A 60 años del deceso de Miguel Miranda
Por José Luis Ponsico*
Por entonces, la consigna "Recuperar el patrimonio nacional en poder de los capitales colonialistas". Enseguida, convocó al empresario Miguel Miranda. "Era un genio", reconoció Perón en su libro "La fuerza es el derecho de las bestias", 1958, República Dominicana.
Hace dos semanas Florencio Randazzo ministro Interior y Transporte, ante dirigentes de la Unión Ferroviaria anticipó la decisión política de reestatización del sistema ferroviario. "Es una gran oportunidad", afirmó. No hace mucho se cumplieron 60 años del deceso de Miranda
Perón en descripción "antes" y "después" de su gobierno destacó la función de Miranda. Hace 65 años la deuda pública trepaba a los 800 millones de pesos y el gobierno puso en marcha la política para recuperar el patrimonio nacional.
"Las cifras indicaban Ferrocarriles 150 millones, Corporación de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires 120 millones, el servicio de gas 110 millones, teléfonos 120 millones, seguros 150 millones, electricidad 150 millones, comercialización de la cosecha 1.000 millones", describió.
"Miranda, su tremenda intuición, además de certera visión comercial era el hombre para realizar buenos negocios y parar la economía anémica", apuntó Perón. "Al cabo compramos por 2.029.000.000 de pesos cuando los ingleses solicitaban 10 mil millones".
En el ´44 secretario de Trabajo y Previsión, luego Vicepresidente de la Nación, Perón había conformado Consejo Nacional de Posguerra. Con técnicos y científicos. "Miranda, hijo de inmigrantes españoles, sabía de las relaciones comerciales de Estados Unidos y Reino Unido", amplió.
Un par de economistas graduados en la Universidad consultados sobre la cuestión de los ferrocarriles en manos de los ingleses. "No me convencieron", escribió el fundador del justicialismo. "Miranda nombrado director del IAPI negoció con EE.UU. trigo, carnes, granos, lanas".
"Señor, el problema es que usted tiene que gastar millones que no tiene", dijo uno de ellos. Perón respondió: "Amiguito si tuviera el dinero no lo hubiera llamado a usted. Hubiera comprado", dijo el jefe de Estado.
"Miranda era el zar de las finanzas en el universo de los empresarios. Había empezado como empleado con 90 pesos de sueldo y en diez años levantó 30 fábricas. Llamé al amigo y conté el episodio. "Presidente, a usted le parece que si tuvieran buenas ideas, serían empleados", opinó.
"¿Cuánto piden?" preguntó Miguel Miranda a una delegación económica que viajó desde Londres. "El valor de los libros: diez mil millones", disparó uno de los enviados. "Para nosotros el sistema ferroviario, montón de fierros viejos no vale más que mil millones", espetó.
"Tras largo silencio que no quise interrumpir por imaginé parte de su táctica", relató Perón. Los ingleses se enojaron y se volvieron a Londres. Parecía todo terminado", explicó. "Miranda siguió negociando con el embajador inglés y dio vuelta el asunto", enfatizó.
La “enmienda Miranda” tenía que ver con necesidades de Estados Unidos, comprando trigo -como ahora soja- y precios del IAPI. Inglaterra intercambiaba con EE.UU", abundó Perón en su relato.
El "rey de la hojalata", Miguel Miranda, murió a los 62 años en 1953. El Presidente de la Nación lamentó mucho su deceso. "Hoy, la Argentina tiene patrimonio de 40 mil millones -un millón de pesos por kilómetro de riel- y se lo debemos a Miranda", concluyó.
(*) Periodista de la agencia Télam y AgePeBa. Agencia Periodística de Buenos Aires