Misiones: Hospital niega traslados a tarefero con pierna amputada
A raíz de su enfermedad, el joven fue a vivir a la precaria casa de su padre, también es tarefero, en un barrio humilde de la localidad, y entre todos los problemas que le genera andar con muletas, uno de los más complicados es no contar con un baño instalado cerca de la casa, por lo que ve obligado a recurrir a una letrina ubicada a más de 20 metros de su habitación, con todos los inconvenientes que significa. Además, desde el Hospital de Andresito, le dificultan el traslado que debe hacer periódicamente hasta el Samic de Eldorado para su control médico, y las sesiones de quimioterapia.
Hasta el momento, para sobrevivir cuenta con la ayuda su familia que hace malabares para pagar el costo de trasladarlo de Andresito hasta Eldorado: debe vender cosas, o hace rifas en el barrio. Daniel carece totalmente de asistencia de parte de Acción Social de la Municipalidad, y del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, y sólo cuenta con la solidaridad de su familia y de algunos vecinos.
Necesidades urgentes, entre ellas un baño instalado en la casa
El diputado Martín Sereno (del Bloque del Partido Agrario y Social), se acercó hasta la casa del padre de Daniel para interiorizarse sobre su situación y ver de qué manera gestionar el acceso organismos estatales que puedan brindarle una mejor la calidad de vida. "Este joven está totalmente abandonado por el Estado y creo que es urgente intervenir. Sé que hay un programa para reemplazar letrinas que maneja la Secretaría de Políticas Sociales de la Vice Gobernación, y había que ver si pueden priorizar a las personas con alguna discapacidad como en este caso, en que necesita que le construyan un baño instalado en la casa de manera urgente".
Para Sereno, resulta muy difícil entender por que el Estado en cuatro años no detectó a este trabajador de la cadena más débil del producto madre de Misiones, que padece una grave patología.
"Ni siquiera está cobrando una pensión que le corresponde dada la inmovilidad en una de sus piernas. No tiene el Certificado Único de Discapacidad (CUD), además de la cobertura sanitaria , él y su familia necesitan asistencia alimenticia; que le garanticen los traslados y el tratamiento", enfatizó el legislador.
Daniel es un hombre casi resignado después de tanto batallar contra la burocracia e insensibilidad estatal. "Tuve una situación primero con una herida en un pie que después derivó en un cáncer. Me atendieron -y lo siguen haciendo- en el Hospital del Samic de Eldoardo y se me complica el traslado. Yo siempre trabajé y me mantuve a veces bien y otras mal, con mi laburo en la tarefa, hasta que empezó esto (su tumor) y se me complicó la vida. Tuve que venir a vivir con mi viejo que también es tarefero porque al caminar con dificultades me cuesta mucho arreglarme solo", remarcó.
Dos amputaciones en corto tiempo
Una de las cosas que más lamenta el joven es que después de un informe del especialista que lo atendía en Eldorado, Adrián Zacarías, y que lo derivó al Hospital Nivel I de Andresito para que no tenga que viajar tanto, cometieron una mala praxis. "Primero me hicieron una amputación en el pie, y después me tuvieron que cortar la mitad de la pierna, y eso fue porque en el hospital de acá (Andresito) se equivocaron con la medicación, eso me perjudicó", lamentó.
A raíz de la mala praxis, decidieron que siga con el tratamiento en Eldorado, y ahí comenzó otra odisea, porque cada vez que requiere de una ambulancia para el traslado, desde el hospital que dirige el doctor Raúl Verlengo -denunciado en la Justicia por abuso sexual y violencia de género- aducen que no pueden destinar el móvil sanitario para un solo paciente. "Parece que si uno no está agonizando no lo llevan. Así que para no discutir más con la gente del hospital, mi hermano y mi cuñada hacen lo imposible por juntar algo de plata para pagar un móvil que me lleve", dijo.
Con respecto a la necesidad de tener un baño instalado cerca de su casa, el joven explica: "Se me complica ir al baño con la muleta porque el terreno tiene mucho desnivel y me queda lejos para ir. Me gustaría tener un baño que me quede más cerca", dijo en voz baja, como si estuviera haciendo un pedido extraordinario, y no fuera un derecho humano que el Estado le está debiendo.
"Hacemos rifas para pagar el combustible"
Esther Flores es una mujer solidaria con el dolor de los otros. "Lo que estamos viviendo con mi cuñado es una situación dramática. Necesita de todo porque si su cáncer no es controlado como pide el médico, puede empeorar su salud. Es un hombre joven que siempre fue tarefero; pero se enfermó y ya no puede trabajar. Necesita un baño urgente porque debe bajar una escalera que hay en la casa para ir hasta la letrina que le queda lejos. Y también está el tema de los traslados a Eldorado", sintetizó.
Reclamó que en el Hospital de Andresito no lo quieren llevar con el argumento de que tienen una sola ambulancia, y deben esperar que se junten varios pacientes para amortizar el gasto de combustible. "A veces pasa que le llevan, pero le dejan allá y tiene que arreglarse por su cuenta para volver. Por eso con mi marido y otros familiares estamos hacemos el esfuerzo de llevarlo y traerlo".
La cuñada de Daniel relató que con unos vecinos hicieron rifas y recaudaron algo de dinero. "Pero no alcanza porque hay semanas que tenemos que trasladarlo dos o tres veces, y como el combustible está muy caro, necesitamos entre 800 a 1000 pesos cada vez. Esas rifas fueron de mucha ayuda, y ya estamos pensando cómo hacer para volver a juntar plata. El tema del traslado y la construcción de un baño instalado adentro de la casa es lo más importante para ayudar a que Daniel tenga una buena calidad de vida", expresó Esther, que además colabora con mercaderías para la subsistencia del joven.