Cumbre de Madrid 2022: remilitarización de Europa y más OTAN que nunca
Por Diego Gutiérrez | @diegofernanguti
Varias cumbres se vienen realizando en estas últimas semanas. Todas comparten un denominador común, la guerra en Ucrania. A partir de esta cuestión se disparan otros temas según la especificidad de cada cónclave. En América Latina y Norteamérica las consecuencias económicas de la post pandemia, la guerra y el proyecto de EEUU para tratar de alinear a todo un continente detrás de sus intereses hegemónicos. En Europa la cumbre del Consejo Europeo para la incorporación de países del este europeo como Ucrania, Moldavia y Georgia. En Alemania la reunión del grupo de los 7 países más industrializados con el objetivo de buscar más sanciones contra Rusia y contrarrestar la influencia china en el mundo. Y finalmente en Madrid la cumbre de la OTAN, la organización político militar europea norteamericana, con varios objetivos por cumplir, la expansión en su flanco norte, Finlandia y Suecia, la redefinición de su Concepto Estratégico, la última vez que lo concibió fue hace 10 años, y la posición a adoptar por la alianza Euro Atlántica frente la Republica Popular China.
Como dijimos, la última vez que la OTAN definió su Concepto Estratégico fue en el año 2010 en Lisboa, y en él, el status de Rusia era de “socio estratégico”. Desde entonces mucha agua corrió debajo del puente y en la última cumbre de Bruselas en junio del 2021 se decidió que las circunstancias ameritaban un cambio de estrategia.
¿Pero qué es el “Concepto Estratégico? Según la propia OTAN es la forma de establecer la “…estrategia de la Alianza. Describe el propósito y la naturaleza duraderos de la OTAN, sus tareas fundamentales de seguridad y los desafíos y oportunidades que enfrenta en un entorno de seguridad cambiante. También específica los elementos del enfoque de seguridad de la Alianza y proporciona pautas para su adaptación política y militar”. En la versión de Lisboa la estrategia estuvo basada en tres conceptos establecidos como “tareas núcleo esenciales”: Defensa Colectiva, Manejo de Crisis y Seguridad Cooperativa.
Este concepto estratégico se dio en un entorno en donde la URSS ya no representaba ningún peligro a partir de su disolución y se encontraba en el marco del post 11/S de 2001. Fue el tercer documento de este tipo desde el año 1991, y ya contenía varias de las “nuevas amenazas” consignadas por EEUU en su nueva doctrina de Seguridad Nacional. Pero veamos cómo se vienen configurando estos documentos post guerra fría. En el año 1991 la OTAN siguió poniendo el énfasis en el carácter defensivo de la alianza, pero ya no utilizo una retórica confrontativa, ya que no existía un adversario que significase una amenaza estratégica. La seguridad, soberanía e integridad territorial a través de la defensa colectiva y la cooperación fueron los pilares de la estrategia. Otro de los propósitos de esta época fue expandir su área de influencia hacia antiguos rivales a través de programas asociativos. Varios de los países del desaparecido Pacto de Varsovia se fueron plegando a esta estrategia. En aquel momento la alianza redujo sus capacidades nucleares a niveles mínimos como forma de mostrar predisposición a un orden más estable y pacífico.
Ya en el año 1999 la OTAN actualiza nuevamente su estrategia. En este nuevo documento la definición de seguridad tomo un concepto más amplio, la participación en la guerra de los Balcanes influyó de manera directa, los factores políticos, económicos, sociales y ambientales entraron en la agenda. Estas amenazas tomaron en cuenta al terrorismo, la delincuencia organizada, los conflictos étnicos, los abusos a los derechos humanos, la inestabilidad política, las crisis económicas y la proliferación de armas nucleares, químicas y biológicas y sus sistemas vectores como los peligros de esta nueva época. Durante estos años se aprobó el lineamiento político para la ampliación de la OTAN que seguiría durante los próximos años. En este documento se señala la importancia de la cooperación entre Rusia y la organización para lograr “una paz duradera” y “construir una Europa estable, pacífica y sin divisiones”.
