CTA: “Al hijo de Rucci lo he visto muchas veces y siento el mismo dolor”

AGENCIA PACO URONDO: En el capítulo de su autoría habla de los Rocca, Techint y Acindar.

Victorio Paulón: Estas empresas son el 80% de la producción de acero en Argentina, siendo que en los 70 había alrededor de 35 firmas. En la siderurgia es en donde fue más importante la concentración, producto de la quiebra originada por el plan de Martínez de Hoz. En dos capítulos abordamos la represión en Villa Constitución que empezó en 1975 con la intervención al sindicato y la implantación de terror dentro de la fábrica; hasta que terminó la dictadura.

Lo que sucedió en aquellos años es que de la misma manera que reprimieron trabajadores hubo procedimientos muy fuertes sobre la competencia. Se los secuestraba y se quedaban con sus empresas. Estos procedimientos que se hicieron conocidos en Papel Prensa, por ejemplo, sucedieron en muchos otros lugares. Por lo tanto hablar de complicidad civil y pata empresarial, es quedarse corto. Queda aún por juzgar a los grandes empresarios de esta historia. Hubo juicios que han sepultado los golpes de Estado; pero está pendiente un esclarecimiento de las responsabilidades del poder económico en la dictadura.

APU: ¿Tanta era la avaricia de estos empresarios?

VP: Era ideológico, se trataba de erradicar a la joven vanguardia obrera que buscaba otros modelos de acción sindical. En aquel momento, en Villa Constitución, había triunfado la oposición y eso desencadenó la intervención del sindicato. Fue clave el papel gremial de la empresa para la preparación del golpe. No eran empresas que tuvieran problemas económicos porque pagaban los mejores salarios del mercado; sino que querían controlar lo que era un peligro para sus planes.

APU: ¿Y cómo fue el rol de Lorenzo Miguel, titular de la UOM?

VP: Él estuvo detrás de todo y después fue preso de los militares. En 2001 pretendió expulsarnos de la UOM por pertenecer a la CTA y le dije "recuerde que nos volvimos a encontrar rascándonos las pulgas de las cárceles de la dictadura”. Creo que también -para ese líder sindical- fue un aprendizaje, montado sobre esas contradicciones del Movimiento Obrero, tenían campo para desarrollar estos planes golpistas. La UOM de hoy es uno de los sindicatos en donde se han producido más cambios internos, después de la muerte de Lorenzo se han federalizado los recursos. Se ha hecho muy federal, se prioriza la salud de los trabajadores y las condiciones del trabajo.

APU: ¿Qué reflexión hace hoy del asesinato de Rucci?

VP: Fue uno hecho repudiable. Es un error que subestima la acción de los trabajadores. Cuando un dirigente no representa las aspiraciones de las bases debe elegirse un nuevo dirigente con el voto mayoritario de los afiliados. Al hijo de Rucci (Aníbal) lo he visto muchas veces en la UOM y siento el mismo dolor que puede sentir cualquier hijo de un detenido desparecido. Mi idea es que fue ejecutado por la Triple A. No significó ningún avance en la transformación del movimiento sindical.

APU: ¿La Triple A?

VP: Fue una muerte con un sentido muy complicado que era condicionar a Perón a pocos días de haber asumido su último mandato. El crimen político como método de expresión político es inadmisible. No leí el libro Operación Traviata, Reato es un autor polémico.