"Los activistas saben cuáles son los riesgos a los que están expuestos"
Por Santiago Gómez
Agencia Paco Urondo: ¿Cuál es la situación de nuestros compatriotas detenidos?
Asensio Rodríguez: A los dos detenidos en Rusia, Camila (Speziale) y Hernán (Pérez), les han presentado cargos de piratería junto con los otros 28 compañeros, que fueron detenidos hace más de una semana, después de realizar una acción contra una plataforma petrolera de Gazprom en el Ártico, en el norte de Rusia. Desde entonces están incomunicados en el centro de detención porque el juez dictó dos meses de detención provisional, hasta que terminase una investigación del comité federal de investigación ruso, por unos posibles cargos de piratería. Entre ayer y hoy a todos los activistas les han leído formalmente los cargos, porque llevaban detenidos, desde el momento del abordaje de nuestro barco el Artic Sunrise, sin cargos.
APU: ¿Qué quiere decir el cargo de piratería?
AR: Es un cargo que desde nuestro punto de vista y el de juristas internacionales y otras organizaciones internacionales, nos parece sorprendente, incluso estrafalario, porque para producirse un delito de piratería tiene que acontecer tres actos, según la legalidad rusa. Primero es que se produzca un ataque a un buque, en este caso no lo hubo, era una plataforma petrolera de Gazprom, la petrolera estatal rusa; en segundo lugar, que haya una clara intención de robar los bienes del barco, en este caso los activistas no tenían esta intención. Tercero: que sea un hecho violento y tenemos demostrado que no hubo violencia, tenemos cuarenta años de acciones pacifistas, por lo que los cargos son absurdos. El mismo presidente Putin hace unos días hizo público que los activistas no podían ser imputados de cargos de piratería porque no eran piratas, pero después la fiscalía, que depende del ejecutivo de la Federación Rusa, ha decido presentar cargos de piratería y comenzar una investigación.
APU: ¿Qué fue lo que hicieron?
AR: Dos días antes de que se produjese el abordaje de Artic Sunrise los activistas encontraron una plataforma petrolera en el Ártico y llevaron a cabo una acción pacífica, simplemente poniendo una bandera a los pies de esa plataforma, que es una mole gigantesca de hormigón y acero. Pusieron un pequeño baner que decía “protejamos el Ártico”, para llevar a la opinión pública internacional que Rusia y su empresa estatal de petróleo tenían intenciones de perforar el Ártico, una zona virgen de toda explotación petrolera hasta el momento. Detuvieron a dos activistas (los escaladores que estaban poniendo la bandera) y a los dos días nuestro buque, estando en aguas internacionales, donde no puede actuar ni la policía ni la guardia del país, fue interceptado por un helicóptero de la guardia costera rusa: descendieron por unos cabos policía armada, encapuchada, con armas de fuego y cuchillos y redujeron a cada uno de los tripulantes y activistas. Esto ha sido denunciado internacionalmente, incluso por el Estado holandés, cuya bandera es la que lleva Artic Sunrise, como un acto ilegal de abordaje.
APU: ¿Había alguna prueba de contaminación de la petrolera rusa?
AR: Había alguna prueba de contaminación de la plataforma rusa, estaban comenzando, no comenzaron las exploraciones, estaban montando toda la plataforma…
APU: ¿Por qué la necesidad del abordaje de la plataforma y la exposición a que sean detenidos, como efectivamente sucedió? ¿Por qué no simplemente documentaron fotográficamente si de ese modo lograban el objetivo que ustedes tenían de que la comunidad internacional se enterara de que estaban por explorar un territorio virgen como es el Ártico?
AR: La forma de actuar de Greenpeace desde hace 40 años es la acción directa no violenta donde hay una amenaza al medioambiente. Es lo que nuestros activistas estaban haciendo en ese momento, documentar esa plataforma para transmitir al resto de la sociedad y el mundo que hay una amenaza. Cualquier inconveniente que tuviese la plataforma tendría consecuencias inimaginables, recordemos accidentes como el del Golfo de México, por la petrolera British Petroleum, que estando cerca de países desarrollados, como México y Estados Unidos, fue incontrolable. Mucho peor sería la situación en el Ártico, donde se trabaja en temperaturas extremas, en un ambiente bastante difícil. Por eso Greenpeace trabaja intentando evitar que las compañías petroleras acometan esa primera exploración, porque después de ellas vendrían el resto de las petroleras del mundo. El Ártico es un territorio que no es de nadie y lo que no es de nadie lo puede aprovechar cualquiera.
