La ayuda humanitaria como disfraz de la militarización
Por Gabriel Fuks*
Hace unos meses atrás se firmó un acuerdo entre la Guardia Nacional del Estado de Georgia (EE.UU) y el Ministerio de Defensa de nuestro país, con el fin de trabajar y cooperar en temas vinculados a la asistencia humanitaria. Más adelante, a fines de abril, se llevó adelante un ejercicio de capacitación en respuesta a posibles desastres naturales (Vigilant Guard), coordinado por el mismo Estado norteamericano.
El subsecretario de Coordinación Militar de Emergencias del Ministerio de Defensa, Roberto Seiler, asistió como veedor, en el marco de una cooperación descripta frente a "efectos colaterales como inundaciones, un potencial ataque ciberterrorista o situaciones de epidemia". En realidad, se trata de una nueva pantalla para encubrir una antigua y siniestra lógica.
Ver la prevención del ciberterrorismo dentro de los principios de la ayuda humanitaria sólo nos conduce a suponer que el convenio entre ambos países responde a un proceso de militarización de la región, y que lejos está de la asistencia y gestión del riesgo enunciados.
Tampoco deben pasarse por alto la presencia en Buenos Aires de enviados del Homeland Security para involucrar a la Argentina en la estrategia global acerca del terrorismo y las negociaciones del gobierno de Michel Temer en Brasil, que promueve ejercicios conjuntos con los EE UU para controlar la región del Amazonas, además de un posible asentamiento militar impulsado por la IV Flota del Comando Sur. Sin duda nos encontramos frente a una nueva modalidad de penetración, con "Centros de Operaciones de Emergencia Regional" que no dejan de ser bases militares encubiertas
Cuando desde 2005 con el marco de Acción de Hyogo y luego con el Marco de Sendai, la tendencia internacional es desmilitarizar lo humanitario, es penoso ver a la Subsecretaría de Coordinación Militar de Emergencias -constituida luego de las inundaciones de La Plata como agente auxiliar de la gestión de riesgo- devenida en herramienta para este nuevo esquema de subordinación cuando en nuestro país ya se habían conquistado, años atrás, espacios de soberanía en la materia.
Entre 2005 y 2012, la cooperación en temas de asistencia humanitaria alcanzó su desarrollo gracias a iniciativas, como el Plan Hambre Cero en Brasil, que actuaron, al igual que los Cascos Blancos en nuestro país, sin paternalismos de los países primermundistas y dentro de un proceso de Integración Regional.
Este proceso se opuso a las intenciones de Washington de coordinar a los ejércitos latinoamericanos a través de la Junta Interamericana de Defensa, una vez más bajo el manto de la ayuda humanitaria. Recordemos que esta misma Junta fue la matriz en la cual se formaron los generales y oficiales durante las dictaduras de los años '70, así como la fuente de inspiración para las terribles doctrinas implementadas durante esa etapa. Doctrinas que hoy en verdad siguen vigentes y son lo que la disimulada reconversión a un esquema humanitario intenta disfrazar con una renovada agenda "políticamente correcta".
* Legislador porteño del Bloque Corriente Nacional de la Militancia. Ex Presidente de Cascos Blancos.