Cuando nadie lo creía, un día el tren volvió a unir Neuquén y Cipolletti

Por Horacio Bustingorry

Veintiuno de julio de 2015. El tren que une las ciudades de Neuquén y Cipolletti inicia por segunda vez su recorrido. Los pasajeros estallan en aplausos una vez que la formación emprende su marcha. Los escasos 15 minutos que dura el trayecto son suficientes para que se expresen las más variadas emociones. Quienes están apostados a la vera de la vía saludan el paso del tren con una visible sonrisa. Algunos automovilistas hacen sonar su bocina. Adentro todo es júbilo, felicidad y palmas.

Así ocurre cuando la formación cruza el puente sobre el Río Neuquén, límite natural entre ambas provincias. Ya en Cipollettii los saludos continúan. De un lado, desde los patios de unas casas apostadas casi sobre las vías, grandes y chicos agitan sus manos fervorosamente. Desde el tren se responde con igual entusiasmo. Del otro lado, los álamos sin hojas del invierno valletano también parecen querer expresar su alegría. El tren llega a destino. Nuevamente los aplausos. El guarda pide que bajen sólo quienes viven en Cipolletti. El resto emprende su regreso a Neuquén. Se renueva en parte el pasaje.

Comienza el retorno. Entre los usuarios es momento de reflexiones. Varios confiesan su incredulidad frente al anuncio efectuado meses atrás. “Hasta que no lo viera no lo iba creer”, manifiesta una señora que no oculta su satisfacción. “Ahora tengo más confianza que las cosas pueden cambiar”, remata con esa frase llena de esperanza. “Hacía falta una decisión política”, agrega un señor que evoca momentos vividos en la línea Zapala-Constitución, desmantelada en la larga noche neoliberal.

El recuerdo sobre aquéllas épocas en que el tren llegaba a todo el Alto Valle se repite una y otra vez. Algunos chicos deciden escuchar. Otros prefieren seguir intercambiando saludos con los transeúntes sonrientes. El señor de los recuerdos reconoce que ha sido una tarde emotiva. ¿Cómo podía ser de otra manera? Veintidós años debieron pasar para que volviese el tren a Neuquén y Cipolletti. Veintidós años donde sólo la memoria pudo contrarrestar la amargura por lo perdido. Hay quienes dicen que pronto el recorrido se extenderá a más localidades. No es descartable que eso ocurra. Cuando nadie lo creía, un día el tren volvió a Neuquén y Cipolletti.

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