El Papa Francisco hizo referencia a la ley de Medios y Clarín le respondió furioso
Por Diego Kenis
La misa matutina que el Papa Francisco celebró este lunes 18 en la capilla vaticana de Santa Marta logró particular repercusión en la Argentina por los conceptos de su homilía, que fueron interpretados como una crítica explícita a la situación política del país de origen del Pontífice.
La reflexión papal partió de la historia de Nabot y el rey Acab, narrada en el primer Libro de los Reyes del Antiguo Testamento. En el relato bíblico, el monarca deseaba apropiarse de la viña de Nabot, que rechazó su oferta de dinero. Acab apeló entonces a la difamación, para asesinar luego al propietario del viñedo que codiciaba.
La calumnia también fue, reflexionó Francisco, el primer paso para el calvario de los mártires de la Iglesia. Pero su homilía no se detuvo allí, ya que trazó un paralelo entre los episodios bíblicos y el proceder de “tantos jefes de Estado y de gobierno”, que “después de haber destruido, sea una persona, sea una situación, con una calumnia”, juzgan y condenan desde la especulación.
“También hoy, en muchos países, se usa este método: destruir la libre comunicación”, afirmó, para pasar luego al tramo más enfocado en la situación argentina.
“Por ejemplo, pensemos: existe una ley de los medios, de comunicación. Se cancela esa ley, y se entrega todo el aparato comunicativo a una empresa, a una sociedad que calumnia, que dice falsedades, y debilita la vida democrática. Luego vienen los jueces a juzgar a esta institución debilitada, estas personas destruidas, condenadas, y así avanza una dictadura”, enfatizó ante la feligresía reunida en Santa Marta.
“Las dictaduras, todas, han comenzado así, con adulterar la comunicación, para ponerla en manos de una persona sin escrúpulos, de un gobierno sin escrúpulos”, agregó.
La referencia fue interpretada como una enfática crítica al gobierno de Mauricio Macri, que a poco de asumir podó por decreto la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, conocida como “Ley de Medios”, para favorecer al Grupo Clarín, el principal perjudicado con su sanción, en 2009.
El monopolio aparece además asociado al término “dictadura” utilizado por Francisco: la última dictadura argentina le permitió adquirir la fábrica de Papel Prensa a precios inferiores a los del mercado, mientras sus propietarios resultaban víctimas de delitos de lesa humanidad. Clarín revirtió desde entonces su presencia en la distribución de prensa impresa y, con la sumatoria de nuevos favores de sucesivos gobiernos, se constituyó en un monopolio multimediático con formidable poder de incidencia en materia política.
Desde el grupo empresario conducido por Héctor Magnetto acusaron recibo de las palabras del Pontífice. Ricardo Roa, uno de sus principales editorialistas, firmó este martes 19 una columna en que desarrolla las expresiones de Francisco. La nota cierra con un párrafo de fuerte reproche a Bergoglio por su homilía del lunes 18.
“Sólo el Papa entiende dónde encaja acá en todo esto la ley de medios kirchnerista que ayer reivindicó y con la que los Kirchner buscaron desguazar al Grupo Clarín y alinear a los medios con la plata del Estado”, escribió Roa, en confusa redacción. Para el editorialista, aquella normativa -que se discutió en foros abiertos en todo el país y fue aprobada por el Congreso- “nació como una venganza y creció como un negocio: con la excusa de enfrentar un supuesto monopolio armó un real monopolio paraestatal”.