Pasarían once años hasta tener un nuevo Concepto Estratégico. Algunas de las amenazas esbozada en el anterior documento se volvieron más tangibles después del ataque a las Torres Gemelas en Nueva York durante el 2001. El terrorismo se volvió, casi exclusivamente en la gran amenaza a combatir. En la cumbre de Praga del año 2002 se aprobó el Plan de Acción contra el Terrorismo y el Concepto Militar de defensa contra el terrorismo. Luego de esto siguieron las cumbres de Estambul y Riga en los años 2004 y 2006 respectivamente. En Riga fue aprobada la Comprehensive Political Guidance en donde se reconocen a las principales amenazas para los próximos quince años en el terrorismo y las armas de destrucción masiva y se enumeran, entre otras, riesgos como la inestabilidad política debido a los Estados fallidos. Seguirán otras cumbres como la de Estambul, pero lo que venía era la profundización de aquellas amenazas nombradas en la estrategia del año 1999. Todas estas llevaron a modificar la estrategia y en el 2010, en Lisboa se terminó de definir el nuevo Concepto Estratégico.
¿Cuáles fueron los principales lineamientos de este nuevo documento? En esta ocasión, la OTAN declaró al área Euro Atlántica como una zona en paz y que la amenaza de un ataque convencional contra la alianza era baja. Aunque consideraba que “varias regiones y países alrededor del mundo son testigos de la adquisición de sustanciales capacidades militares modernas con consecuencias para la estabilidad y la seguridad Euro Atlántica es algo dificil de predecir. Fueron consideradas amenazas como la “…proliferación de armas de destrucción masiva…”. Otras amenazas nombradas en el documento son , al igual que en el anterior, el terrorismo, al cual ve con posibilidad de adquirir armamento nuclear, químico y biológico para sus posibles ataques. También nombra a las “actividades ilegales tales como el tráfico de armas, narcóticos y personas”. Los ciber ataques son otra fuente de amenazas que representan un peligro para las administraciones nacionales, negocios, economías y potencialmente para las redes de transporte y abastecimiento y otras infraestructuras criticas. Militares extranjeros, el crimen organizado y/o grupos extremistas pueden ser la fuentes de estos ataques. Por ultimo incluye a cuestiones como riesgos de salud, cambio climático, escasez de agua y el incremento de las necesidades de energía, las cuales “modelaran en un futuro el ambiente de seguridad en áreas de preocupación de la OTAN…”.
Por último, lo más importante, la relación con Rusia en este documento, la cual es de cooperación. Rusia no es vista como una amenaza, sino mas bien como un socio en la busca de la estabilidad y seguridad en el área Euro Atlántica. La OTAN buscaba la cooperación con Rusia en sus sistemas de defensa de misiles y un acuerdo que “… incremente la transparencia en sus armas nucleares en Europa y la relocalización de estas armas lejos del territorio de los miembros de la OTAN”. La alianza ve a esta cooperación como de “importancia estratégica” porque “…contribuye a crear un espacio común de paz, estabilidad y seguridad”. Según el documento la organización Euro Atlántica quiere ver “… una verdadera estratégica entre la OTAN y Rusia…”.
Sin embargo, para esta época la OTAN ya se había expandido sobre varios de los países que fueron parte de la URSS y del Pacto de Varsovia. Y no solamente eso, en la cumbre de Bucarest, del 2008 habían manifestado oficialmente la designación tanto de Ucrania como Georgia para integrar la alianza en los próximos años.
El golpe de Estado en Ucrania al presidente Víctor Yanukovich, más cercano a Moscú que a la UE cambió todo el juego. La asunción de Víctor Poroschenko la convirtió definitivamente en una aliada de la Unión Europea. Ante la amenaza de quitar la concesión de la base naval de Sebastopol en la península de Crimea, Putin tomo la decisión de tomar la península y anexionarla al territorio ruso. Desde ese momento las relaciones entre Rusia y el resto de occidente se tornaron más tensas. Rusia fue sacada del G8 y sometida a sanciones económicas. Las relaciones se fueron deteriorando con el tiempo y ya en la cumbre de la organización en Bruselas se identifico a Rusia como un peligro para Europa. En aquel momento se decidió que era tiempo para un cambio en la Concepto Estratégico de la alianza. Primero se creo una “Agenda 2030” y se fueron generando diversos espacios de consulta para llegar a la Cumbre de Madrid, en junio de 2022, en la cual se presentó este nuevo documento, que condicionara toda la política militar de defensa de los integrantes de la OTAN por la siguiente década. Si bien la invasión rusa a Ucrania pareció haber acelerado este proceso, la realidad es que la determinación de cambiar el status de Rusia a “amenaza directa” y a China como “desafío sistémico” ya estaba tomada. En el comunicado de la Cumbre del 2021 ya figuraban en esos términos.
