“En todos los casos el sionismo supone un proyecto colonial que coloca a Palestina como un territorio despoblado”
Por Juan Borges
Ángel Horacio Molina es licenciado en ciencias políticas, especializado en el conflicto de Medio Oriente. Además, forma parte de los grupos de trabajo “Medio Oriente y América Latina “y “Palestina y América Latina”. En una conversación con AGENCIA PACO URONDO ofreció múltiples lecturas sobre la disputa histórica.
APU: ¿Para entender la situación actual es necesario retroceder 73 años?
Horacio Molina: Sin dudas, para entender lo que sucede ahora hay que remontarse a un proceso muy largo que comienza incluso antes de la ocupación israelí. Inicia con el establecimiento de comunidades provenientes de Europa, que se asentaron paulatinamente en territorio palestino. Es importante no reducir a mirar solo el acontecimiento actual sino analizarlo en el marco de un proyecto colonial de larga data que tiene etapas, momentos, con diferentes estrategias de colonización y en diferentes etapas. En Jerusalén Este lo que realmente estalla actualmente tiene que ver con un proceso de “despalestinizacion”.
Esto ocurre en un momento muy adverso para la resistencia palestina por la crisis política interna. Además, del apoyo cada vez más contundente de Estados Unidos a Israel hasta en lo simbólico. De esta manera, se da un estallido palestino que logra condensar el sentimiento de resistencia a lo largo y ancho del territorio ocupado. Eso genera una unidad de Gaza con Cisjordania. Es precisamente el proyecto antagónico al impulsado por Israel que busca la fragmentación de los territorios mencionados.
APU: ¿Qué intereses persigue y representa Israel?
HM: Israel ha avanzado gradualmente hacia la fagocitación del territorio palestino en su totalidad, con políticas diferenciadas para Gaza y Cisjordania. La forma que ha instrumentado este proceso ha sido con el establecimiento de colonias israelitas y la expulsión de población palestina. Apenas quedan islotes de población palestina rodeados por colonos y militares israelíes. Sería absurdo reducir el reclamo de Palestina a un simple reclamo de derechos civiles.
En el caso de Gaza la situación es distinta. Gaza es el lugar donde se concentran los discursos del miedo, ahí está la resistencia islámica por eso siempre es el punto de ataque militar de Israel. Se los provoca y se los ataca permanentemente buscando desatar una escalada militar que le permite siempre a Israel utilizar tecnología militar. Allí prueban su armamento antes de exportarlo y colocarle después el sello “probado en combate”.
APU: ¿A qué se denomina sionismo?
HM: El sionismo como movimiento tiene varias tendencias, hay uno de izquierda, que añora los colonos de matriz socialista que formaron sus kibutz. Hay una teoría del laborismo israelí detrás de esta idea. Por otro lado, tenemos el sionismo de derecha. Claramente vinculado con un proyecto occidental desvinculado de lo árabe y asiático. Y también un sionismo religioso de derecha que hace su lectura apocalíptica y mesiánica de lo que sucede. En todos los casos el sionismo supone un proyecto colonial que coloca a Palestina como un territorio despoblado.
APU: ¿Qué es la “Nakba” o catástrofe Palestina?
HM: Es una muy buena manera de definir y contraponer lo que fue la ocupación desde una mirada del oprimido. Esto que se conmemora institucionalmente año tras año con las embajadas en distintos países, pero que se celebra desde la mirada desde el opresor. Para los palestinos contrariamente es el inicio de un proceso de criminalización, expulsión y exterminio de su territorio, sus habitantes y su historia.
APU: ¿Cuándo se inicia el proceso de colonización y terror?
HM: Ese proceso de colonización comienza bastante antes de la ocupación israelí en 1948. Comienza con los primeros colonos y su vinculación con los antiguos ocupantes invasores que por aquel entonces eran las tropas británicas. La colaboración sionista con Gran Bretaña ha sido clave y racial para entender el triunfo sobre el imperio Otomano en aquellas épocas.
La guerra de los seis días desarmó el mito de la invencibilidad del ejército israelí. En 1973 se desata otro enfrentamiento bélico que, si no hubiera sido por la intromisión de Estados Unidos, Israel la hubiera pasado muy mal. En el año 2000 Hezbolla expulsa a Israel del Líbano.
APU: ¿Por qué en estas semanas Israel emprendió una ofensiva tan violenta?
HM: El gobierno actual de Israel se encontraba en una situación muy complicada electoralmente. Netanyahu enfrenta cargos de corrupción muy graves, hay un malestar en la sociedad israelí. Esto hizo que el gobierno abra la puerta a sectores recalcitrantes del sionismo.
En este marco se expulsó a un conjunto de familias palestinas en uno de los barrios de Jerusalén Este. Esto generó la respuesta de la resistencia y a esta reacción Israel responde con una represión muy violenta que se traslada hasta la explanada de la mezquita. Luego se genera la reacción de Hamas desde el otro lado del territorio palestino.
Lo cual es natural teniendo en cuenta que es una milicia popular de defensa del pueblo palestino que sufrió en esos ataques miles de pérdidas. Ningún Estado árabe se comunicó con los palestinos que sufrieron el ataque. Arabia Saudita y Egipto, junto con otros Estados Árabes, presionaron a Hamas para que cesaran en sus ataques hacia Israel. Por lo tanto, pensar que este conflicto se va a solucionar por vías diplomáticas es inocente.
APU: ¿Cuál es la perspectiva que se puede avizorar para el futuro próximo?
HM: Israel pretende llevar el conflicto hasta un punto límite. Hacia una escalada brutal mucho mayor que la que hemos visto en estos días. En este marco hay elementos muy interesantes para tener en cuenta. Desde los espacios de análisis de la causa árabe vislumbramos el surgimiento de un proceso de resistencia palestino que se van replicando en distintas ciudades palestinas.