiría el cuatro mandato al presidente Evo Morales, la opción negativa se imponía por el 56% frente a un 43% que votó sí.
Aunque toda la oposición y los medios de comunicación hegemónicos de Bolivia y el mundo ya festejaron, desde el gobierno pidieron esperar con “serenidad” los resultados definitivos.
“Hay que esperar con mucha serenidad los resultados. No se trata de, anticipadamente, hacer una fiesta”, dijo Morales en una rueda de prensa en La Paz. En experiencias anteriores los números de las zonas rurales, las últimas en cargarse, lograron aumentar fuertemente los números a favor del gobierno del MAS, aunque también en cierto que nunca se había producido un vuelco tan importante como el que el gobierno espera.
Morales, de todas formas, ya señaló en varias oportunidades en las últimas horas que “respetará el resultado”, en una señal de aceptación de una más que probable derrota.
Katian Uriona, presidenta del Tribunal electoral, ya había advertido que los resultados definitivos demorarían cerca de 48 horas. Y por lo que se sabe hasta ahora es muy probable que aún se deba esperar.
Los estudios de las empresas encuestadoras Equipos Mori e Ipsos difundidos por medios locales dieron al “no” a la reforma la victoria con números entre al 51% y el 52,3% y al sí entre un 47,7% y un 49%.
“Aunque con un voto o con dos votos va haber un ganador, eso se respeta. Esa es la democracia”, dijo el mandatario. Y señaló que “si el pueblo rechaza la reforma constitucional debe prepararse para terminar su gestión de gobierno en enero de 2020”.
Morales anunció también, como una forma de quitarse la presión de la derrota, que uno de sus proyectos personales es volver a la zona cocalera del Chapare para “trabajar su parcela y montar un restaurante con cabañas para esperar la visita de periodistas”.