En el nuevo Concepto Estratégico de Madrid, Rusia es la principal amenaza: “La Federación Rusa ha violado !as normas y principios que contribuyeron a un predecible y estable orden de seguridad europeo. No podemos descontar la posibilidad de un ataque en contra de la soberanía e integridad de los aliados”. Mientras que agrega en otro de los puntos: “La Federación Rusa es la más significante y directa amenaza a la seguridad, la paz y la estabilidad de los Aliados en la zona euro atlántica. Esta busca establecer esferas de influencia y control directo a través de la coerción, subversión, agresión y anexión”. Es una obvia referencia a la guerra desatada en Ucrania. Una preocupación de la OTAN en su confrontación con Rusia es la capacidad de esta última de confrontar con la organización atlantista en la zona del Ártico: “En el Alto Norte su capacidad de obstaculizar los refuerzos la libertad de navegación a través del Atlántico Norte es un desafío estratégico para la Alianza”.
La OTAN ve con preocupación la integración rusa con Bielorrusia: “El crecimiento militar, dentro del Báltico, las regiones del Mar Negro y Mediterráneo, junto con la integración militar con Bielorrusia, son un desafió a nuestra seguridad e intereses”. También la amenaza nuclear es otra de las preocupaciones de la Alianza, desde un principios Putin dejó claro que ante una amenaza existencial si se diera una confrontación directa entre Moscú y la OTAN, este no dudaría en utilizar su arsenal nuclear.
¿Y China?
Con respecto a China, la OTAN se cuida de nombrarla como una amenaza, no lo hace, pero la conceptualización que hace de la potencia asiática se acerca bastante a esta caracterización. En otro de los puntos del documento se refiere a China como “…un desafío a nuestros intereses, seguridad y valores. La RPC emplea un amplio rango de herramientas políticas, económicas y militares para incrementar su huella global y proyección de poder, mientras mantiene opaco lo relacionado a su estrategia, intenciones y crecimiento militar”. Pero no sé detiene en esto y profundiza en lo que para la organización termina siendo un claro peligro presente y futuro. La acusa de realizar “… maliciosas operaciones cibernéticas e híbridas y su retórica de confrontación y desinformación tienen como objetivo a los Aliados y dañan la seguridad de la Alianza”.
La OTAN también ve como preocupante que China busque “controlar sectores industriales y tecnológicos claves, infraestructura crítica, materiales estratégicos y cadenas de suministros”. Ve un peligro en el cuál China “… usa su palanca económica para crear dependencias estratégicas y aumentar su influencia”. Esta influencia la utilizaría según los europeos para: “… subvertir el orden internacional basado en reglas, incluidos en los dominios espacial, cibernético y marítimo”. Por último remarca que la “…profundización en la sociedad estratégica entre la República Popular China y la Federación Rusa y sus intentos de refuerzo mutuo para socavar el orden internacional basado en reglas corren en contra de nuestros valores e intereses”. Según la OTAN, China y Rusia son “Actores autoritarios que desafían nuestros intereses, valores y forma de vida democrática”, y agrega: “Estos invierten en sofisticados misiles con capacidades convencionales y nucleares, con poca transparencia o cuidado por las normas y compromisos internacionales”.
Como vimos, los europeos acusan a China y Rusia de “actividades maliciosas en el ciberespacio y el espacio, promover campañas de desinformación, instrumentalizar las migraciones, manipular suministros de energía y emplear la coerción económica”. Estas actividades están comprendidas en lo que se suele denominar como ”guerras hibridas”, y que la OTAN menciona como un posible motivo de invocación del articulo 5to de defensa colectiva. Lo interesante y peligroso de esta nueva concepción para invocar este articulo es de que tipo sería la respuesta, militar o cibernética, y si la acusada fuera China, ¿tomarían represalias militares en territorio chino?
Uno de los logros más importantes, aunque a medias, de la OTAN en esta cumbre, ha sido el destrabe de la incorporación de Finlandia y Suecia a la organización debido al veto de Turquía. El país musulmán se negaba a permitir el ingreso de estos dos países ya que los acusa de darle refugio a los militantes del Partido Kurdo de los Trabajadores y otras organizaciones armadas kurdas, a las que califica de terroristas. Ni bien comenzada la cumbre, los tres países firmaron un memorando de entendimiento en donde los nórdicos se comprometieron a cambiar esta postura. Otro de los puntos que Turquía reclamaba era que se le levantara el embargo para compra de armas, específicamente la compra de aviones de combate estadounidenses.
