Brasil: ¿qué expresan las marchas opositoras?

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Brasil: ¿qué expresan las marchas opositoras?

17 Marzo 2015

Por Santiago Gómez – Desde Florianópolis

La situación política de Brasil debe analizarse en el marco del conflicto mundial que atraviesan la política y el poder financiero por el modelo de Estado. Poder que se encuentra arraigado no sólo en los bancos, sino también en el comercio de comodities (petróleo, soja, minerales, principales bienes de exportación del industrializado Brasil)  y que además es propietario de los medios hegemónicos de comunicación, para garantizar un total alcance territorial de su discurso. Enemigos del Estado de Bienestar, los medios de comunicación financieros generan sistemáticamente malestar en la población, divulgando inseguridad y corrupción.

Lo primero, para que la población se encierre en su casa y así poder evitar la acción política, que sólo es posible en el encuentro con otro. Lo segundo, para estigmatizar a la política y quienes la realizan, instalando al privado como garante de lo público. Nadie mejor que el lobo para cuidar a las ovejas. En este marco, la Presidenta Dilma Rousseff puso al frente del Ministerio de Economía a Joquim Levi, hasta su asunción número dos del banco Bradesco y miembro del equipo económico de Aécio Neves. Tras las manifestaciones de junio de 2013, el Partido dos Trabalhadores optó por combatir en el mismo campo que su adversario, el de los medios de comunicación, y centró su militancia en internet, en un país en el que sólo el 24% de la población tiene acceso diario a la misma y un 53% no accede. El resultado: 40 mil personas apoyando el viernes pasado al gobierno en San Pablo y 200 mil dos días después contra Dilma.

Manifestaciones - Junio del 2013

Las actuales manifestaciones contra el gobierno no pueden ser abordadas sin tener en cuenta las manifestaciones de junio de 2013, que representan para el pueblo brasilero un hecho histórico, sorprendente, en un país que no tiene tradición de participación política ni de movilización social (tanto la derecha como la izquierda brasilera valoran esa virtud del pueblo argentino).

La oposición a Dilma no pudo apropiarse de la totalidad de los reclamos de los manifestantes, ya que no sólo se manifestó hace dos años contra la Copa del Mundo, sino que también lo hicieron contra las repetidoras de O Globo. Tampoco el gobierno pudo capitalizar los reclamos, por ser el principal destinatario de los mismos. Ante esa situación, Dilma optó por proponer una reforma política y Lula caracterizó que los reclamos eran nuevas demandas, creadas por este gobierno, producto de la inédita situación social que el PT generó en Brasil.

Acertó el PT al ponderar el peso del accionar de los medios de comunicación en las manifestaciones, pero optó por dar la batalla en el mismo campo que su adversario, organizando para la juventud del partido un campamento para capacitarlos en militancia 2.0. Es necesario resaltar que: el gobierno sólo cuenta con dos medios de comunicación para informar sus acciones de gobierno, un programa de radio de una hora en cadena nacional a las siete de la tarde, tradición que lleva en el país más de cincuenta años, e internet; no existen diarios ni canales de televisión que comuniquen las acciones positivas de Dilma; y que el 80% de los brasileros se informan por el noticiero de la noche de O Globo. Ante este panorama, el PT optó por dirigirse al 47% de la población que puede acceder alguna vez a internet, según informó la Primera Encuesta de Medios de Comunicación elaborada por el gobierno de Dilma.

Presencia territorial

Consultados distintos cuadros del PT de las principales capitales del país, no existen locales del PT en las favelas brasileras. Las bases históricas del PT, los militantes cercanos a los cincuenta años, le reclaman al partido haber dejado los barrios. El único discurso político con despliegue en la totalidad del territorio es la televisión. El principal representante del Estado en las favelas es la policía. “Cuando el PT se fue del barrio llegaron los narcos”, escuchó este cronista decir a una mujer de un barrio de Porto Alegre, que había sido villa hasta que el PT la urbanizó. Rosario y Santa Fe conocen bien esta problemática: espacio que el Estado deja vacío, alguna fuerza lo ocupa. El jefe del Comando Vermelho reconoció ante la prensa que ellos no hicieron más que ocupar un lugar que el Estado dejó vacío. En las favelas de Brasil faltan militantes y sobran militares.

