¡Increíble! Alemania humilló a Brasil

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¡Increíble! Alemania humilló a Brasil

10 Julio 2014

Por Matías Fabrizio

¿Cómo se analiza una goleada de estas magnitudes? En el plano futbolístico, hubo una pifia que resultó notoria en el armado del once inicial. Scolari armó un 4-2-1-3, con Bernard en lugar de Neymar para completar el trío de ataque, y Oscar retrasado. Sólo dos volantes. Alemania, en cambio, mantuvo el 4-3-3 que usó contra Francia en los cuartos de final. Tres mediocampistas. Ese “tres contra dos” fue letal para Brasil, sumado a que el ritmo alemán es casi inigualable. Para peor, Brasil nunca achicó espacios, dejó a sus cuatro jugadores de ataque en campo rival y su defensa muy atrás.

En lo anímico, tal vez, esté lo que generaron las ausencias de Neymar y Thiago Silva. Sin su figura y su capitán, una vez abajo en el marcador, Brasil no tuvo reacción.  No supo, no encontró formas. Con los problemas antes mencionados en el mediocampo, Alemania dominaba también cuando no tenía la pelota, porque presionaba sobre Fernandinho y así los locales no podían salir por abajo. Lo único que hacía Brasil era cruzar pelotazos a las bandas, y, pocas veces, sacar a Maicon por la derecha.

En el primer tiempo entraron cinco. A los 11’ el primero, el de Thomas Müller, cuando entró solo para empujarla tras un córner. David Luiz lo dejó solo, muy solo. Entre los 23’ y los 29’, llegaron cuatro. Uno atrás de otro. Miroslav Klose definió un jugadón de papi fútbol, Toni Kroos definió otras dos, y hasta Sami Khedira se dio el gusto de meter el suyo. Los otros dos fueron en los últimos 20, ya con Alemania jugando de contra y Andre Schuerrle, que entró por Klose, aprovechando los espacios.

De contra, porque Alemania, está claro, sabe hacer todo. Después del espectáculo del primer tiempo, en el segundo entraron más atrás. Dejaron que Brasil se adelante en el campo, para tener 30 o 40 metros para explotar. Felipao probó con los ingresos de Paulinho y Ramires en el entretiempo, pero sólo sirvió para tener más la pelota, acorde con la intención alemana de replegarse y salir rápido, lógico. Alemania tuvo en Manuel Neuer a uno de los destacados del segundo tiempo, pero bueno, ¿quién puede culparlos por mostrar un tanto de relajación con una ventaja de cinco goles a favor?

Hoy los alemanes, además, rompieron algunos récords. Como dice en la bajada, van por su 8va final. Han ganado tres de ellas y perdido las otras cuatro. Es el primero que anota siete goles en una semi, y también ha sido la goleada más amplia entre dos equipos campeones. Klose superó de una vez por todas a Ronaldo, justo en Brasil y con el Fenómeno en una de las cabinas de transmisión, ya que alcanzó los 16 goles en Mundiales. Müller, con su décimo tanto, alcanzó la línea de Gabriel Batistuta, Gary Lineker y Teófilo Cubillas, entre otros. Se puede seguir un rato largo, pero con estos alcanza para entender lo que es Alemania.

En la previa del Mundial, al presentar los 23 brasileros elegidos por Scolari, a varios no les pareció mal la apuesta de usar un grupo de jugadores sin tanto nombre, con excepción de los principales referentes, y dejar afuera a los cracks de años anteriores. Incluso quién escribe esta nota pensaba eso. No obstante, el desarrollo de la competición demostró otras cosas: un estilo amarrete con más patadas que gambetas y nada de frescura; un nivel paupérrimo en algunos jugadores que debían ser claves para el lucimiento de Neymar, como fue el caso de Hulk y Fred; una falta impresionante de recambio y variantes. Con el diario del lunes, claro está, vale preguntarse: ¿no estaba Kaká para unos minutos? ¿Ronaldinho tampoco? Sacando a España, un seleccionado nuevo en esto de ganar un Mundial, Brasil es el único de los campeones que no lo ha sido en condición de local.

Con todo, Scolari y compañía hicieron olvidar el Maracanazo del ’50. Pero no de la manera que esperaban hacerlo.  Durante un tiempo largo, al menos, estos muchachos harán que se hable de ellos y no de, por ejemplo, el recordado Moacir Barbosa, el arquero de Brasil en 1950.