Otra novedad de la convocatoria fue la asistencia de países del sudeste asiático. Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur fueron de la partida. Estos países son socios estratégicos de los EEUU en la región. Japón y Corea del Sur con la mayor cantidad de bases y tropas, y Australia, con una base de espionaje en Pine Gap y Nueva Zelanda forman parte de la red de vigilancia global llamada “Five Eyes”. Australia se incorporó recientemente a una alianza con EEUU y el Reino Unido, el AUKUS, y también pertenece al QUAD junto con Japón, la India y EEUU. Estas naciones forman parte de la estrategia de los EEUU en la región del Indo Pacifico para contener la expansión comercial y militar china y también son parte de los socios globales de la OTAN. Esta postura se ve reflejada en el documento, no solo clasificando a China como un “desafío sistémico” sino señalando la importancia de la región Indo-Pacífico: “El Indo-Pacífico es importante para la OTAN, dado que el desarrollo en la región puede afectar directamente la seguridad Euro Atlántica. Fortaleceremos el dialogo y la cooperación con nuevos y ya existentes socios en el Indo-Pacifico para abordar desafíos regionales cruzados e intereses de seguridad compartidos”. Estos cuatro países tienen acuerdos de cooperación con la OTAN y suelen participar de misiones navales y terrestres asi como entrenamiento militar de sus tropas.
Otra de las preocupaciones de la OTAN es la inmigración, especialmente las que vienen de países en el continente africano. El flanco sur de la organización es de una importante relevancia para países como España, quien tiene dos ciudades en territorio africano, Ceuta y Melilla. Estas dos ciudades son las únicas fronteras de un país de la Unión Europea con el continente africano, y por lo tanto, una de las fronteras mas calientes de España. En este documento también se caracteriza a las migraciones como una amenaza para la seguridad de la alianza. Según la OTAN los “Conflictos, fragilidad e inestabilidad en África y en Medio Oriente afectan directamente nuestra seguridad y la seguridad de nuestros socios”. Luego, puntualiza cuales son las áreas de conflicto: “… particularmente las regiones de Medio Oriente, el norte de África y el Sahel”. Guerras como las de Siria o conflictos en África han movilizado millones de migrantes hacia Europa. Los peligros que enumera son “… el impacto del cambio climático, la fragilidad institucional, emergencia sanitaria e inseguridad alimentaria”. Todas estas situaciones servirían como caldo de cultivo para la “…proliferación de grupos armados no estatales, incluyendo organizaciones terroristas”. Estas condiciones de inestabilidad resultarían en “…violencia contra los civiles(…)contribuyendo a desplazamientos forzados, impulsando el trafico de seres humanos y las migraciones irregulares”. En un combo logran incluir al terrorismo y a las migraciones masivas como parte de un mismo peligro para Europa, problemas a ser combatidos militarmente y que no son tratados como resultado de situaciones económicas, políticas y sociales, que en varios de estos casos, son consecuencia de la propia actividad de los países europeos y los EEUU en África y Medio Oriente. Lo que no logro España fue que la OTAN incorporara a Ceuta y Melilla dentro del paraguas de defensa colectiva del articulo 5to. Teniendo en cuenta que esto podría traer problemas con Marruecos, país que tiene el status de “Aliado importante extra OTAN” y que mantiene reclamaciones sobre estas ciudades bajo soberanía española.
Así mismo, los países integrantes de la alianza se comprometieron a llegar al 2% de sus PBIˆs en gastos en defensa, un reclamo que EEUU viene realizando desde algunos años, específicamente desde la presidencia de Trump y que ahora, con la guerra en Ucrania, encuentra la justificación perfecta para implementarse. La militarización del flanco este de la OTAN es otro de los aspectos importantes de esta nueva etapa, el mismo secretario general, Jens Stoltemberg anunció el incremento de tropas, de 40 mil a mas de 300 mil, pero la escalada no se queda solo ahí, dos destructores norteamericanos se sumaran a los cuatro existentes en la base naval de Rota, en España y habrá una bases permanentes en Polonia como sede del cuartel general del 5º cuerpo del ejército norteamericano. A todo esto se sumaran dos escuadrones de aviones F35 estadounidenses adicionales a los que ya se venían desplegando en Gran Bretaña y más defensas aéreas en Alemania e Italia.