Papelón en la Bombonera: Boca hizo todo mal
Por Matías Fabrizio*
Hay versiones distintas del detonante. Alguna de ellas sostiene que el gas, o lo que sea con lo que se agredió a los jugadores de River, no salió de la tribuna sino de la policía. No debería ser un hecho menor de dónde partió esto a la hora de evaluar la sanción que corresponda.
No obstante, hay un detalle que el hincha no debe olvidar: una vez que pasó el hecho, Boca hizo todo mal. Desde el presidente, que debía acceder al campo a los cinco minutos para ver cómo podía asistir a la gente de River, hasta los plateístas que esperaron a última hora para tratar de agredir a la visita. Claro, los jugadores y el cuerpo técnico no estuvieron tampoco a la altura de los hechos.
Boca hizo un papelón. Todo lo que podría haber hecho para emparchar un poco la situación y ayudar a las personas agredidas, no lo hizo. No importa quién sea, el equipo local debe asegurar una serie de cuestiones para el equipo visitante, entre ellas la seguridad. Ayer Boca fue un pésimo anfitrión. Por otro lado, también hay que destacar, y mucho, a la mayoría de los hinchas, que se fueron rápido y en paz cuando se hizo oficial la suspensión del partido.
No está bueno lo que se le viene a Boca. Entre sanciones, suspensiones y multas, ni hablar de quedar afuera en 8vos de la Copa con tamaño plantel. Se puede especular con que estos son los últimos meses de Angelici, y quizás el cierre de la era macrista en Boca, después de 20 años.
Esto no puede haber pasado, bajo ningún punto de vista. Hay que limpiar el club, hay que renovar los cargos del primero al último. La interna y la rosca política, interna y externa, ya han llegado a un punto de no retorno. Basta. Miente el presidente cuando dice que fueron dos o tres, porque luego fueron decenas de plateístas los que quisieron agredir a los de River, incluso cuando el Vasco intentó salir con ellos para aminorar la posible agresión.
La locura cruzó una línea. Hoy lo único que vale es repudiar lo que pasó. Repudiar a los que metieron la bengala, la inacción del presidente, la falta de sentido común del plantel y las absurdas declaraciones de Berni. No tiene ningún sentido pensar en la violencia de River en la ida, no hay ni punto de comparación entre una cosa y la otra. Lo que pasó en el Monumental, sólo se podía emparentar con una acción igual de un jugador de Boca. No hay justificación. Ninguna. El “pegue Boca pegue” deja de tener que ver con el fútbol si se actúa fuera y no dentro del campo.
Hay que agarrarse de los hinchas que valen la pena, los que decidieron irse en vez de quedarse a agrandar el papelón. Que no entren más a la cancha. Han arruinado una fiesta, al margen del resultado final. Cuesta imaginar cuánto va a afectar esto en el futuro inmediato a Boca. Este fin de semana el fútbol está suspendido, pero el próximo domingo debería defender la punta contra Aldosivi. ¿Lo hará en la Bombonera? ¿Con qué equipo? ¿Con qué presidente? ¿El operativo de seguridad va a funcionar de verdad o va a funcionar al estilo Berni?
Decir “basta de violencia” es fácil. Decir “3-0 y dos años de suspensión” también es fácil. Lo que es difícil es que haya ganas de investigar. Porque Boca no está exento de responsabilidad, por todo lo explicado antes, pero si había un gas pimienta, un dron y la mar en coche, es porque el operativo falló. Si el gas, o lo que fuera, salió del dispositivo de un policía negligente, el operativo falló. Y si así y todo el sinvergüenza de Berni dice que el trabajo de seguridad fue excelente, y lo dice cuando todavía River no había podido abandonar el estadio, es porque no le importa decir la verdad, sino más bien seguir llevando agua para su molino político. Obviamente que esto indigna pero no sorprende, viniendo del mismo personaje que defendió a un gendarme que se tiró de cabeza sobre un auto…
Boca es otra cosa. El choque político está destruyendo el club, y lo pagamos los hinchas y los socios. Se tienen que alejar de Boca todos los macristas que están ahora, y todos los de otra línea política que quieran aprovechar para posicionarse en las elecciones de diciembre. Se ha cruzado una línea y se ha hecho el ridículo. Respeten a los clubes.
* El autor es periodista e hincha de Boca Juniors