Mi único héroe en este Lío (nunca corre)
Por Ulises Castaño
El pasado sábado, por una nueva fecha de la Liga Española, el Barcelona perdió, bien, ante la Real Sociedad por 3 a 1. Además, perdió la posibilidad de continuar primero. Y sobre todo, jugó mal. Bueno, ya quisiera mas de un equipo jugar así de mal. Pero estos son matices que no vienen al caso. La noticia fue que el equipo de Martino, quien vio el segundo tiempo desde la tribuna, perdió. Y la noticia también fue que a pesar de haber anotado el empate transitorio y tenido algunas ocasiones de gol, Lionel Messi no brilló.
Ciertas ráfagas del partido incluso, parecían arrojar una imagen sugestivamente cappiana del astro, como eclipsado, caminando la cancha. Con una diferencia: visiblemente contrariado ante la adversidad desde ya, esa imagen nos habla de un Messi que está pensando los partidos. Este rasgo, que si bien no es nuevo, se está haciendo cada vez mas evidente y puede verse perfectamente en aquellos encuentros donde, por poner un caso, se ubica retrasado, como lanzador, y donde suele ser tan letal como en el área. Una mala noticia para los rivales, una buena para el fútbol en general, y una aún mejor para los argentinos de cara a Brasil 2014.
La Real no se metió atrás, o mejor dicho, no lo espero tan atrás. Salió de contra y un poco más también. Es decir, con un esquema diferente al del club catalán, pero siendo a la vez un equipo largo como se dice, encontró la manera de jugarle de igual a igual. Y esto fue sumamente problemático para el Barcelona.
A raíz de esto, Messi intentó ubicarse más retrasado, pero aun así el pretendido pase gol se le hacia imposible al rosarino. Desde esta posición, solo un envío largo hacia Neymar que consiguió morder un defensor antes que llegase el brasileño llevó algo de peligro al arco rival.
Sin embargo, planteos como el de la Real Sociedad (un rival y sobre todo un estadio adverso para los catalanes durante los últimos 5 años) no solo aportan un nuevo matiz al siempre renovado debate sobre como hay que jugarle al Barça, sino que nos permiten asistir en tiempo real a la evolución permanente del mejor jugador del mundo, quien enfrentado a nuevos obstáculos (es en eso que se lo ve pensar) ya está desarrollando nuevas armas, y no parece que estas vayan precisamente por el lado de correr más. Si además de esto el Kun vuelve como se fue y el Pipita sigue como hasta ahora, las chances de cara a junio, arriba, se multiplican.