El regreso de los visitantes a las canchas: el piquete de San Telmo marca el camino, por Horacio Bustingorry
Por Horacio Bustingorry
El día miércoles 13 de octubre Argentinos Juniors y San Telmo se enfrentaron en San Nicolás por Copa Argentina con las dos hinchadas. Lo que es habitual en este certamen, pero no en los otros tornos del fútbol doméstico, había arrancado de mala manera. Insólitamente, la Aprevide (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte) decidió jugarlo a puertas cerradas cuando ya había comenzado la venta de entradas.
A su habitual facilismo y pereza —no importa el gobierno de turno—, el organismo esta vez sumó una decisión extemporánea y disparatada.
Sin embargo, los hinchas de San Telmo decidieron tomar el asunto en sus manos. El lunes 11, en pleno regreso turístico por el fin de semana largo, cortaron la Autopista Buenos Aires-La Plata ocasionando un gran caos vehicular. Los perjuicios generados y la amenaza latente de que el conflicto fuese en aumento forzaron a la Aprevide a retrotraer la decisión. De este modo, en el partido (Argentinos ganó sobre la hora y jugará la semifinal del torneo) hubo un equipo triunfador pero dos hinchadas presentes alentando a sus colores.
Esta medida de acción directa demuestra que si las hinchadas se organizan es posible un fútbol sin restricciones. Las marchas que hubo a la AFA no han sido efectivas por su escaso número. Tal vez una mayor presencia de hinchas y acciones como la del Candombero puedan modificar las políticas públicas en la materia y garantizar en un futuro las dos hinchadas en todas las categorías. El piquete de los hinchas de San Telmo marca el camino.
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