APU: ¿Era necesaria la exposición de los activistas, conociendo cómo es el accionar de la justicia rusa ante otras manifestaciones de activistas? ¿Por qué no actuaron desde el buque sin la necesidad de la acción directa, si podían lograr un objetivo similar sin exponer a su gente?
AR: Es la forma de actuar de nuestra organización. El riesgo, según cualquier análisis de riesgo que siempre hace Greenpeace antes de una acción, es mínimo, porque tengamos en cuenta que el único delito que podían cometer nuestros activistas es poner una bandera, no pusieron en peligro la plataforma, sólo pusieron una bandera. En nuestros análisis no entraba esa consecuencia de que nos acusasen de piratería, como tampoco que nos acusasen de homicidio, es tan absurda una cosa como otra. Nuestros activistas ponen el cuerpo ahí donde hay una amenaza, como cuando ponen el cuerpo entre el arpón y la ballena o bien documentando, siendo testigos de un agresión al medio ambiente que posiblemente la sociedad no vería por sus propios ojos. Somos los ojos del ciudadano de a pie en distintas zonas.
APU: ¿Greenpeace le informa a los activistas de las posibles consecuencias de sus acciones?
AR: Siempre hay un análisis de riesgo que hace nuestro equipo legal, incluso siendo bastante precavidos en contextos donde pueden extralimitarse de lo racional. En este caso era casi impensable, nadie esperaba una acusación de piratería. Puede llamarse cualquier cosa, pero no piratería.
APU: ¿Entre los detenidos hay alguna autoridad de Greenpeace o eran todos activistas comunes?
AR: Cualquier persona puede ser activista. En nuestros barcos hay: por una parte el personal que está en el barco y después están los activistas de los distintos países, entre ellos Hernán y Camila. No hay diferencias de activistas de primera y segunda, los activistas es casi lo más preciado de nuestra organización, porque son personas que asumen en primera persona los riesgos que puedan derivarse de la participación en una acción, son personas altamente comprometidas.
APU: ¿Pero quién era el responsable de la acción?
AR: Detenidos están todos, desde el capitán del barco, el segundo de abordo que es Hernán, hasta una activista de base como Camila. Camila es una chica que participa de forma voluntaria en la acción, lleva cuatro años colaborando.
APU: Considerando que puede aparecer un Estado que considere que, independientemente de que la acción no sea violenta, están interviniendo en territorio nacional. ¿Por qué corren ese riesgo con los avances tecnológicos que hay que permiten la documentación de intervenciones contra el medio ambiente por otro camino?
AR: Defendemos la acción directa, posiblemente haya otras organizaciones que utilizan otras formas. La nuestra también documenta, evidentemente cuando llegamos a hacer una acción ha sido después de mucha documentación, de mucha investigación que posiblemente muchas veces no se ve. Pero eso va precedido de una denuncia pública, ante autoridades competentes, de trabajo de lobby, pero una cosa no quita la cosa, la acción directa no violenta es una identidad de la organización.
APU: ¿Sin una acción directa no violenta y habiendo documentado el accionar de la petrolera rusa, hoy los dos argentinos estarían libres?
AR: Posiblemente todo el mundo no conociese que había una plataforma petrolera en el Ártico.
APU: ¿No le podían sacar una foto?
AR: Posiblemente una foto no llegaría a la opinión pública como una acción nuestra y eso lo tenemos constatado después de 40 años de historia, lamentablemente esas denuncias no llegan a la opinión pública como una acción directa.
APU: Según lo que usted plantea están utilizando el accionar de esos activistas para que una detención sirva y gane más que una documentación, bien vale que queden detenidos para que la noticia corra por el mundo. ¿Es así?
AR: Sí, pero realmente es la valentía y la grandeza de nuestros activistas, ellos corren ese riesgo exponiendo su cuerpo, su vida, como cuando se ponen entre el arpón y la ballena, exponen su cuerpo y ahí está la grandeza del activista.
APU: ¿Pero de esto son conscientes los activistas? ¿Greenpeace les informa que "lo mejor que nos puede pasar es que a ustedes los metan presos para que la noticia corra el mundo"?
AR: Completamente, los activistas son conscientes al cien por cien de las actividades que hacen, son gente que tienen una relación con la organización, como Camila que lleva cuatro años siendo voluntaria de la organización, que conoce y que comparte la forma de trabajo, la acción directa no violenta, el pacifismo y que ha participado en decenas de otras acciones. Saben, desde el comienzo, cuáles son los riesgos a los que están expuestos.