Reforma política

Durante el período de la última campaña presidencial, el PT impulsó un plebiscito popular por la reforma política, el cual consiguió 8 millones de votos en un país de 200. El ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, promueve una y otra vez la participación política de la sociedad, independiéntemente del espacio en el que se realice. El discurso de la anti política ha calado muy hondo en este país. Con el objetivo de interpelar a la población, Lula se reconoce como uno de los que rechazaba la política y busca con su ejemplo promover la participación social. Después del escaso margen con el que Dilma consiguió la reelección, el lider brasilero manifestó su deseo de contar con una juventud organizada y con capacidad de movilización social. Las manifestaciones del viernes pasado dejaron de manifiesto que el PT no va a los barrios, no tiene despliegue territorial. Tras las manifestaciones del domingo el gobierno volvió a insistir con la necesidad de la reforma política.

Joaquim manos de tijera

Cientos de miles de personas en las calles en junio de 2013, la fuerza de gobierno sin presencia territorial, que tuvo como resultado un menor margen de diferencia en votos entre Dilma y Aécio Neves, dieron pie a la derecha para avanzar y conseguir instalar a Joaquim Levi en el Ministerio de Economía. Con su llegada se aumentó un 50% el período de prueba de los trabajadores, pasó de seis meses con la posibilidad de extenderlo a nueve, a nueve meses con la posibilidad de extenderlo a un año; se recortaron un 30% las partidas a las universidades federales, se aumentaron las tasas de interés, como la city pedía, y el Ministro de Economía se sentó a mirar dónde el mercado para la caída del Real.

Quedó claro que el gobierno no tiene la fuerza propia suficiente para resistir los embates e instalar la agenda política del país y se ve obligado a ir detrás de la agenda que los medios imponen.

El otro Joaquim

Brasil no es ajeno a la judicialización de la política. Con la condena a la cúpula del PT sin pruebas, por la compra de diputados para aprobar leyes, el entonces Presidente del Supremo Tribunal, Joaquim Barbosa, pasó a ser instalado en los medios de comunicación como un posible candidato presidencial. Cualquier coincidencia con Lorenzetti no es casualidad. Los medios venden a Barbosa como un hombre negro, que siendo pobre se hizo desde abajo, que por mérito propio alcanzó el ascenso social, ocultando que le debe al PT haber llegado donde llegó, ya que fue el ex Presidente Lula el que puso por primera vez un negro en la Corte Suprema de este país. Tanto el juicio por corrupción de  “el Mensalão” (por la mensualidad que los otros partidos recibían del PT), como es el juicio actual del “Lava Jato”, por la financiación de los partidos políticos a través de empresas constructoras proveedoras de Petrobras, son anteriores a la reelección de Dilma. Habrá que esperar para saber si la  oposición continúa por la vía judicial ahora que sabe que tiene la fuerza para poner al Ministro de Economía y mayor capacidad de movilización social que el gobierno. La respuesta del gobierno ante los hechos de corrupción fue afirmar que durante su gobierno los corruptos son condenados. Entre los detenidos estuvo José Dirceu, número dos del PT. Al ser consultado Lula sobre la condena a Dirceu respondió “es como el padre de un adolescente que fuma marihuana, no se puede hacer responsable al padre por lo que hace el hijo”.

Cola de león

Mientras la región atraviesa un fuerte embate del poder financiero, intentando terminar con el proyecto latinoamericano en Venezuela, con fracasados intentos de desestabilizar Argentina, el actor económico más importante de la región cede ante las presiones de la derecha, ante la falta de fuerza política propia, y encamina a su población a un ajuste fiscal, con aumento de tasas de interés, flexibilización de las condiciones laborales, una fuerte devaluación y exhoneración impositiva en distintos sectores. De los cuatro mosqueteros que consiguieron decirle no al ALCA, Lula optó por hacer de Brasil el más chico de los grandes y no el más grande de los chicos. Priorizó las relaciones con África y los BRICS, que ponerse al frente de las necesidades de América Latina. Según el ex Presidente de Uruguay José Mujica, Lula le habría encargado al anciano militante de uno de los países más pequeño de la región, la tarea de ponerse al frente de las necesidades del continente.

Venezuela sabe que no encontrará en el gobierno del PT un férreo defensor de su gobierno, aunque sí de su soberanía, considerando que Dilma difundió en las redes sociales una caracterización de Venezuela hecha por Folha de São Paulo para que vieran que su gobierno no era chavista y sí republicano, así como también conoce las críticas públicas de Lula al chavismo.

La situación brasilera sirve para analizar las economías de la región, recordemos la interdependencia de las economías brasileras y argentinas y el impacto de la exportación de gas boliviano a los industriales paulistas, y los límites que imponen la falta de una fuerza política propia con despliegue territorial. La estabilidad de la región depende de la unidad y para eso es necesario que Brasil no solo lleve adelante una reforma política institucional, sino también una reforma en su modo de hacer política.